Recambio plasmático para el síndrome de Guillain-Barré

Pregunta de la revisión

Se examinó la evidencia sobre el efecto del recambio plasmático en pacientes con síndrome de Guillain-Barré.

Antecedentes

La EGB es una afección poco frecuente y grave en la que los nervios periféricos (nervios fuera del sistema nervioso central) se inflaman. La enfermedad causa parálisis y trastornos sensoriales. Muchos pacientes que desarrollan EGB han tenido una infección torácica o intestinal reciente que puede causar un ataque alérgico a los nervios. Los anticuerpos contra la infección también se dirigen a los nervios y causan la EGB. El recambio plasmático elimina los factores solubles, incluidos los anticuerpos, de la sangre y se utiliza como tratamiento. El recambio plasmático reemplaza al propio plasma del paciente con un sustituto de plasma artificial, habitualmente una solución de albúmina.

Características de los estudios

Se realizó una búsqueda amplia en las bases de datos médicas de ensayos en los que los participantes se asignaron al azar a recambio plasmático o a ningún tratamiento, excepto la atención de apoyo. Se encontraron seis ensayos que incluyeron 649 participantes. Los seis ensayos compararon el recambio plasmático con el tratamiento de apoyo. Todos tuvieron bajo riesgo de sesgo, excepto que los participantes y sus cuidadores conocían el tratamiento que se les administraba (no estaban cegados). Dos estudios adicionales compararon diferentes números de recambio plasmático y no fue posible incluirlos en el análisis, pero se discuten.

Resultados clave y calidad de la evidencia

El recambio plasmático aceleró la mejora de la EGB. No causó daños, aparte de que fue seguido de un probable aumento ligero del riesgo de recaída. A pesar de lo anterior, el recambio plasmático probablemente aumenta la posibilidad de una recuperación completa de la fuerza muscular después de un año. No se han realizado nuevos ensayos desde la primera publicación de esta revisión en 2001. Sin embargo, se han hecho ensayos que comparan el recambio plasmático con la infusión intravenosa de inmunoglobulina humana (la porción de anticuerpos del plasma). Estos ensayos se incluyen en otra revisión Cochrane y muestran que los efectos de los dos tratamientos son similares.

La evidencia está actualizada hasta el 18 de enero 2016.

Conclusiones de los autores: 

Evidencia de calidad moderada muestra una mejora significativamente mayor con el recambio plasmático que con la atención de apoyo sola en adultos con síndrome de Guillain-Barré, sin un aumento significativo de los eventos adversos graves. Según evidencia de calidad moderada, hubo un aumento pequeño pero significativo del riesgo de recaída durante los primeros seis a 12 meses después del inicio en los pacientes tratados con plasmaféresis, en comparación con los que no recibieron tratamiento. A pesar de lo anterior, después de un año fue más probable la recuperación completa de la fuerza muscular, y menos probable la debilidad residual grave, con el recambio plasmático.

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Antecedentes: 

El síndrome de Guillain-Barré (SGB) es una enfermedad paralizante aguda causada por la inflamación de los nervios periféricos. Ésta es una actualización de una revisión publicada por primera vez en 2001 y actualizada por última vez en 2012.

Objetivos: 

Evaluar los efectos del recambio plasmático para el tratamiento del SGB.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en el registro especializado del Grupo Cochrane Neuromuscular (Cochrane Neuromuscular Specialised Register), CENTRAL, MEDLINE y Embase el 18 de enero 2016. También se hicieron búsquedas en los registros de ensayos clínicos.

Criterios de selección: 

Ensayos aleatorizados y cuasialeatorizados de recambio plasmático versus intercambio simulado o tratamiento de apoyo, o que comparen diferentes regímenes o técnicas de recambio plasmático.

Obtención y análisis de los datos: 

Se siguió la metodología Cochrane estándar.

Resultados principales: 

En la primera versión de esta revisión había seis ensayos elegibles relativos a 649 participantes, que compararon el recambio plasmático con el tratamiento de apoyo. No se han identificado nuevos ensayos elegibles en las actualizaciones posteriores. Otros dos estudios compararon diferentes números de recambio plasmático. En general, los ensayos incluidos tuvieron riesgo de sesgo moderado (en general, los estudios tuvieron riesgo bajo, pero todos tuvieron alto riesgo de sesgo debido a la falta de cegamiento).

En un ensayo con 220 participantes gravemente afectados, el tiempo medio para recuperar la marcha con ayuda fue significativamente más corto con el recambio plasmático (30 días) que sin el recambio plasmático (44 días). En otro ensayo con 91 participantes levemente afectados, el tiempo medio hasta el inicio de la recuperación motora fue significativamente más corto con el recambio plasmático (seis días) que sin el recambio plasmático (diez días). Después de cuatro semanas, evidencia de calidad moderada de los datos combinados de tres ensayos con un total de 349 pacientes mostró que el recambio plasmático aumentó significativamente la proporción de pacientes que recuperaron la capacidad de caminar con ayuda (riesgo relativo [RR] 1,60; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,19 a 2,15).

En cinco ensayos con 623 participantes, evidencia de calidad moderada mostró que el RR para la mejora de uno o más grados de discapacidad después de cuatro semanas fue 1,64 veces mayor con el recambio plasmático (IC del 95%: 1,37 a 1,96). A los participantes tratados con recambio plasmático también les fue mejor, según evidencia de calidad moderada, en cuanto al tiempo para recuperar la marcha sin ayuda (tres ensayos con 349 participantes; RR 1,72, IC del 95%: 1,06 a 2,79) y la necesidad de ventilación artificial (cinco ensayos con 623 participantes; RR 0,53, IC del 95%: 0,39 a 0,74). Más participantes tuvieron recaídas al final del seguimiento en el grupo de recambio plasmático que en el grupo control (seis ensayos con 649 participantes; RR 2,89, IC del 95%: 1,05 a 7,93; evidencia de calidad moderada). A pesar de este hecho, según evidencia de calidad moderada, la probabilidad de recuperación completa de la fuerza muscular al año fue mayor con el recambio plasmático que sin él (cinco ensayos con 404 participantes; RR 1,24; IC del 95%: 1,07 a 1,45), y la probabilidad de secuelas motoras graves fue menor (seis ensayos con 649 participantes; RR 0,65; IC del 95%: 0,44 a 0,96). Evidencia de calidad alta de seis ensayos con 649 participantes no pudo confirmar ni refutar un menor riesgo de muerte después del recambio plasmático, en comparación con el control (RR 0,86; IC del 95%: 0,45 a 1,65).

Tres ensayos (n = 556) proporcionaron detalles de los eventos adversos graves durante la estancia hospitalaria; los análisis combinados no encontraron un aumento de los eventos infecciosos graves en comparación con el grupo control (RR 0,91; IC del 95%: 0,73 a 1,13), ni tampoco hubo diferencias claras en la inestabilidad de la presión arterial, las arritmias cardíacas o la embolia pulmonar.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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