Dietas bajas en proteínas para adultos con nefropatía diabética

¿Cuál es el problema?

En personas con nefropatía diabética que no requieren diálisis, podría ser recomendable limitar la cantidad de proteínas en la alimentación para ralentizar la progresión de la enfermedad renal crónica. Sin embargo, persiste la incertidumbre sobre la cantidad de proteínas que deben consumirse.

¿Qué se hizo?

Se revisó la evidencia sobre el efecto de las dietas bajas en proteínas en la progresión de la enfermedad renal en pacientes adultos con nefropatía diabética sin diálisis. La evidencia está actualizada hasta el 17 de noviembre de 2022. Se combinaron todos los estudios, siempre que compararan una dieta baja en proteínas (0,6 a 0,8 g/kg/día) con una ingesta proteica habitual o sin restricciones (≥ 1,0 g/kg/día) durante 12 meses o más.

¿Qué se encontró?

Se identificaron ocho estudios en los que participaron 486 personas con nefropatía diabética en diferentes estadios de la enfermedad renal crónica. Los estudios incluían la diabetes tipo 1 y tipo 2. Los resultados mostraron que una dieta baja en proteínas tiene efectos inciertos sobre la ralentización del descenso de la velocidad de filtración glomerular. En comparación con una ingesta proteica habitual o sin restricciones, una dieta baja en proteínas podría tener poco o ningún efecto sobre el número de personas que mueren o progresan a una insuficiencia renal que requiere diálisis. La gran mayoría de los estudios informaron sobre el estado nutricional, y solo un estudio apuntó a una posible malnutrición en el grupo de la dieta baja en proteínas. Podría haber poca o ninguna diferencia en la calidad de vida relacionada con la salud; sin embargo, solo un estudio informó sobre este desenlace. El cumplimiento de la dieta baja en proteínas fue insatisfactorio en cuatro de los ocho estudios.

En su mayoría, la realización de los estudios incluidos fue deficiente y a menudo no se proporcionaron los datos; por lo tanto, la certeza global de la evidencia para los desenlaces de interés de esta revisión fue baja o muy baja.

Conclusiones

Debido a la falta de datos y a las dificultades para seguir una dieta tan baja en proteínas, no se sabe con certeza si una dieta de estas características retrasa la progresión de la enfermedad renal en las personas con nefropatía diabética que no reciben diálisis. Se necesitan más estudios de alta calidad con muestras grandes y un seguimiento suficiente.

Conclusiones de los autores: 

La restricción proteica de la dieta tiene efectos inciertos sobre los cambios en la función renal a lo largo del tiempo. Sin embargo, podría suponer una pequeña diferencia en el riesgo de mortalidad e insuficiencia renal. Sigue habiendo dudas sobre los niveles de ingesta de proteínas y el cumplimiento de las dietas hipoproteicas. Existen pocos datos sobre la CdVRS y los efectos adversos, como las medidas nutricionales y los episodios hiperglucémicos. Se necesitan ECA pragmáticos a gran escala con un seguimiento suficiente para las distintas fases de la ERC.

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Antecedentes: 

La nefropatía diabética (ND) sigue siendo la principal causa de insuficiencia renal en todo el mundo. Durante décadas se ha propuesto la restricción de proteínas en la dieta de los pacientes con ND con el objetivo de retrasar la progresión de la enfermedad renal crónica (ERC) hacia la insuficiencia renal. Sin embargo, no se han abordado los efectos beneficiosos y perjudiciales relativos de la restricción de las proteínas alimentarias para prevenir la progresión de la NC.

