Intervenciones para mejorar la capacidad de levantarse desde la posición de sentado después del accidente cerebrovascular

Pregunta

Se deseó evaluar la efectividad del entrenamiento, los ejercicios u otras intervenciones dirigidas a ayudar a los pacientes que sufrieron un accidente cerebrovascular a levantarse de forma independiente desde una posición de sentado, en comparación con la atención habitual o ninguna intervención.

Antecedentes

Levantarse hasta levantarse desde la posición de sentado es una de las tareas realizadas con mayor frecuencia en la vida cotidiana y es algo que las personas deben poder hacer para comenzar a caminar. Después de un accidente cerebrovascular, los pacientes pueden presentar dificultades para levantarse hasta levantarse desde la posición de sentado. Esta revisión consideró el efecto del entrenamiento o los ejercicios en la capacidad de levantarse hasta levantarse, y también procuró considerar el efecto de diferentes posiciones de la silla que podrían ayudar a los pacientes a incorporarse hasta levantarse.

Características de los estudios

Se identificaron 13 estudios hasta junio 2013. Estos estudios incluyeron a 603 participantes que habían tenido un accidente cerebrovascular. Doce de los estudios investigaron el efecto de diferentes tipos de entrenamiento o ejercicios: seis estudios (276 participantes) investigaron el entrenamiento repetitivo para levantarse desde la posición de sentado, cuatro estudios (264 participantes) investigaron un programa de entrenamiento de ejercicios que incluía entrenamiento para levantarse desde la posición de sentado, un estudio (12 participantes) incluyó un programa de entrenamiento (entrenamiento para sentarse) dirigido a mejorar la capacidad de levantarse desde la posición de sentado y un estudio (42 participantes) investigó la provisión de información (acerca de la simetría del peso que recae en los pies) al levantarse desde la posición de sentado. Uno de los estudios investigó el efecto de la postura inicial para levantarse desde la posición de sentado: este estudio (nueve participantes) comparó la capacidad de levantarse desde la posición de sentado con un bastón y sin un bastón. Dicho estudio realizó mediciones en los pacientes durante tres pruebas que incluían levantarse hasta la bipedestación con un bastón, y tres pruebas que incluían levantarse hasta la bipedestación sin un bastón; no hubo período de entrenamiento.

Resultados clave

La combinación de los resultados de estos estudios proporciona pruebas de que el entrenamiento o los ejercicios dirigidos a mejorar el rendimiento al levantarse desde la posición de sentado presentan efectos beneficiosos en comparación con la atención habitual, ningún tratamiento o una intervención alternativa: los pacientes que participaron en el entrenamiento o los ejercicios lograron mayor rapidez al levantarse hasta la bipedestación y aumentaron la cantidad de peso que recae en la pierna afectada por el accidente cerebrovascular. También hubo algunas pruebas de que estos efectos beneficiosos todavía estaban presentes varios meses después del final del entrenamiento. El entrenamiento para levantarse desde la posición de sentado no pareció afectar el número de caídas de los pacientes, aunque las pruebas fueron de calidad deficiente. No hubo pruebas suficientes para determinar cuál es la cantidad ideal de entrenamiento o de ejercicio, aunque los resultados sugieren que el entrenamiento tres veces a la semana durante dos a tres semanas puede ser suficiente para lograr un efecto beneficioso. No se encontraron pruebas de efectos sobre los resultados diferentes al tiempo hasta levantarse desde la posición de sentado o el peso que recae en la pierna afectada, ni pruebas de que la duración del programa de entrenamiento o el tiempo desde que los participantes sufrieron el accidente cerebrovascular produjeran diferencias en los resultados. Los estudios que se encontraron principalmente incluyeron a pacientes que podían caminar y levantarse desde la posición de sentado de forma independiente al comienzo del estudio, de manera que estos resultados sólo son relevantes a este grupo de pacientes. En otras palabras, estos resultados no son relevantes a los pacientes que no pueden levantarse desde la posición de sentado de forma independiente y se necesita investigación adicional para examinar el efecto del entrenamiento para levantarse desde la posición de sentado para estos pacientes. Los estudios disponibles indican que las intervenciones efectivas pueden ser el entrenamiento repetitivo específico para levantarse desde la posición de sentado o los programas de ejercicio que incluyen levantarse desde la posición de sentado de forma repetitiva. Las pruebas son insuficientes para establecer conclusiones en relación con la duración o la intensidad del entrenamiento.

