¿Por qué es importante esta revisión?
El trastorno de pánico es común en la población general. Se caracteriza por ataques de pánico, períodos de temor o ansiedad con una aparición rápida y en los cuales se presentan otros síntomas (que incluyen sensaciones físicas y pensamientos de temor). El tratamiento del trastorno de pánico incluye terapia conversacional y fármacos, a menudo utilizados en combinación. Los fármacos prescritos con mayor frecuencia son los antidepresivos y las benzodiazepinas. La evidencia de la eficacia en comparación son poco claras. Es importante determinar si los antidepresivos y las benzodiazepinas son efectivos y aceptables en el tratamiento del trastorno de pánico.
¿Quién estará interesado en esta revisión?
Pacientes y médicos.
¿Qué preguntas pretende contestar esta revisión?
Esta revisión pretende dar respuesta a las siguientes preguntas.
¿Cuál es la eficacia de los antidepresivos y las benzodiazepinas en comparación con otros antidepresivos y otras benzodiazepinas?
¿Cuál es la aceptabilidad de los antidepresivos y las benzodiazepinas en comparación con otros antidepresivos y otras benzodiazepinas?
¿Cuántos efectos adversos causan los antidepresivos y las benzodiazepinas en comparación con otros antidepresivos y otras benzodiazepinas?
¿Qué estudios se incluyeron en la revisión?
Se realizaron búsquedas en bases de datos electrónicas para encontrar todos los estudios pertinentes realizados hasta septiembre de 2015. Para incluirlos en la revisión, los estudios tenían que ser ensayos controlados aleatorizados que compararan tratamientos con antidepresivos y benzodiazepinas en adultos con un diagnóstico de trastorno de pánico. En la revisión se incluyeron 35 estudios con 5365 participantes.
¿Qué nos dice la evidencia de la revisión?
No se encontraron diferencias significativas entre los antidepresivos y las benzodiazepinas en cuanto a la eficacia y la tolerabilidad. No hubo información suficiente para comparar ninguna diferencia en los efectos adversos. Sin embargo, los resultados están limitados de la siguiente manera: pocos estudios contribuyeron a cada análisis, algunos estudios fueron patrocinados por compañías farmacéuticas y sólo se evaluaron los resultados a corto plazo. La calidad de la evidencia disponible fue principalmente baja, lo que significa que es muy probable que los estudios de investigación adicionales tengan una marcada repercusión sobre estos resultados.
¿Qué debe suceder a continuación?
Se deben realizar estudios con tamaños de la muestra grandes y menos riesgos de sesgo, con comparaciones directas. Es necesario analizar resultados a más largo plazo para establecer si el efecto es transitorio o duradero. Los ensayos deben informar mejor sobre cualquier efecto perjudicial presentado por los participantes durante el ensayo. Además, es probable que un metanálisis de redes del tratamiento psicofarmacológico en el trastorno de pánico con probabilidad arroje más luz sobre este tema imperioso, y a su vez podrá proporcionar más información con respecto a la eficacia comparativa.
Los estudios identificados no son suficientes para analizar integralmente los objetivos de la presente revisión. La mayoría de los estudios reclutó a un número escaso de participantes y no proporcionó datos de todos los resultados especificados en el protocolo. Por estas razones, la mayoría de los análisis tuvo escaso poder estadístico, lo que limita la exhaustividad general de la evidencia. En general, sobre la base de los resultados de la presente revisión, la posible función de los antidepresivos y las benzodiazepinas debe ser evaluada individualmente por el médico. La elección del antidepresivo o la benzodiazepina que se prescribe no se puede hacer sobre la base de esta revisión solamente y se debe basar en la evidencia de la eficacia y la tolerabilidad de los antidepresivos y las benzodiazepinas como un todo, con la inclusión de datos de estudios controlados con placebo. Los datos sobre los problemas de tolerabilidad a largo plazo asociados con la exposición a los antidepresivos y las benzodiazepinas también se deben considerar con cuidado.
La presente revisión destaca la necesidad de estudios adicionales de mayor calidad que comparen los antidepresivos con las benzodiazepinas, que se deben realizar con estándares metodológicos altos e incluir medidas de resultado pragmáticas para proporcionar a los médicos datos útiles y prácticos. Los datos de la presente revisión se incluirán en un metanálisis de redes de tratamiento psicofarmacológico en el trastorno de pánico, que se espera proporcione mayor información útil sobre este tema.
