Regímenes de líquidos parenterales para mejorar el resultado funcional en pacientes con accidente cerebrovascular agudo

Pregunta de la revisión

¿Cuál es el mejor tipo de líquido, volumen de líquidos, modalidad de administración de líquidos y duración del tratamiento con líquidos para reducir el riesgo de muerte o dependencia en pacientes con accidente cerebrovascular agudo?

Antecedentes

Los líquidos administrados en una vena (intravenosos, o IV) o bajo la piel (subcutáneos) se usan comúnmente en los pacientes con accidente cerebrovascular, aunque no hay guías claras sobre el mejor tratamiento con líquidos en dichos casos. Se pueden utilizar varios tipos diferentes de líquidos: los líquidos isotónicos, o cristaloides son soluciones que contienen cantidades similares de sales disueltas como en las células normales y la sangre, mientras que los líquidos hipertónicos, o coloides contienen generalmente más partículas disueltas (o partículas más grandes) que en las células normales y la sangre. Los líquidos también pueden administrarse en volúmenes diferentes, o durante diferentes periodos. En consecuencia, se realizaron búsquedas en la bibliografía disponible para encontrar respuestas a estas preguntas.

Características de los estudios

Las pruebas están actualizadas hasta mayo 2015. Se encontraron 12 estudios relevantes (con 2351 participantes) que comparaban coloides con cristaloides. Once de estos estudios incluían a pacientes con accidente cerebrovascular isquémico (accidente cerebrovascular causado por un coágulo), mientras que un estudio incluyó a pacientes con accidente cerebrovascular hemorrágico (accidente cerebrovascular debido a una hemorragia). Cinco de estos estudios (1420 participantes) también realizaron una comparación entre solución salina al 0,9%, el líquido intravenoso prescrito más comúnmente y otro tipo de líquido. El estudio más grande tuvo 841 participantes, mientras que el más pequeño tenía 27 participantes. La duración de la administración de líquidos varió entre los ensayos, desde dos horas hasta diez días.

Diez estudios revelaron una fuente de financiamiento. De los mismos, dos estudios fueron financiados por fabricantes de líquidos.

Resultados clave

No se encontró ningún estudio que examinara el mejor volumen de líquidos, la modalidad de administración de líquidos o la duración del tratamiento con líquidos.

Se encontró que los pacientes con accidente cerebrovascular agudo que recibieron cristaloides (incluida la solución salina al 0,9%) presentaron aproximadamente el mismo riesgo de muerte o dependencia que los pacientes que recibieron otros tipos de líquidos. Los pacientes que recibieron cristaloides también presentaron un riesgo menor de edema pulmonar, una complicación que puede dar lugar a disnea debido a la colección excesiva de líquido acuoso en los pulmones. A partir de las pruebas obtenidas, fue difícil establecer cualquier conclusión concreta acerca de qué líquidos fueron mejores para reducir el edema cerebral o una infección pulmonar grave (neumonía).

No se hallaron pruebas para guiar el mejor volumen, duración o modalidad de administración de líquidos parenterales para los pacientes con accidente cerebrovascular agudo.

Calidad de la evidencia

La mayoría de los estudios tuvieron un riesgo bajo a moderado de sesgo basado en las limitaciones de los estudios y la inconsistencia. La mayoría de los estudios informó los resultados predefinidos.

Conclusiones de los autores: 

No se hallaron pruebas de que los coloides se asociaran con probabilidades menores de muerte o dependencia a plazo medio después del accidente cerebrovascular en comparación con los cristaloides, aunque los coloides se asociaron con mayores probabilidades de edema pulmonar. No se hallaron pruebas para guiar el mejor volumen, duración o modalidad de administración de líquidos parenterales para los pacientes con accidente cerebrovascular agudo.

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Antecedentes: 

Los líquidos parenterales se usan comúnmente en los pacientes con accidente cerebrovascular agudo cuya ingestión de líquidos orales es deficiente. Sin embargo, no se conoce el equilibrio entre los efectos beneficiosos y perjudiciales de diferentes regímenes de líquidos.