Calidad de la evidencia

No se encontraron pruebas suficientes en relación con el resultado primario de la capacidad de levantarse desde la posición de sentado de forma independiente para establecer conclusiones generalizables. Sin embargo, se encontraron pruebas de calidad moderada, de un número relativamente bajo de estudios pequeños, de que las intervenciones para mejorar la capacidad de levantarse desde la posición de sentado pueden presentar un efecto beneficioso sobre la velocidad al levantarse hasta la bipedestación y sobre el peso que recae en la pierna afectada. No se encontraron pruebas suficientes para establecer conclusiones acerca del efecto del entrenamiento para levantarse desde la posición de sentado en otros resultados. Se recomienda la realización de ensayos clínicos amplios para confirmar los resultados de esta revisión, y para investigar los efectos de diferentes números de repeticiones y duraciones del tratamiento. Los estudios futuros deben incluir una medida de la capacidad funcional, y deben medir los resultados a largo plazo así como los resultados inmediatamente posteriores al tratamiento.

Conclusiones de los autores: 

Esta revisión encontró pruebas insuficientes en relación con el resultado primario de la capacidad de levantarse desde la posición de sentado de forma independiente para establecer conclusiones generalizables. Esta revisión encontró pruebas de calidad moderada de que las intervenciones para mejorar la capacidad de levantarse desde la posición de sentado puede tener un efecto beneficioso en el tiempo hasta levantarse desde la posición de sentado y la simetría lateral al levantarse desde la posición de sentado, en la población de pacientes con accidente cerebrovascular que ya eran capaces de levantarse desde la posición de sentado de forma independiente. No hubo pruebas suficientes para establecer conclusiones en relación con el efecto de las intervenciones para mejorar la capacidad de levantarse desde la posición de sentado en la fuerza vertical máxima de reacción del suelo, la capacidad funcional y las caídas. Esta revisión contribuye a un grupo creciente de pruebas de que el entrenamiento repetitivo específico de tareas es beneficioso para los resultados en los pacientes que reciben rehabilitación tras un accidente cerebrovascular.

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Antecedentes: 

Ponerse de pie desde una posición de sentado es una de las tareas funcionales realizadas con mayor frecuencia, es un prerrequisito esencial para caminar y es importante para la vida independiente y para la prevención de caídas. Después del accidente cerebrovascular, los pacientes pueden experimentar varios problemas en relación con la capacidad de levantarse desde la posición de sentado de forma independiente.

Objetivos: 

Examinar las pruebas de la efectividad de las intervenciones dirigidas a mejorar la capacidad de levantarse desde la posición de sentado después del accidente cerebrovascular. Los objetivos primarios fueron determinar (1) el efecto de las intervenciones que alteran la postura inicial (que incluyen altura de la silla, posición del pie, apoyabrazos) en la capacidad de levantarse desde la posición de sentado de forma independiente; y (2) el efecto de las intervenciones de rehabilitación (como la práctica repetitiva y los programas de ejercicio) en la capacidad de levantarse desde la posición de sentado de forma independiente. Los objetivos secundarios fueron determinar los efectos de las intervenciones dirigidas a mejorar la capacidad de levantarse desde la posición de sentado en: (1) el tiempo hasta levantarse desde la posición de sentado; (2) la simetría de la distribución del peso al levantarse desde la posición de sentado; (3) las fuerzas verticales máximas de reacción del suelo al levantarse desde la posición de sentado; (4) el movimiento lateral del centro de presión al levantarse desde la posición de sentado; y (5) la incidencia de caídas.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Accidentes Cerebrales Vasculares (Cochrane Stroke Group) (junio 2013), CENTRAL (2013, número 5), MEDLINE (1950 hasta junio 2013), EMBASE (1980 hasta junio 2013), CINAHL (1982 hasta junio 2013), AMED (1985 hasta junio 2013) y en seis seis bases de datos adicionales. También se buscó en las listas de referencias y los registros de ensayos y se contactó con expertos.

