Intervenciones a lo largo de la vida para prevenir y tratar la anemia

¿Cuál es el problema?

La anemia (niveles bajos de hierro en la sangre) es un problema de salud en todo el mundo, causado por factores nutricionales (p.ej., déficit de nutrientes) o no nutricionales (p.ej., enfermedades o trastornos genéticos). Sus consecuencias para la salud incluyen la fatiga, la pérdida de productividad y los desenlaces adversos del embarazo y del niño.

¿Por qué es esto importante?

La deficiencia de hierro es una causa frecuente de anemia nutricional, resultante de una falta de hierro en la alimentación o de una absorción reducida de hierro por el organismo (p.ej., los componentes del café, el té o el cacao inhiben la absorción de hierro, mientras que las bebidas y los alimentos ricos en vitamina C, como las frutas y las verduras, mejoran su absorción). Algunos tipos de anemia son prevenibles o controlables con suplementos de hierro (en cápsulas o gotas), el enriquecimiento (alimentos espolvoreados o rociados con productos con hierro) o a través de mejoras en la diversidad y la calidad de la alimentación (p.ej., educación o asesoramiento).

¿Qué evidencia se encontró?

Lactantes (seis a 23 meses)

Dos revisiones indicaron que la administración de suplementos de hierro aumentó los niveles de hemoglobina (Hb) y redujo el riesgo de anemia y de anemia por déficit de hierro (anemia ferropénica) en comparación con placebo, ninguna intervención u otras intervenciones. Seis revisiones indican que la leche o los cereales enriquecidos con hierro, el polvo de micronutrientes múltiples (PMNM), el enriquecimiento casero de los alimentos complementarios y la alimentación complementaria aumentaron los niveles de Hb y redujeron el riesgo de anemia. En una revisión, la administración de suplementos nutricionales a base de lípidos (SNL) redujo el riesgo de anemia, mientras que en otra los cereales de orugas aumentaron los niveles de Hb y redujo la prevalencia de la anemia ferropénica.

Niños en edad preescolar y escolar (dos a diez años)

Dos revisiones indicaron que la administración diaria o intermitente (p.ej., una a tres veces por semana) de suplementos de hierro aumentó los niveles de Hb y redujo el riesgo de anemia y deficiencia de hierro. Una revisión no encontró diferencias en los niveles de Hb entre la administración diaria e intermitente, pero sí un mayor riesgo de anemia y deficiencia de hierro con la administración intermitente. Una revisión encontró niveles más altos de Hb y un menor riesgo de anemia y deficiencia de hierro con los suplementos de zinc más hierro frente a los de zinc solo, otra revisión frente a las bebidas enriquecidas con micronutrientes múltiples (MNM) y otra frente a alimentos enriquecidos con micronutrientes en polvo (MNP) con hierro en el lugar de consumo.

Adolescentes (11 a 18 años)

Tres revisiones sobre la prevención o el tratamiento indicaron que la administración intermitente de suplementos de hierro solo o combinado con otros micronutrientes, los suplementos de hierro con o sin suplementos de ácido fólico o u otros suplementos de micronutrientes aumentaron los niveles de Hb y redujeron el riesgo de anemia. Una revisión indicó que la administración de suplementos nutricionales y el asesoramiento redujeron la anemia ferropénica. En una revisión sobre la prevención, la administración de suplementos de hierro con o sin ácido fólico pareció aumentar los niveles de Hb, pero no tuvo efectos sobre la incidencia de anemia.

Mujeres en edad fértil (19 a 49 años) no embarazadas

Dos revisiones indicaron que el tratamiento con hierro (oral, intravenoso, intramuscular) aumentó los niveles de Hb. Una revisión indicó que el tratamiento con hierro intravenoso aumentó los niveles de Hb en comparación con el hierro oral y otra indicó que la administración diaria de suplementos de hierro con o sin ácido fólico o vitamina C aumentó los niveles de Hb y redujo el riesgo de anemia y DH.

Embarazadas en edad fértil (15 a 49 años)

En una revisión, la administración diaria de suplementos de hierro con o sin ácido fólico aumentó los niveles de Hb en el tercer trimestre o en el momento del parto y en el período posparto, y redujo el riesgo de anemia, anemia ferropénica y DH en el tercer trimestre o en el momento del parto. Seis revisiones indicaron que el tratamiento con hierro intravenoso aumentó los niveles de Hb frente al hierro intramuscular u oral. En una revisión, la administración de suplementos de vitamina A sola aumentó los niveles de Hb y redujo el riesgo de anemia materna en comparación con placebo, ninguna intervención o la administración de otro micronutriente. Una revisión encontró que la administración oral de suplementos con lactoferrina bovina comparados con preparados orales de hierro ferroso aumentó los niveles de Hb y redujo los efectos secundarios digestivos. En una revisión, en comparación con el hierro o el ácido fólico y los MNM, los SNL aumentaron el riesgo de anemia.