Objetivos: 

Evaluar si los diferentes regímenes de líquidos parenterales dieron lugar a diferencias en la muerte, o la muerte o dependencia, después del accidente cerebrovascular sobre la base del tipo de líquido, el volumen, la duración y la modalidad de administración.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Accidentes Cerebrales Vasculares (Cochrane Stroke Group) (mayo 2015), Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (CENTRAL), Base de Datos Cochrane de Revisiones Sistemáticas (Cochrane Database of Systematic Reviews) (CDSR) y en la Database of Abstracts of Reviews of Effects (DARE) (Cochrane Library 2015, número 5), MEDLINE (2008 hasta mayo 2015), EMBASE (2008 hasta mayo 2015) y en CINAHL (1982 hasta mayo 2015). También se hicieron búsquedas de registros de ensayos en curso (mayo 2015) y listas de referencias, se realizó una búsqueda de referencias citadas, y se contactó con autores.

Criterios de selección: 

Ensayos aleatorios de los regímenes de líquidos parenterales en adultos con accidente cerebrovascular isquémico o hemorrágico en el plazo de los siete días desde la aparición del accidente cerebrovascular que informaran la muerte o la dependencia.

Obtención y análisis de los datos: 

Un autor de la revisión examinó los títulos y resúmenes. Se obtuvieron los artículos completos de los estudios relevantes y dos autores de la revisión, de forma independiente, seleccionaron los ensayos para su inclusión y extrajeron los datos. Se utilizó la herramienta Cochrane para la evaluación del sesgo.

Resultados principales: 

Se incluyeron 12 estudios (2351 participantes: rango 27 a 841).

Características: Los 12 estudios incluidos compararon líquidos hipertónicos (coloides) con isotónicos (cristaloides); de los mismos, cinco estudios (1420 participantes) también compararon solución salina al 0,9% con otro líquido. No había datos disponibles para hacer otras comparaciones. El periodo desde el accidente cerebrovascular hasta el reclutamiento varió desde menos de 24 horas a 72 horas. La duración de la administración de líquidos fue de entre dos horas y diez días.

Evaluación del sesgo: Los investigadores y los participantes de ocho de los 12 estudios incluidos fueron cegados a la asignación al tratamiento, siete de los 12 estudios incluidos proporcionaron detalles de la asignación al azar, y ocho de los 12 estudios incluidos informaron todos los resultados medidos.

Resultados: No hubo ningún ensayo relevante completado que considerara el efecto del volumen, la duración o la modalidad de la administración de líquidos sobre la muerte o la dependencia en pacientes con accidente cerebrovascular.

Las probabilidades de muerte o dependencia fueron similares en los participantes asignados a los regímenes de líquidos coloides o cristaloides (odds ratio [OR] 0,97; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,79 a 1,21; cinco estudios, I² = 58%, pruebas de baja calidad) y entre la solución salina al 0,9% u otros regímenes de líquidos (OR 1,04; IC del 95%: 0,82 a 1,32; tres estudios, I² = 71%, pruebas de baja calidad). Hubo heterogeneidad apreciable en estos cálculos.

Las probabilidades de muerte fueron similares entre los líquidos coloides y cristaloides (OR 1,02; IC del 95%: 0,82 a 1,27; 12 estudios, I² = 24%, pruebas de calidad moderada) y la solución salina al 0,9% y otros líquidos (OR 0,87; IC del 95%: 0,67 a 1,12; cinco estudios, I² = 53%, pruebas de baja calidad). Las probabilidades de edema pulmonar fueron mayores en los participantes asignados a los coloides (OR 2,34; IC del 95%: 1,28 a 4,29; I² = 0%). Aunque los estudios observaron un riesgo mayor de edema cerebral (OR 0,20; IC del 95%: 0,02 a 1,74) y neumonía (OR 0,58; IC del 95%: 0,17 a 2,01) con los cristaloides, no fue posible excluir efectos beneficiosos o perjudiciales clínicamente importantes.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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