Muchas mujeres sufren de incontinencia durante o después del embarazo, y el entrenamiento de los músculos pélvicos es una forma de mejorar esta condición. En una Revisión Cochrane actualizada en diciembre de 2017, Stephanie Woodley, Jean Hay-Smith y sus colegas, de la Universidad de Otago en Nueva Zelanda, nos presentan la evidencia de casi 40 ensayos. Ellas nos explican los hallazgos en este podcast.
Este podcast ha sido traducido por Elisenda Parellada y grabado por Salomé Planas, del Centro Cochrane Iberoamericano.
Narradora: Muchas mujeres sufren de incontinencia durante o después del embarazo, y el entrenamiento de los músculos pélvicos es una forma de mejorar esta condición. En una Revisión Cochrane actualizada en diciembre de 2017, Stephanie Woodley, Jean Hay-Smith y sus colegas, de la Universidad de Otago en Nueva Zelanda, nos presentan la evidencia de casi 40 ensayos. Ellas nos explican los hallazgos en este podcast que ha sido traducido por Elisenda Parellada y grabado por Salomé Planas, del Centro Cochrane Iberoamericano.
Stephanie: Más de un tercio de las mujeres en el segundo y tercer trimestres del embarazo experimentan incontinencia urinaria. También, aproximadamente, un tercio de mujeres pierde orina en los primeros tres meses después del parto. La incontinencia fecal es un poco menos común, pero ambos problemas tienen un gran impacto en la calidad de vida.
Investigamos los efectos de hacer un entrenamiento muscular del suelo pélvico durante el embarazo o después del nacimiento en relación a la incontinencia. Los ejercicios pueden ayudar a fortalecer los músculos del suelo pélvico, que abarcan toda la zona entre las piernas. Los músculos sostienen la vejiga, el intestino y la matriz, y ayudan a detener las fugas al cerrar las salidas de la vejiga y el intestino. Durante un largo período de tiempo, el entrenamiento fortalece los músculos al contraerlos varias veces seguidas, más de una vez al día y varios días a la semana.
En esta actualización de la Revisión Cochrane de 2012, añadimos 17 ensayos que sumaron un total de 38 ensayos controlados aleatorios. Involucrando, así, a casi 10,000 mujeres de 20 países que fueron asignadas al azar para recibir o no el entrenamiento muscular del suelo pélvico.
Jean: En general, los estudios no fueron muy grandes y la mayoría tenía problemas en el diseño, lo que hace que la calidad general de la evidencia sea baja o muy baja. Los ejercicios difirieron considerablemente entre los estudios y con frecuencia se describieron de manera deficiente. Aun así, los hallazgos de los diferentes estudios fueron generalmente consistentes. Hubo datos insuficientes para poder estar seguros de los efectos de los ejercicios sobre la incontinencia fecal, por lo que nuestras conclusiones se centran en los efectos sobre la incontinencia urinaria en tres grupos principales de mujeres.
Descubrimos que las mujeres que no tenían pérdidas cuando empezaron el entrenamiento muscular del suelo pélvico, tenían menos probabilidades de tener pérdidas de orina al final del embarazo y de tres a seis meses después del parto, en comparación con las mujeres que recibieron atención habitual. Es decir, hacer el entrenamiento muscular previene la incontinencia urinaria.
Estudios en los que se les ofreció a las mujeres consejos sobre el entrenamiento muscular del suelo pélvico, ya sea que tuvieran fugas o no, buscaban un efecto mixto de prevención y tratamiento. Asimismo, encontramos que las mujeres que comenzaron a hacer ejercicio durante el embarazo, tenían menos probabilidades de referir fugas al final del embarazo y hasta seis meses después del nacimiento.
Finalmente, nuestros últimos hallazgos principales son sobre el tratamiento. Para las mujeres embarazadas que iniciaron un entrenamiento muscular del suelo pélvico debido a que ya tenían pérdidas de orina, la evidencia es particularmente débil y no está claro si los ejercicios redujeron las pérdidas durante el final del embarazo o en el año posterior al parto. Si las mujeres comenzaron los ejercicios después de tener a su bebé, tampoco está claro si las pérdidas se redujeron en el año posterior al parto.
Stephanie: En resumen, ofrecer un entrenamiento muscular estructurado del suelo pélvico a mujeres continentes al comienzo del embarazo puede tener un efecto clínicamente importante en la prevención de la incontinencia urinaria al final del embarazo y después del parto. Los efectos son más pequeños, pero aún importantes, cuando se toma un enfoque mixto de prevención y tratamiento. Pero existe incertidumbre acerca de los efectos como tratamiento para las pérdidas en mujeres embarazadas y en el puerperio. Esto contrasta con la efectividad y seguridad bien establecida del entrenamiento en mujeres de mediana edad, y merece una mayor investigación.
Narradora: Si desea obtener más información sobre los hallazgos y las actualizaciones de la revisión Cochrane, puede visitar la BibliotecaCochrane.com y buscar 'Cochrane y el entrenamiento muscular del suelo pélvico durante el embarazo'.