Población mixta (todas las edades)

La administración de suplementos de hierro versus placebo o control aumentó los niveles de Hb en niños, adultos y ancianos sanos en cuatro revisiones. En dos revisiones, el enriquecimiento con MNM comparado con placebo o ningún tratamiento aumentó los niveles de Hb en los niños, al igual que los suplementos de hierro, pero los niveles de Hb disminuyeron en aquellos que recibieron intervenciones alimentarias. El hierro intravenoso dio lugar a niveles de Hb más altos que el hierro oral en una revisión. En otra, los suplementos de vitamina B12 o ácido fólico no aumentaron los niveles de Hb. Cada revisión indicó que los alimentos enriquecidos con hierro, la salsa de soja enriquecida con hierro, la sal doblemente enriquecida con hierro y yodo y los fideos o condimentos enriquecidos con hierro aumentaron los niveles de Hb y redujeron el riesgo de anemia. En una revisión, los alimentos preparados en ollas de hierro mostraron un potencial de aumentar los niveles de Hb en los niños.

Ninguna revisión se centró en mujeres mayores (50 a 65 años o más) ni en hombres (19 a 65 años o más) y la prevalencia de anemia y paludismo se notificó de manera muy esporádica.

¿Qué significa esto?

En comparación con ningún tratamiento, los suplementos diarios de hierro podrían aumentar la concentración de Hb y reducir el riesgo de anemia y AF en lactantes, niños en edad preescolar y escolar y mujeres embarazadas y no embarazadas. Los alimentos enriquecidos con hierro para los lactantes y el uso de ollas de hierro para los niños podrían tener beneficios en las poblaciones con bajo riesgo. Muchos ensayos informaron sobre los efectos de los suplementos, pero muy pocas revisiones se centraron en el enriquecimiento o en la mejora de la diversidad y la calidad de la alimentación. Los ensayos futuros deberían centrarse en diferentes tipos de intervenciones para aumentar la variedad de alimentos y la calidad de la alimentación.

Conclusiones de los autores: 

En comparación con ningún tratamiento, los suplementos diarios de hierro podrían aumentar la concentración de Hb y reducir el riesgo de anemia y AF en lactantes, niños en edad preescolar y escolar y mujeres embarazadas y no embarazadas. Los alimentos enriquecidos con hierro para los lactantes y el uso de ollas de hierro para los niños podrían tener beneficios profilácticos en las poblaciones con bajo riesgo de endemicidad de paludismo. En cualquier grupo etario, solo un número limitado de revisiones evaluó las intervenciones para mejorar la diversidad y la calidad de la alimentación. Los ensayos futuros deberían evaluar los efectos de este tipo de intervenciones y considerar las necesidades de las diferentes poblaciones.

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Antecedentes: 

La anemia es un problema de salud prevalente en todo el mundo. Algunos tipos son prevenibles o controlables con la administración de suplementos de hierro (pastillas o gotas), el enriquecimiento (alimentos espolvoreados o rociados con productos con hierro) o las mejoras en la diversidad y la calidad de la alimentación (p.ej., educación o asesoramiento).

Objetivos: 

Resumir la evidencia de revisiones sistemáticas sobre los efectos beneficiosos y perjudiciales de las intervenciones específicas de nutrición para prevenir y controlar la anemia a lo largo de la vida en poblaciones aparentemente sanas con o sin anemia.

Métodos: 

En agosto de 2020, se realizaron búsquedas de revisiones sistemáticas de ensayos controlados aleatorizados (ECA) en poblaciones con o sin anemia, aparentemente sanas en MEDLINE, Embase y otras diez bases de datos. Se siguió la metodología de Cochrane y se extrajeron las calificaciones GRADE cuando estas se proporcionaron. Los desenlaces principales fueron la concentración de hemoglobina (Hb), la anemia y la anemia ferropénica (AF); los secundarios fueron la deficiencia de hierro (DH), la anemia grave y los efectos adversos (p.ej., diarrea, vómitos).

Resultados principales: 

Se incluyeron 75 revisiones sistemáticas, 33 de las cuales proporcionaron evaluaciones GRADE que variaron entre alto y muy bajo.

Lactantes (seis a 23 meses; 13 revisiones)

La administración de suplementos de hierro aumentó la concentración de Hb y redujo el riesgo de anemia y AF en dos revisiones. El enriquecimiento con hierro de la leche o los cereales, el polvo de micronutrientes múltiples (PMNM), el enriquecimiento casero de los alimentos complementarios y la alimentación complementaria aumentaron la concentración de Hb y redujeron el riesgo de anemia en seis revisiones. En una revisión, la administración de suplementos nutricionales lipídicos (SNL) redujo el riesgo de anemia. En otro, el cereal de orugas aumentó la concentración de Hb y redujo la prevalencia de AF. Las estrategias basadas en alimentos (carne roja y leche de vaca enriquecida, carne de ternera) no mostraron evidencia de una diferencia (una revisión).

