Inhibidores de la glucoproteína IIb-IIIa para el accidente cerebrovascular isquémico agudo

Pregunta: El objetivo fue evaluar la seguridad y la efectividad de los inhibidores de la GP IIb-IIIa, solos o en combinación con agentes trombolíticos, en pacientes con accidente cerebrovascular isquémico agudo.

Antecedentes: La causa de la mayoría de los accidentes cerebrovasculares es una obstrucción repentina de una arteria cerebral (este tipo de accidente cerebrovascular se denomina accidente cerebrovascular isquémico). En la mayoría de los accidentes cerebrovasculares isquémicos, la obstrucción se produce por un coágulo sanguíneo. Los coágulos se forman porque, bajo determinadas condiciones, las plaquetas que circulan en la sangre se agrupan. Los inhibidores de la glucoproteína (GP) IIb-IIIa son bloqueadores selectivos potentes y rápidos de la agregación plaquetaria y, por lo tanto, podrían ayudar a disolver los coágulos sanguíneos, prevenir la formación de coágulos nuevos y así mejorar la irrigación de sangre al cerebro. Si el fármaco se administra dentro de unas pocas horas del inicio del accidente cerebrovascular, es posible que disminuya el daño cerebral y mejoren las perspectivas de lograr una recuperación adecuada. Sin embargo, los inhibidores de la GP IIb-IIIa también pueden causar hemorragia en el cerebro, lo que se asocia con resultados más deficientes. El objetivo de esta revisión fue evaluar si los inhibidores de la GP IIb-IIIa, administrados dentro de las seis horas a partir del inicio del accidente cerebrovascular, reducen el número de muertes o de pacientes con dependencia.

Características de los estudios:En las búsquedas realizadas hasta junio de 2013 se identificaron cuatro ensayos con 1365 participantes: tres ensayos compararon el inhibidor de la GP IIb-IIIa intravenoso abciximab con placebo intravenoso y un ensayo comparó el inhibidor de la GP IIb-IIIa intravenoso tirofibán con aspirina intravenosa.

Resultados clave: Los resultados mostraron que los inhibidores de la GP IIb-IIIa causan hemorragia en el cerebro y que esta complicación contrarresta cualquier efecto beneficioso. Por lo tanto, los inhibidores de la GP IIb-IIIa se deben evitar en los pacientes con accidente cerebrovascular isquémico agudo.

Calidad de la evidencia:En general, los estudios se consideraron con bajo riesgo de sesgo.

Conclusiones de los autores: 

Las pruebas a partir de los ensayos disponibles mostraron que en los pacientes con accidente cerebrovascular isquémico agudo los inhibidores de la GP IIb-IIIa se asocian con un riesgo significativo de hemorragia intracraneal sin pruebas de cualquier reducción de la muerte o la discapacidad en los supervivientes. Estos datos no apoyan el uso habitual en la práctica clínica. La conclusión se obtuvo a partir de los ensayos de abciximab, que contribuyeron con el 89% del número total de participantes considerados en los estudios.

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Antecedentes: 

Los inhibidores de la glucoproteína (GP) IIb-IIIa son agentes antiplaquetarios que actúan como antagonistas de los receptores de la GP IIb-IIIa en la superficie plaquetaria y bloquean la vía común final para la agregación plaquetaria al prevenir la unión de las moléculas de fibrinógeno que forman puentes entre las plaquetas adyacentes. Por lo tanto, los inhibidores de la GP IIb-IIIa podrían favorecer la trombólisis endógena al reducir el crecimiento de trombos y prevenir la reformación de trombos mediante la inhibición competitiva con el fibrinógeno y, debido a su mecanismo de acción, es probable que tengan un efecto antiplaquetario más profundo con una inicio más rápido que el de los agentes antiplaquetarios convencionales como la aspirina o el clopidogrel. Los inhibidores de la GP IIb-IIIa, actualmente utilizados en la práctica clínica para el tratamiento de pacientes con síndromes coronarios agudos y durante la angioplastia coronaria, también podrían ser útiles para el tratamiento de los pacientes con accidente cerebrovascular isquémico agudo.

Objetivos: 

Evaluar la administración de inhibidores de la GP IIb-IIIa en pacientes con accidente cerebrovascular isquémico agudo para evaluar si dichos tratamientos (1) reducen la proporción de pacientes que muere o presenta dependencia, y (2) son suficientemente seguros para el uso general. Se desea examinar los efectos de los inhibidores de la GP IIb-IIIa solos o en combinación con agentes trombolíticos.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Accidentes Cerebrovasculares (Cochrane Stroke Group) (última búsqueda 10 de junio de 2013), MEDLINE (1966 hasta junio de 2013), EMBASE (1980 hasta junio de 2013), Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (CENTRAL) (The Cochrane Library número 5, 2013), y en los principales registros de ensayos clínicos en curso (junio de 2013). También se buscó en las listas de referencias y se estableció contacto con autores de ensayos y compañías farmacéuticas.

Criterios de selección: 

El objetivo fue analizar los ensayos controlados aleatorios (ECA) sin factores de confusión de inhibidores de la GP IIb-IIIa en el tratamiento de los pacientes con accidente cerebrovascular isquémico agudo. Se incluyeron solamente los pacientes que comenzaron el tratamiento dentro de las seis horas del inicio del accidente cerebrovascular.

Obtención y análisis de los datos: 

De forma independiente, se seleccionaron los ensayos para su inclusión, se evaluó la calidad de los mismos y se extrajeron los datos.

Resultados principales: 

Se incluyeron cuatro ensayos con 1365 participantes. Tres ensayos compararon el inhibidor de la GP IIb-IIIa intravenoso abciximab con placebo intravenoso (1215 participantes) y un ensayo comparó el inhibidor de la GP IIb-IIIa intravenoso tirofibán con aspirina intravenosa (150 participantes). El tratamiento con estos inhibidores de la GP IIb-IIIa no redujo significativamente la muerte o la dependencia a largo plazo (odds ratio [OR] 0,97; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,77 a 1,22 en la comparación entre abciximab y placebo; OR 1,00; IC del 95%: 0,52 a 1,92 en la comparación entre tirofibán y aspirina) y no tuvo efectos sobre las muertes por cualquier causa (OR 1,08; IC del 95%: 0,77 a 1,53 en la comparación entre abciximab y placebo; OR 1,00; IC del 95%: 0,35 a 2,82 en la comparación entre tirofibán y aspirina). El abciximab se asoció con un aumento significativo de la hemorragia intracraneal sintomática (OR 4,6; IC del 95%: 2,01 a 10,54) y con un aumento no significativo de la hemorragia extracraneal grave (OR 1,81; IC del 95%: 0,96 a 3,41), mientras que el único ensayo pequeño que comparó tirofibán con aspirina no mostró que aumentara el riesgo de complicaciones hemorrágicas con tirofibán (OR 0,32; IC del 95%: 0,03 a 3,19 para la hemorragia intracraneal sintomática; OR 3,04; IC del 95%: 0,12 a 75,83 para la hemorragia extracraneal grave). No hubo inconsistencias significativas entre los estudios.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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