Criterios de selección: 

Ensayos aleatorios en adultos después del accidente cerebrovascular en los que: la intervención se centrara en influir en la capacidad de levantarse desde la posición de sentado al alterar la postura del paciente, o el diseño de la silla; se declarara que el objetivo de la intervención era mejorar la capacidad de levantarse desde la posición de sentado; o la intervención incluyera ejercicios con práctica repetida del movimiento de levantarse desde la posición de sentado (práctica específica de tareas de levantarse desde la posición de sentado).

El resultado primario de interés fue la capacidad de levantarse desde la posición de sentado de forma independiente. Los resultados secundarios incluyeron el tiempo hasta levantarse desde la posición de sentado, las medidas de la simetría lateral al levantarse desde la posición de sentado, la incidencia de caídas y las puntuaciones de la capacidad funcional general.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión examinaron los resúmenes, extrajeron los datos y evaluaron los ensayos de forma independiente. Se emprendió una evaluación de la calidad metodológica para la generación de la secuencia aleatoria, la ocultación de la asignación, el cegamiento de los evaluadores de resultado y el método para manejar los datos faltantes.

Resultados principales: 

Trece estudios (603 participantes) cumplieron los criterios de inclusión para esta revisión, y los datos de 11 de estos estudios se incluyeron en los metanálisis. Doce de los trece estudios incluidos investigaron intervenciones de rehabilitación; uno (nueve participantes) investigó el efecto de alterar la postura inicial para levantarse desde la posición de sentado. Sólo cuatro estudios se consideraron en riesgo bajo de sesgo para todos los parámetros metodológicos evaluados. La mayoría de los ensayos controlados aleatorios incluyeron a participantes que ya eran capaces de levantarse desde la posición de sentado o de caminar de forma independiente.

Sólo un estudio (48 participantes), que se consideró en riesgo alto de sesgo, informó el resultado primario de interés, la capacidad de levantarse desde la posición de sentado de forma independiente, y halló que el entrenamiento aumentó las probabilidades de lograr levantarse desde la posición de sentado de forma independiente en comparación con el control (odds ratio [OR] 4,86; intervalo de confianza [IC] del 95%: 1,43 a 16,50; pruebas de muy baja calidad).

Las intervenciones o el entrenamiento para levantarse desde la posición de sentado mejoraron el tiempo hasta levantarse desde la posición de sentado y la simetría lateral (distribución del peso entre las piernas) al levantarse desde la posición de sentado (diferencia de medias estandarizada [DME] -0,34; IC del 95%: -0,62 a -0,06; siete estudios, 335 participantes; y DME 0,85; IC del 95%: 0,38 a 1,33; cinco estudios, 105 participantes respectivamente, ambas pruebas de calidad moderada). Estas mejorías se mantienen durante el seguimiento a largo plazo.

Se identificaron pocos ensayos que evaluaban el efecto del entrenamiento para levantarse desde la posición de sentado en la fuerza vertical máxima de reacción del suelo (un estudio, 54 participantes) y la capacidad funcional (dos estudios, 196 participantes), los cuales proporcionaron pruebas de calidad muy baja y baja respectivamente.

El efecto del entrenamiento para levantarse desde la posición de sentado en el número de caídas fue impreciso, y no se demostraron efectos beneficiosos ni perjudiciales (OR 0,75; IC del 95%: 0,46 a 1,22; cinco estudios, 319 participantes, pruebas de baja calidad). La mayoría de los estudios que evaluaron las caídas se consideraron en riesgo alto de sesgo.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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