Objetivos: 

Determinar la eficacia y seguridad de las dietas hipoproteicas (DH) (0,6 a 0,8 g/kg/día) para prevenir la progresión de la ERC hacia la insuficiencia renal y reducir la incidencia de insuficiencia renal y muerte (por cualquier causa) en pacientes adultos con ND. Además, también se evaluó el efecto de las DH sobre los eventos adversos (p. ej., malnutrición, episodios de hiperglucemia o calidad de vida relacionada con la salud [CdVRS]) y el cumplimiento terapéutico.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en el Registro de estudios del Grupo Cochrane de Riñón y trasplante (Cochrane Kidney and Transplant) hasta el 17 de noviembre de 2022, mediante contacto con el documentalista, con el uso de términos de búsqueda relevantes para esta revisión. Los estudios en el registro se identifican mediante búsquedas en CENTRAL, MEDLINE, EMBASE, resúmenes de congresos, el portal de búsqueda de la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos (ICTRP) y ClinicalTrials.gov.

Criterios de selección: 

Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) o cuasialeatorizados en los que se asignó al azar a adultos con ND que no recibían diálisis a una DH (0,6 a 0,8 g/kg/día) o una dieta proteica habitual o no restringida (DPNR) (≥ 1,0 g/kg/día) durante al menos 12 meses.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores, de forma independiente, seleccionaron los estudios y extrajeron los datos. Las estimaciones globales del efecto se obtuvieron mediante un modelo de efectos aleatorios. Los resultados se sintetizaron como razones de riesgos (RR) con intervalos de confianza (IC) del 95% para los desenlaces dicotómicos y como diferencia de medias (DM) o diferencia de medias estandarizada (DME) con IC del 95% para los desenlaces continuos. La confianza en la evidencia se evaluó mediante el método GRADE (Grading of Recommendations Assessment, Development and Evaluation).

Resultados principales: 

Se identificaron ocho estudios, con 486 participantes con ND. La ingesta proteica prescrita en los grupos de intervención varió entre 0,6 y 0,8 g/kg/día. La ingesta proteica prescrita en los grupos de control fue ≥ 1,0 g/kg/día, o una ingesta proteica calculada ≥ 1,0 g/kg/día si no se facilitaban datos sobre la ingesta proteica prescrita. La duración media de las intervenciones fue de dos años (entre uno y cinco años). Los riesgos de sesgo en la mayoría de los estudios incluidos fueron altos o poco claros, sobre todo para el sesgo de ocultación de la asignación, de realización y de detección. Todos los estudios se consideraron en riesgo alto para el sesgo de realización, dada la naturaleza de las intervenciones.

La mayoría de los estudios no se diseñaron para examinar la muerte ni la insuficiencia renal. En la evidencia de certeza baja, la DH podría tener poco o ningún efecto sobre la mortalidad (cinco estudios, 358 participantes: RR 0,38; IC del 95%: 0,10 a 1,44; I² = 0%) y sobre el número de participantes que progresaron a insuficiencia renal (cuatro estudios, 287 participantes: RR 1,16; IC del 95%: 0,38 a 3,59; I² = 0%). En comparación con una ingesta proteica habitual o no restringida, sigue siendo incierto si una DH ralentiza el descenso de la velocidad de filtración glomerular a lo largo del tiempo (siete estudios, 367 participantes: DM -0,73 ml/min/1,73 m²/año; IC del 95%: -2,3 a 0,83, I² = 53%; evidencia de certeza muy baja).

Tampoco se sabe con certeza si restringir la ingesta de proteínas en la dieta influye en la reducción anual del aclaramiento de creatinina (tres estudios, 203 participantes: DM -2,39 ml/min/año; IC del 95%: -5,87 a 1,08; I² = 53%). Solo hubo un estudio que informó sobre la excreción urinaria de proteínas en 24 horas. En evidencia de certeza muy baja, la DH tuvo efectos inciertos sobre el cambio anual en la proteinuria (un estudio, 80 participantes: DM 0,90 g/24 horas; IC del 95%: 0,49 a 1,31). No hubo evidencia de malnutrición en siete estudios, mientras que un estudio observó esta afección en el grupo con DH. El cumplimiento de la DH por parte de los participantes fue insatisfactorio en casi la mitad de los estudios. Un estudio informó de que la DH no tuvo ningún efecto sobre la CdVRS. Ningún estudio informó sobre episodios hiperglucémicos.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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