En algunas áreas de la atención sanitaria y social, la evidencia procedente de ensayos aleatorizados individuales que responden a preguntas sobre intervenciones individuales dificulta la elección entre las intervenciones. En febrero de 2023, el Grupo Cochrane de Salud ocular y de la visión publicó una revisión de este tipo sobre el control de la miopía en niños. En este podcast se proporcionan algunos detalles de esta revisión.

Este podcast ha sido traducido por Yasmín García y locutado por Elisenda Parellada del Centro Cochrane Iberoamericano con la colaboración del Ministerio de Sanidad de España.

La miopía es una afección ocular en la que las personas afectadas tienen dificultades para ver con claridad los objetos lejanos, mientras que los objetos cercanos permanecen nítidos. Es muy común en todo el mundo, y afecta a más de la mitad de los niños de China y el sudeste asiático. La miopía puede perjudicar muchos aspectos de la vida, como la educación y el trabajo, y las personas con miopía tienen los ojos más largos, lo que significa que la retina se estira, aumentando el riesgo de enfermedades oculares que ponen en peligro la vista, como el glaucoma, la maculopatía y el desprendimiento de retina en etapas posteriores de la vida.
Aunque las gafas o lentes de contacto convencionales pueden corregir la miopía, no frenan su progresión. En su lugar, se pueden utilizar otros tratamientos para intentar frenar la progresión, que se deben administrar en la infancia, cuando la miopía progresa más rápidamente. Entre ellos están las gafas especiales y las lentes de contacto con más de un foco en el cristalino. Otras lentes de contacto especializadas, llamadas ortoqueratológicas, pretenden cambiar temporalmente la forma de la superficie ocular y se llevan durante el sueño y se quitan durante el día. Sin embargo, para adaptar estas lentes especiales se necesitan conocimientos adicionales y puede que no estén tan disponibles como otros tratamientos. También son cada vez más comunes las intervenciones farmacológicas que implican el uso de colirios antimuscarínicos, como la atropina, que actúan sobre el sistema de enfoque de los ojos y frenan el ritmo de crecimiento ocular.
En esta revisión Cochrane continua y metanálisis en red se pretendió averiguar si los medicamentos utilizados como colirios, y las lentes especiales en gafas o lentillas, pueden frenar la progresión de la miopía, así como enlentecer el alargamiento del globo ocular en los niños. También se documentó el riesgo de efectos no deseados de dichas intervenciones.
La revisión de febrero de 2023 incluyó 64 estudios que asignaron al azar a más de 11 000 niños de entre cuatro y 18 años y les hicieron un seguimiento de entre uno y tres años, aunque la mayoría de los estudios sólo hicieron un seguimiento de los niños durante dos años o menos. El 60% de los estudios se realizaron en China u otros países asiáticos y el 20% en Norteamérica. La mayoría de los estudios compararon intervenciones de control de la miopía con un grupo control (gafas o lentes de contacto convencionales en el caso de las intervenciones ópticas o un placebo en las intervenciones farmacológicas), pero también se analizaron estudios que compararon diferentes intervenciones entre sí.
Se encontraron algunos resultados prometedores. Entre ellos, que el uso de dosis más altas de atropina puede reducir la progresión de la miopía y, según estudios a corto plazo, la ortoqueratología parece ser el más eficaz de los tratamientos ópticos para frenar el alargamiento del globo ocular. Sin embargo, estas lentes suelen ser difíciles de tolerar, y más de la mitad de los niños no completan el tratamiento en algunos estudios. Otros tipos de lentes de contacto más extendidos, conocidos como lentes de contacto multifocales, también pueden reducir la progresión de la miopía, pero, de nuevo, aún no están claros sus efectos beneficiosos.
No se notificaron efectos no deseados de forma sistemática. Las molestias oculares con la luz brillante y la visión borrosa de cerca fueron los efectos no deseados relacionados con el tratamiento más frecuentes en los estudios en los que se utilizó atropina, y las dosis más bajas de atropina parecían tener menos efectos no deseados. Aunque los estudios que probaron lentes de contacto no informaron efectos no deseados graves, no está claro cuál sería la tasa real de efectos no deseados en los niños fuera de un estudio de investigación o cuando llevan lentes de contacto durante periodos más prolongados.
La principal limitación fue que la mayoría de la evidencia procedía de estudios realizados de forma que podían haber introducido errores en sus resultados y que no se informaron bien los posibles efectos no deseados. Además, debido al seguimiento relativamente corto en la mayoría de los estudios, no hay evidencia suficiente sobre si se encuentran beneficios incrementales a lo largo de los años ni si los efectos son duraderos. Sin embargo, como esta revisión es una revisión sistemática continua, se seguirá incorporando nueva evidencia a medida que esté disponible.

Si desea leer la versión actual de la revisión y las futuras actualizaciones a medida que se añada nueva evidencia, visite la Biblioteca Cochrane y busque "control de la miopía en niños" para obtener un enlace a la misma.