Avances recientes permiten a los cirujanos realizar operaciones de manera remota guiando brazos mecánicos en lugar de tener que estar al lado del paciente. Esto se denomina cirugía asistida por robot y la Revisión Cochrane de su uso en cirugía ginecológica fue actualizada en octubre 2018. Theresa Lawrie del Grupo Cochrane de Ginecología, Neurooncología y Otros Cánceres situado en Bath, en el Reino Unido, cuenta las últimas novedades.
Avances recientes permiten a los cirujanos realizar operaciones de manera remota guiando brazos mecánicos en lugar de tener que estar al lado del paciente. Esto se denomina cirugía asistida por robot y la Revisión Cochrane de su uso en cirugía ginecológica fue actualizada en octubre 2018. Theresa Lawrie del Grupo Cochrane de Ginecología, Neurooncología y Otros Cánceres situado en Bath, en el Reino Unido, cuenta las últimas novedades.
Este podcast ha sido traducido y grabado por Laura Samsó del Centro Cochrane Iberoamericano.
La cirugía asistida por robot se usa en varios países para cirugía ginecológica, especialmente para la extracción del útero, lo que se conoce como histerectomía, y también para otros procedimientos entre los que se incluyen la extracción fibromas uterinos, la restauración de la fertilidad y la reparación del prolapso de la cúpula vaginal. Este último procedimiento se denomina sarcocolpopexia. Este método también se ha usado para el tratamiento de mujeres con cáncer cervical y de endometrio.
Sin embargo, la cirugía asistida por robot es controvertida debido a los considerables intereses comerciales implicados y a que los potenciales beneficios y riesgos respecto a las técnicas quirúrgicas estándar no han sido claramente establecidos. Desafortunadamente, a pesar de la actualización de la versión previa de esta revisión, que fue publicada en 2014, aun no se han podido resolver completamente estas incertidumbres. Gran parte de la evidencia sigue siendo de baja calidad, y no se puede asegurar si hay una diferencia entre la cirugía laparoscópica (o mínimamente invasiva) asistida por robot y la convencional en relación las tasas de complicaciones generales y otros desenlaces en pacientes.
Ahora se han incluido 12 ensayos aleatorizados con poco más de mil mujeres. Ocho estudios compararon la cirugía asistida por robot con técnicas quirúrgicas convencionales para histerectomía, tres lo evaluaron para sarcocolpoplexia y el último evaluó el tratamiento quirúrgico para endometriosis. Entre los estudios en mujeres que se sometieron a histerectomía, dos de ellos involucraron mujeres con cáncer de endometrio mientras que los otros involucraron mujeres con patologías benignas.
Al comparar la cirugía laparoscópica asistida por robot con la convencional para la realización de histerectomía, no se puede asegurar si hay diferencias en cuanto a tasas de complicación durante o después de la operación, tanto para patología benigna como para cáncer. Dos estudios mostraron que las cirugías asistidas por robot tomaron 40 minutos más que las técnicas convencionales, pero las estancias hospitalarias fueron un poco menor. Sin embargo, la evidencia para estos hallazgos fue de certeza muy baja, en parte debido al alto riesgo de sesgo de los ensayos. Un estudio comparó cirugía asistida por robot con cirugía abdominal abierta para la realización de histerectomías; pero el tamaño del estudio fue demasiado pequeño, solo 20 mujeres, para poder detectar cualquier diferencia posible entre las dos técnicas.
Para la sarcocolpoplexia hay datos limitados de tres estudios que sugieren que, en general, hay poca o ninguna diferencia entre la cirugía asistida por robot y la cirugía convencional en cuanto a la tasa de complicaciones durante la operación. Sin embargo, hay evidencia de baja certeza proveniente de un estudio que sugiere que las complicaciones postoperatorias podrían ser más elevadas con la cirugía asistida por robot. En relación al tiempo de intervención, la cirugía asistida por robot para sarcocolpoplexia puede estar asociada a un aumento de la duración de la operación en comparación con la cirugía convencional, pero la duración de la estancia hospitalaria fue similar para los dos procedimientos.
Finalmente, el estudio que comparó la cirugía asistida por robot con la cirugía convencional para la endometriosis fue, una vez más, demasiado pequeño como para mostrar diferencias potenciales entre estas dos técnicas quirúrgicas.
En conclusión, evidencia de baja certeza para cirugías de histerectomía y sarcocolpoplexia sugiere que las tasas de complicaciones son similares tanto para cirugía asistida por robot como para cirugía laparoscópica convencional. En relación al cáncer ginecológico, hay mayor incerteza, ya que no se encontró evidencia comparativa sobre la recidiva del cáncer ni la supervivencia tras la cirugía para el cáncer. Debido a que la cirugía asistida por robot depende de la habilidad y experiencia del cirujano y a que es una tecnología cara, la evaluación de su efectividad y de su seguridad sigue siendo un reto que debe ser afrontado si se quiere obtener evidencia fiable sobre sus beneficios y daños potenciales.
Si quiere revisar la evidencia actual con más detalle, y para informarse sobre futuras investigaciones, puede encontrar la revisión en la Biblioteca Cochrane punto com, simplemente buscando 'robot y ginecología'.