Niños en edad preescolar y escolar (dos a diez años; ocho revisiones)

La administración diaria o intermitente de suplementos de hierro aumentó la concentración de Hb y redujo el riesgo de anemia y DH en dos revisiones. Una revisión no encontró evidencia de diferencias en la concentración de Hb, pero sí un mayor riesgo de anemia y DH con la administración intermitente. Todas indicaron que la administración de suplementos de zinc más hierro versus zinc solo, la bebida enriquecida con micronutrientes múltiples (MNM) versus control, y el enriquecimiento de los alimentos en el lugar de consumo con micronutrientes en polvo (MNP) con hierro versus placebo o ninguna intervención podrían aumentar la concentración de Hb y reducir el riesgo de anemia y DH. Los lácteos y los cereales enriquecidos no mostraron evidencia de una diferencia en la incidencia de anemia (una revisión).

Adolescentes (11 a 18 años; cuatro revisiones)

En comparación con no administrar suplementos o el placebo, cinco tipos de suplementos de hierro podrían aumentar la concentración de Hb y reducir el riesgo de anemia (tres revisiones). Una revisión sobre la prevención no encontró pruebas de una diferencia en la incidencia de anemia con la administración de suplementos de hierro con o sin ácido fólico, pero la concentración de Hb aumentó. Otra indicó que la administración de suplementos nutricionales y el asesoramiento redujeron la AF. Una revisión que comparó el enriquecimiento con MNM con ningún enriquecimiento no observó evidencia de una diferencia en la concentración de Hb.

Mujeres en edad fértil (19 a 49 años) no embarazadas (cinco revisiones)

Dos revisiones indicaron que el tratamiento con hierro (oral, intravenoso [i.v.], intramuscular [i.m.]) aumentó la concentración de Hb; una mostró que la administración de suplementos de hierro y ácido fólico redujo la incidencia de anemia; y otra que la administración diaria de suplementos de hierro con o sin ácido fólico o vitamina C aumentó la concentración de Hb y redujo el riesgo de anemia y DH. Ninguna revisión informó sobre intervenciones relacionadas con el enriquecimiento o la diversidad y la calidad de la alimentación.

Embarazadas en edad fértil (15 a 49 años; 23 revisiones)

Una revisión indicó que la administración diaria de suplementos de hierro con o sin ácido fólico aumentó la concentración de Hb en el tercer trimestre o en el momento del parto y en el período posparto, y redujo el riesgo de anemia, AF y DH en el tercer trimestre o en el momento del parto; otra indicó que la administración intermitente de suplementos de hierro no tuvo efectos sobre la concentración de Hb y la AF, pero aumentó el riesgo de anemia cerca o en el momento del parto y la DH, y redujo el riesgo de efectos secundarios; otra revisión indicó que la administración de suplementos de vitamina A solos versus placebo, ninguna intervención u otro suplemento de micronutrientes podría aumentar la concentración de Hb materna y reducir el riesgo de anemia materna; otra revisión indicó que los MNM con hierro y ácido fólico versus placebo redujeron el riesgo de anemia; otra que la administración de suplementos con lactoferrina bovina oral versus los preparados orales de hierro ferroso aumentó la concentración de Hb y redujo los efectos secundarios gastrointestinales; otra revisión indicó que los MNM para el enriquecimiento de los alimentos en el lugar de consumo versus la administración de suplementos con hierro y ácido fólico podrían reducir la concentración de Hb a las 32 semanas de gestación y aumentar el riesgo de anemia; y otra indicó que los SNL versus hierro o ácido fólico y MNM aumentaron el riesgo de anemia.

Población mixta (todas las edades; 22 revisiones)

La administración de suplementos de hierro versus placebo o control aumentó la concentración de Hb en niños, adultos y ancianos sanos (cuatro revisiones). La concentración de Hb pareció aumentar y el riesgo de anemia y DH disminuir, en dos revisiones que investigaron el enriquecimiento con MNM versus placebo o ningún tratamiento, la harina enriquecida con hierro versus control, la sal doblemente enriquecida versus sal solo yodada, y el enriquecimiento del arroz con hierro solo o combinado con otros micronutrientes versus arroz no enriquecido o ninguna intervención. Cada revisión indicó que los condimentos o fideos enriquecidos versus los no enriquecidos, la salsa de soja enriquecida (etilendiaminotetraacetato ferrosódico; NaFeEDTA) versus la no enriquecida, y la sal doblemente enriquecida versus la sal de control podrían aumentar la concentración de Hb y reducir el riesgo de anemia. Una revisión indicó que la concentración de Hb aumentó en los niños con anemia o con AF que recibieron suplementos de hierro, y disminuyó en los que recibieron intervenciones alimentarias. Otra evaluó los efectos de los alimentos preparados en ollas de hierro, y encontró mayor concentración de Hb en los niños con bajo riesgo de paludismo en dos ensayos, pero ninguna diferencia al comparar los alimentos preparados en ollas que no eran de hierro fundido en una población mixta con riesgo alto de endemicidad de paludismo.

No hubo evidencia de diferencias en los efectos adversos. La prevalencia de anemia y de paludismo se notificaron con muy poca frecuencia. Ninguna revisión se centró en mujeres 50 a 65 años de edad o más ni en hombres (19 a 65 años o más).

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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