Tratamiento con líquidos para la meningitis bacteriana aguda

Pregunta de la revisión
¿Por qué es importante el efecto de los distintos volúmenes de administración inicial de líquidos en la muerte y las diversas secuelas neurológicas en los pacientes con meningitis bacteriana aguda?

Antecedentes
La meningitis bacteriana es una infección del líquido de la médula espinal y que rodea el cerebro. Se recetan antibióticos como tratamiento. La atención de apoyo incluye otros fármacos y el control de la ingestión de líquidos. No hubo acuerdo acerca de si los líquidos deben estar restringidos o no restringidos porque hay riesgos potenciales tanto con la administración excesiva (edema cerebral) como con la administración insuficiente (shock).

Características de los estudios
Las pruebas están actualizadas hasta marzo 2016. No se encontraron ensayos en poblaciones adultas y se incluyeron tres ensayos con 420 niños. Todos los ensayos se realizaron en países en que las tasas de mortalidad para la meningitis son altas. En un estudio no se mencionó ninguna fuente de financiación. Los dos estudios restantes fueron financiados conjuntamente debido a las inquietudes farmacéuticas por dependencias gubernamentales y un organismo de beneficencia.

Resultados clave
Ningún estudio informó los resultados importantes de asistencia sanitaria, como la duración de la estancia hospitalaria, la presión intracraneal elevada o el estado epiléptico. Un efecto adverso en los niños con ingesta restringida de líquidos fue que presentaron menor probabilidad de tener niveles bajos de sodio en sangre y, por lo tanto, podrían experimentar reducciones mayores en los líquidos corporales. En un estudio, se informó un efecto adverso de la administración de líquidos sin restricción, como la acumulación de líquido en la cara a corto plazo y niveles bajos de sodio en sangre entre el primero y segundo día después de comenzar con la administración de líquidos. Por otro lado, el estudio más amplio no encontró ninguna diferencia en los niveles de sodio en sangre.

La revisión halló pruebas limitadas a partir de estos ensayos para apoyar la no restricción de líquidos en ámbitos con tasas elevadas de mortalidad. No existen pruebas para guiar a los médicos acerca del tratamiento con líquidos en los pacientes adultos con meningitis bacteriana aguda. Se necesita más investigación sobre estos aspectos en el futuro.

Calidad de la evidencia
En el análisis de los ensayos disponibles, se hallaron pruebas de muy baja calidad de que no hay ninguna diferencia significativa entre los regímenes de líquidos de mantenimiento versus restringido para el resultado de muerte y complicaciones neurológicas agudas graves. También hubo algunas pruebas que favorecían el tratamiento con líquidos de mantenimiento sobre los líquidos restringidos para los cuadros neurológicos crónicos severos a tres meses de seguimiento, pero la calidad fue muy baja.

Conclusiones de los autores: 

La calidad de las pruebas con respecto al tratamiento con líquidos en los niños con meningitis bacteriana aguda es baja a muy baja, y deben realizarse más ECA. Hay pruebas insuficientes para guiar la práctica sobre si los líquidos de mantenimiento deben preferirse por sobre los líquidos restringidos en el tratamiento de la meningitis bacteriana aguda.

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Antecedentes: 

La meningitis bacteriana aguda continúa siendo una enfermedad con altas tasas de mortalidad y morbilidad. Sin embargo, con un tratamiento antimicrobiano y de apoyo rápido y adecuado, han mejorado las perspectivas de supervivencia, especialmente en los lactantes y niños. El tratamiento cuidadoso del equilibrio hidroelectrolítico es un tratamiento de apoyo importante. Tanto una sobrehidratación o baja hidratación se asocia con resultados adversos. Ésta es la última actualización de una revisión publicada por primera vez en 2005 y actualizada en 2008 y 2014.

Objetivos: 

Evaluar el tratamiento de la meningitis bacteriana aguda con distintos volúmenes en la administración inicial de líquidos (hasta 72 horas después de la primera consulta) y los efectos sobre la muerte y las secuelas neurológicas.

Métodos de búsqueda: 

Para esta actualización de 2016, se buscó en las siguientes bases de datos hasta marzo 2016: registro especializado del Grupo Cochrane de Infecciones Respiratorias Agudas (Cochrane Acute Respiratory Infections Group's Specialised Register), CENTRAL, MEDLINE, CINAHL, Global Health y en Web of Science.

Criterios de selección: 

Se consideró la inclusión de ensayos controlados aleatorios (ECA) de diferentes volúmenes de líquido administrado en el tratamiento inicial de la meningitis bacteriana.

Obtención y análisis de los datos: 

Los cuatro revisores originales extrajeron los datos y evaluaron la calidad de los ensayos en la primera publicación de esta revisión (un autor, la FILA, ha fallecido después que se publicara la revisión original; ver Agradecimientos). Los autores combinaron los datos para el metanálisis usando los cocientes de riesgos (CR) para los datos dicotómicos o la diferencia de medias (DM) para los datos continuos. Se usó un modelo estadístico de efectos fijos. La calidad general de las pruebas se evaluó mediante el enfoque GRADE.

Resultados principales: 

Se incluyeron tres ensayos con un total de 420 niños; no hubo ensayos en poblaciones adultas. El más grande de los tres ensayos se realizó en ámbitos con tasas de mortalidad elevadas y se consideró de bajo riesgo de sesgo para todos los dominios, excepto el sesgo de rendimiento, que presentó un alto riesgo. Los otros dos ensayos más pequeños no fueron de calidad alta. En el metanálisis no se encontró ninguna diferencia significativa entre el grupo de mantenimiento de líquidos y el de restricción de líquidos en cuanto al número de muertes (CR 0,82; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,53 a 1,27; 407 participantes; pruebas de baja calidad) o las secuelas neurológicas agudas graves (CR 0,67; IC del 95%: 0,41 a 1,08; 407 participantes; pruebas de baja calidad). Sin embargo, cuando se definieron las secuelas neurológicas más en detalle, hubo una diferencia estadísticamente significativa a favor del grupo de mantenimiento de líquidos para la espasticidad (CR 0,50; IC del 95%: 0,27 a 0,93; 357 participantes); y las crisis convulsivas a las 72 horas (CR 0,59; IC del 95%: 0,42 a 0,83; 357 participantes) y a los 14 días (CR 0,19; IC del 95%: 0,04 a 0,88; 357 participantes). Hubo pruebas de muy baja calidad que favorecían el líquido de mantenimiento sobre el líquido restrictivo para las secuelas neurológicas crónicas graves a tres meses de seguimiento (CR 0,42; IC del 95%: 0,20 a 0,89; 351 participantes).

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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