Un ataque de pánico es un episodio aislado de temor o ansiedad que tiene una aparición rápida, alcanza un punto máximo en diez minutos y durante el que se presentan al menos cuatro de 13 síntomas característicos, que incluyen palpitaciones, dolor torácico, transpiración, temblor, mareos, rubor, molestias gástricas, debilidad y disnea. El trastorno de pánico es frecuente en la población general, con una prevalencia de por vida del 1% al 4%. El tratamiento del trastorno de pánico incluye intervenciones psicológicas y farmacológicas. Entre los agentes farmacológicos, los antidepresivos y las benzodiazepinas son la base del tratamiento para el trastorno de pánico. Se han comparado diferentes clases de antidepresivos; y la British Association for Psychopharmacology y el National Institute for Health and Care Excellence (NICE) consideran a los antidepresivos (principalmente los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina [ISRS]) como el tratamiento de primera línea para el trastorno de pánico, debido al perfil de efectos adversos más favorable sobre los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) y los antidepresivos tricíclicos (ATC). Además de los antidepresivos, las benzodiazepinas se prescriben ampliamente para el tratamiento del trastorno de pánico.
Evaluar la evidencia de los efectos de los antidepresivos y las benzodiazepinas para el trastorno de pánico en adultos.
registro especializado del Grupo Cochrane de Trastornos Mentales Comunes (Specialised Register of the Cochrane Common Mental Disorders Group, CCMDCTR) hasta el 11 septiembre 2015. Este registro incluye ensayos controlados aleatorizados relevantes del Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (CENTRAL), MEDLINE (1950-), Embase (1974-) y PsycINFO (1967-). Se realizaron búsquedas manuales en las listas de referencias de los artículos pertinentes y en revisiones sistemáticas anteriores. Se estableció contacto con expertos en el tema para obtener datos adicionales.
Todos los ensayos controlados aleatorizados doble ciego que asignaron a pacientes adultos con trastorno de pánico a antidepresivos o benzodiazepinas versus otro tratamiento activo con antidepresivos o benzodiazepinas.
Dos autores de la revisión, de forma independiente, verificaron la elegibilidad y extrajeron los datos mediante un formulario estándar. Los datos se introdujeron en Revman 5.3 mediante un procedimiento de doble verificación. La información extraída incluyó las características de los estudios y de los participantes, los detalles de la intervención, los ámbitos y las medidas de resultado en cuanto a eficacia, aceptabilidad y tolerabilidad.
En esta revisión se incluyeron 35 estudios con 6785 participantes en general (5365 en los brazos de interés [antidepresivo y benzodiazepinas como monoterapia]); sin embargo, debido a que los estudios analizaron muchas comparaciones diferentes, sólo unos pocos ensayos proporcionaron datos para los resultados primarios. Se encontró evidencia de baja calidad que no indicaron diferencias entre los antidepresivos y las benzodiazepinas en cuanto a la tasa de respuesta (riesgo relativo [RR] 0,99; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,67 a 1,47; participantes = 215, estudios = 2). Evidencia de calidad muy baja indicó un efecto beneficioso de las benzodiazepinas en comparación con los antidepresivos en cuanto a los abandonos debido a cualquier causa, aunque el intervalo de confianza (IC) varió de casi ninguna diferencia al beneficio con las benzodiazepinas (RR 1,64; IC del 95%: 1,03 a 2,63; participantes = 1449, estudios = 7). Se encontró cierta evidencia que indicaron que los inhibidores de la recaptación de serotonina (ISRS) se toleran mejor que los ATC (al analizar el número de pacientes que presentan efectos adversos). No fue posible encontrar diferencias clínicamente significativas entre las benzodiazepinas individuales. La mayoría los estudios no informó los detalles de la generación de la secuencia de asignación al azar ni la ocultación de la asignación; de igual manera, no proporcionaron detalles acerca de las estrategias para asegurar el cegamiento. El protocolo de los estudios no estuvo disponible en casi todos los estudios, por lo que fue difícil evaluar la posibilidad de sesgo de informe de resultado. La información sobre los efectos adversos fue muy limitada.
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