En marzo de 2021 el Grupo Cochrane de Neurooncología publicó una serie de ocho nuevas revisiones sistemáticas sobre temas prioritarios para el ámbito de los tumores cerebrales. Se seleccionaron a partir de las preguntas sin respuesta más importantes identificadas por las personas vinculadas a esta área, siguiendo los métodos de la James Lind Alliance Priority Setting Partnership que conecta a los pacientes y el público con los profesionales.
Este podcast ha sido traducido por Andrea Cervera y locutado por Montse León del Centro Cochrane Iberoamericano.
En marzo de 2021 el Grupo Cochrane de Neurooncología publicó una serie de ocho nuevas revisiones sistemáticas sobre temas prioritarios para el ámbito de los tumores cerebrales. Se seleccionaron a partir de las preguntas sin respuesta más importantes identificadas por las personas vinculadas a esta área, siguiendo los métodos de la James Lind Alliance Priority Setting Partnership que conecta a los pacientes y el público con los profesionales.
Este podcast ha sido traducido por Andrea Cervera y locutado por Montse León del Centro Cochrane Iberoamericano.
Cuando a una persona le diagnostican un tumor cerebral, es habitual que ellas y sus familias se pregunten si deberían haber acudido a los servicios sanitarios antes o si los síntomas que les preocupaban no fueron tomados lo suficientemente en serio por los médicos, y que por ese motivo no recibieron un diagnóstico temprano. Sienten que si hubieran sido diagnosticados antes, el tumor sería más pequeño y más curable.
Sin embargo, no es tan sencillo. Los tumores cerebrales comparten muchos síntomas con otras enfermedades, como un simple dolor de cabeza y el estrés. Por ejemplo, un tumor cerebral puede ser el motivo de tan solo uno de cada 1000 casos de dolor de cabeza y quizás uno de cada 500 casos de personas con problemas cognitivos atribuibles al estrés. Si cada persona con estos síntomas fuera derivada a realizarse una prueba de detección de de tumores, produciría un aumento inmenso en la realización de pruebas y, paradójicamente, las largas listas de espera provocarían que los pacientes que realmente tienen un tumor tengan que esperar mucho más hasta recibir un diagnóstico.
Por ello es importante conocer la efectividad de las diferentes maneras de acortar el tiempo hasta el diagnóstico. Las dos cosas más importantes que deben hacer médicos y pacientes es, primero, reconocer los indicadores de los antecedentes del paciente que aumentan las probabilidades de un tumor cerebral, lo que llamamos signos de alerta, y segundo, los pacientes y sus médicos generales deben encontrar la mejor manera de obtener un diagnóstico o una prueba rápidamente, lo que se conoce como un protocolo diagnóstico del paciente. La segunda parte es la que se cubre en la revisión con el uso de la evidencia disponible de los aspectos que podrían 'acelerar' el diagnóstico.
Se observaron intervenciones que podrían reducir el 'intervalo paciente', entre su primer síntoma y su búsqueda de asistencia médica, el 'intervalo de atención primaria', entre su visita al médico general y la derivación del médico general al hospital y el 'tiempo hasta el diagnóstico por imagen', desde la primera consulta hasta la imagen diagnóstica.
Las intervenciones consistieron en aquellas que podrían acelerar el control de protocolos específicos de neurología o cuadros clínicos similares al ictus; cuadros similares a la epilepsia y otros cuadros clínicos como dolores de cabeza y problemas cognitivos; protocolos específicos de cáncer y políticas para aumentar el 'acceso directo al diagnóstico por imagen cerebral' en la atención primaria, y las vías de acceso rápido a consultas clínicas o pruebas ambulatorias en las primeras dos semanas desde la derivación por 'sospecha de cáncer' recomendadas en las guías.
Se encontraron 115 estudios en esta área, pero eran pequeñas revisiones o estudios de tipo antes y después sin grupos de controles. Esto significa que no proporcionaron la calidad de evidencia necesaria para dar una respuesta fiable, lo que deja una necesidad de investigación de calidad y bien diseñada en esta área tan importante.
Una manera de hallar intervenciones que reducen el tiempo hasta que la persona acude al médico, es decir que acorta el intervalo paciente, sería que los estudios comparasen una campaña educativa en una región o país con otra campaña en otra región.
Para reducir el intervalo de atención primaria, los ensayos podrían evaluar nuevos protocolos de acceso rápido a pruebas de diagnóstico por la imagen en personas con dolor de cabeza o problemas de memoria aleatorizando a los pacientes a una resonancia de acceso abierto frente a una derivación a neurología, para ver el efecto del tiempo en el diagnóstico por la imagen.
En cuanto al 'intervalo de atención secundaria', la aleatorización podría utilizarse para derivar a algunos pacientes a nuevos centros de diagnóstico rápido de cáncer mientras otros siguen un protocolo general estándar de diagnóstico por la imagen. Y, finalmente, para reducir el 'intervalo de diagnóstico', harían falta estudios que comparasen el efecto de añadir un nuevo servicio, como una prueba de imagen adicional o el acceso directo al diagnóstico por imagen cerebral, a la práctica actual.
En resumen, es probable que más máquinas y más tiempo de pruebas de diagnóstico imagen reduzcan el tiempo hasta el diagnóstico, pero es necesario desarrollar mejores protocolos asistenciales electrónicos urgentes de derivación a servicios especializados de pacientes con 'signos de alerta', como dolor de cabeza más síntomas cognitivos o conductuales. Se debe priorizar la investigación clínica para averiguar la efectividad de estos protocolos asistenciales.
La revisión está disponible en la Biblioteca Cochrane punto com buscando 'tiempo hasta el diagnóstico de tumores cerebrales'.