A las varias revisiones Cochrane sobre formas de prevenir las caídas en personas mayores, en noviembre de 2023 se agregó una nueva revisión relacionada con los efectos de la terapia cognitivo-conductual sobre el miedo a las caídas y en este podcast se habla acerca de ello.
Este podcast ha sido traducido por Yasmín García y locutado por Andrea Cervera del Centro Cochrane Iberoamericano.
A las varias revisiones Cochrane sobre formas de prevenir las caídas en personas mayores, en noviembre de 2023 se agregó una nueva revisión relacionada con los efectos de la terapia cognitivo-conductual sobre el miedo a las caídas y en este podcast se habla acerca de ello.
Este podcast ha sido traducido por Yasmín García y locutado por Andrea Cervera del Centro Cochrane Iberoamericano.
El miedo a caerse es una preocupación persistente por las caídas que hace que las personas mayores eviten actividades que aún pueden ser capaces de realizar. Es frecuente y puede aparecer aunque la persona no haya sufrido ninguna caída. Los principales enfoques para tratar el miedo a las caídas son el ejercicio y la terapia cognitivo-conductual, conocida también como TCC de forma abreviada.
Las intervenciones con ejercicios son actividades físicas planificadas, estructuradas, repetitivas y que tienen el propósito de mejorar o mantener los componentes del estado físico enfocados a resultados de salud relacionados, como la prevención de las caídas. Mientras que la TCC es una terapia de conversación que ayuda a cambiar los pensamientos y comportamientos disfuncionales y, cuando se utiliza con y sin ejercicios, puede reducir el miedo a caerse; por ejemplo, al reducir los pensamientos catastróficos relacionados con las caídas y modificar los comportamientos disfuncionales. Muchas intervenciones combinan la TCC y el ejercicio y en esta revisión se analizaron los efectos de estas intervenciones combinadas y de la TCC utilizada sola, encontrándose efectos beneficiosos pequeños.
El objetivo fue evaluar los efectos sobre el miedo a las caídas de las personas mayores que viven en la comunidad. Se realizaron búsquedas en varias bases de datos electrónicas, se consultó a expertos que pudieran haber realizado estudios, y se encontraron 12 estudios relevantes. Once de estos estudios se utilizaron en los análisis estadísticos, con un total de casi 2400 personas, que tenían una media de edad que varió entre 73 y 83 años.
La terapia (TCC o tratamiento simulado) se administró con una frecuencia que varió entre tres veces por semana y una vez al mes, durante un periodo de ocho a 48 semanas. En total, los tratamientos duraron entre seis y 156 horas y la mayoría de las intervenciones se administraron en grupos de cinco a diez participantes, aunque en un estudio el tamaño de los grupos fue de hasta 25.
En cuanto a los resultados, se observó que la TCC con y sin intervenciones con ejercicios probablemente reduce el miedo a las caídas en las personas mayores que viven en la comunidad en una pequeña cantidad una vez finalizado el tratamiento, y que estas pequeñas mejoras de los efectos se mantienen durante los primeros seis meses tras la finalización del tratamiento, y probablemente duran más allá de los seis meses.
Una de las principales razones por las que los tamaños de los efectos son tan pequeños es que la mayoría de los estudios de esta revisión no separaron lo que se conoce como procesos desadaptativos y no desadaptativos. Por ejemplo, en un comentario sobre las recientes Guías Mundiales sobre las Caídas (World Fall Guidelines), se señaló que las preocupaciones que surgen de una valoración realista y adecuada del propio riesgo de caída se podrían tratar de forma adecuada con el simple uso de programas estructurados de ejercicios y entrenamiento del equilibrio.
Sin embargo, si las preocupaciones indican procesos desadaptativos, resulta esencial sugerir intervenciones psicológicas, como la TCC, junto con el ejercicio.
La certeza de la evidencia se consideró moderada y, para mejorarla, se necesitarán más estudios, que sean más similares en la forma de tratar y medir el miedo a las caídas. También convendría contar con más estudios de investigación que incluyan a personas mayores que vivan en viviendas tuteladas y en residencias de ancianos y a poblaciones especiales con diferentes enfermedades o comorbilidades, y que consideren cuestiones específicas de género con respecto al inicio de la terapia o los efectos del tratamiento.
Si desea leer más sobre la investigación actual y estar atento a futuras actualizaciones de esta nueva revisión puede hacerlo buscando “TCC y miedo a las caídas” en la Biblioteca Cochrane.