Podcast: Proporcionar información a los supervivientes de ictus y a sus cuidadores

Cada año, aproximadamente 14 millones de personas en todo el mundo sufren un ictus y el Grupo Cochrane de Accidentes cerebrovasculares ha producido más de 200 revisiones en los últimos 25 años. En noviembre de 2021, se actualizó la revisión sobre la provisión de información a los sobrevivientes de ictus y sus cuidadores, y en este podcast se analizan los últimos hallazgos.

Este podcast ha sido traducido por Yasmín García del Centro Cochrane Iberoamericano y locutado por Orlando Cerón Solís del Centro Cochrane Asociado de la Universidad Nacional Autónoma de México.

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Cada año, aproximadamente 14 millones de personas en todo el mundo sufren un ictus y el Grupo Cochrane de Accidentes cerebrovasculares ha producido más de 200 revisiones en los últimos 25 años. En noviembre de 2021, se actualizó la revisión sobre la provisión de información a los sobrevivientes de ictus y sus cuidadores, y en este podcast se analizan los últimos hallazgos.

Este podcast ha sido traducido por Yasmín García del Centro Cochrane Iberoamericano y locutado por Orlando Cerón Solís del Centro Cochrane Asociado de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Un ictus es una pérdida de la función cerebral provocada por la falta de suministro de sangre, y su carácter repentino e inesperado, y los enormes problemas físicos y mentales que puede causar, pueden ser devastadores para la persona que lo sufre y para su familia. La información adecuada en el momento adecuado puede ayudar a las personas a afrontar la vida después de un ictus y a reducir el riesgo de nuevos eventos.
Es importante tener una revisión de la provisión de información para los supervivientes de ictus, porque las personas a menudo refieren que no han recibido información suficiente después de su ictus, mientras que algunas también informan que se sienten abrumadas. Además hay muchas maneras diferentes en las que se puede proporcionar información, por lo que se quería averiguar si a las personas a las que se les proporcionó información les fue mejor o peor, y contrastar dos tipos de provisión de información: la pasiva, donde se proporciona información pero no se refuerza, como al dar un folleto o un folleto personalizado; y la activa, donde las personas tienen la oportunidad de hacer preguntas sobre la información, como en reuniones y por teléfono. Se espera que, al agrupar la evidencia en esta revisión, se ayude a los profesionales sanitarios a decidir cuál es la mejor manera de abordar el suministro de información.
Se buscaron ensayos de provisión de información y el interés se centró, de forma particular, en los efectos sobre el conocimiento y la ansiedad de las personas. Mejorar el conocimiento es fundamental para lograr muchos de los beneficios previstos del suministro de información y puede ser un objetivo importante en sí mismo para las personas después de un ictus. También se decidió centrar la revisión en la ansiedad, para reflejar la confusión que las personas suelen sentir y porque esta puede empeorar si las personas se sienten abrumadas con la información.
Se encontraron 33 ensayos, 11 de ellos abordaron la provisión pasiva de información y 22 la provisión activa de información. Ninguno de los estudios comparó directamente la información activa y pasiva. Además, muchos de los estudios no midieron el conocimiento ni la ansiedad, pero aún así fue posible obtener algunos hallazgos tentativos.
Para los supervivientes de un ictus, proporcionar información de forma activa puede mejorar el conocimiento sobre el ictus y la atención del ictus. También puede reducir ligeramente la ansiedad, pero podría no ser de manera importante. La evidencia fue menos clara para la provisión de información de forma pasiva; sin embargo, se determinó que puede empeorar ligeramente la ansiedad, aunque, de nuevo, se desconoce su importancia.
La evidencia no estuvo muy clara en el caso de los cuidadores informales, es decir, amigos y familiares.
Aunque la evidencia es incierta, parece que las estrategias que involucran activamente a los supervivientes de un ictus y a los cuidadores, e incluyen un seguimiento planificado y una oportunidad para la aclaración y el refuerzo, probablemente sean mejores que no hacer nada, por lo que se deben utilizar en la práctica habitual. Estos enfoques activos también se deben preferir a los enfoques pasivos, como simplemente proporcionar un folleto.

La revisión está disponible en línea en la Biblioteca Cochrane y una búsqueda de "información para el ictus" mostrará esta revisión en la parte superior de la lista.

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