¿Los productos de tabaco calentado ayudan a dejar de fumar, son seguros para este fin y han provocado un descenso de las tasas de tabaquismo?

Mensajes clave

El tabaco calentado probablemente expone a las personas a menos toxinas que los cigarrillos, pero posiblemente a más que cuando no se consume ningún tipo de tabaco. La caída de las ventas de cigarrillos parece haberse acelerado tras el lanzamiento del tabaco calentado en Japón, pero no se sabe si esto se debe a que las personas han cambiado los cigarrillos por el tabaco calentado.

Se necesitan más estudios de investigación financiados de forma independiente sobre si el tabaco calentado ayuda a las personas a dejar de fumar, si provoca efectos no deseados, así como el efecto del aumento del consumo de tabaco calentado sobre las tasas de tabaquismo.

¿Qué son los productos de tabaco calentado o por calentamiento?

Los productos de tabaco por calentamiento están diseñados para calentar el tabaco a una temperatura lo suficientemente alta como para liberar vapor, sin quemarlo ni producir humo. Se diferencian de los cigarrillos electrónicos en que calientan hoja de tabaco en lugar de un líquido. Muchas de las sustancias químicas perjudiciales del humo de los cigarrillos se crean al quemar el tabaco. Así que calentar el tabaco sin quemarlo podría reducir la cantidad de sustancias químicas que ingiere el consumidor. Algunas personas afirman haber dejado de fumar cigarrillos por completo al pasar a utilizar tabaco por calentamiento.

¿Por qué se ha elaborado esta revisión Cochrane?

Dado que el consumo de cigarrillos es adictivo, a muchas personas les resulta difícil dejarlo a pesar de los daños que causa. El objetivo de esta revisión fue averiguar si el intento de cambiar al tabaco calentado ayuda a las personas a dejar de fumar cigarrillos, y si provoca efectos no deseados. También se quería averiguar si el aumento del consumo de tabaco por calentamiento ha afectado a los índices de tabaquismo o las ventas de cigarrillos.

¿Qué se hizo?

Se buscaron estudios que informaran sobre el uso del tabaco por calentamiento para dejar de fumar, así como sobre los efectos no deseados y la exposición a las toxinas en las personas a las que se les pidió que usaran este producto. En esta revisión sólo se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados, en los que los tratamientos se administraron a las personas de forma aleatoria. Este tipo de estudio se considera la forma más fiable de determinar si un tratamiento funciona. Por último, se buscaron estudios que analizaran los cambios en las tasas de tabaquismo y las ventas de cigarrillos tras el lanzamiento del tabaco por calentamiento al mercado. Se incluyeron estudios publicados hasta enero de 2021.

Datos encontrados

Se encontraron 13 estudios relevantes. Ningún estudio informó acerca de si el tabaco calentado ayuda a las personas a dejar de fumar cigarrillos. Once ensayos, todos ellos financiados por empresas tabacaleras y con 2666 fumadores adultos, compararon los efectos no deseados y los niveles de toxinas en personas asignadas al azar a utilizar tabaco por calentamiento o a seguir fumando cigarrillos o a abstenerse de consumir tabaco.

Dos estudios analizaron cómo cambiaron las tendencias de las ventas de cigarrillos tras el lanzamiento del tabaco por calentamiento en Japón.

¿Cuáles son los resultados de la revisión?

No se sabe si el uso de tabaco por calentamiento ayuda a las personas a dejar de fumar cigarrillos (ningún estudio lo ha medido).

No se sabe si las probabilidades de presentar síntomas no deseados por el hecho de que se les pida que usen tabaco calentado son diferentes en comparación con el consumo de cigarrillos (seis estudios, 1713 participantes) o ningún tabaco (dos estudios, 237 participantes). Los síntomas graves no deseados en el corto período de tiempo estudiado (un promedio de 13 semanas) fueron escasos en todos los grupos, lo que hace que las diferencias no estén claras. Los niveles de toxinas fueron probablemente más bajos en las personas que usaban tabaco por calentamiento que en las que fumaban cigarrillos (diez estudios, 1959 participantes), pero podrían ser más altos que los de las personas que no consumían ningún producto del tabaco (cinco estudios, 382 participantes).

El lanzamiento de productos de tabaco por calentamiento en Japón podría haber provocado que el descenso de las ventas de cigarrillos se acelere con el tiempo (dos estudios), pero no está claro si el descenso del porcentaje de personas que fuman también se aceleró porque ningún estudio lo analizó.

¿Qué fiabilidad tienen los resultados?

Los resultados se basan en los datos de un escaso número de estudios, la mayoría de los cuales fueron financiados por empresas tabacaleras.

Es probable que los resultados acerca de los efectos no deseados cambien cuando haya más evidencia disponible. Sin embargo, se tiene una seguridad moderada de que las concentraciones de las toxinas medidas son más bajas en las personas que consumen tabaco calentado que en las que fuman cigarrillos, pero menos seguridad en dichas concentraciones sean más altas que en las personas que no consumen ningún tipo de tabaco. También existen más dudas con respecto a que la salida al mercado del tabaco por calentamiento haya acelerado la caída de las ventas de cigarrillos, ya que los resultados proceden de un solo país.

Conclusiones de los autores: 

Ningún estudio informó sobre el abandono del consumo de cigarrillos, por lo que la efectividad del tabaco calentado para este propósito aún es incierta. No hubo evidencia suficiente a corto plazo de diferencias en el riesgo de eventos adversos o adversos graves entre las personas asignadas al azar a cambiar a tabaco calentado, fumar cigarrillos o intentar abstenerse de consumir tabaco. Hubo evidencia de certeza moderada de que los consumidores de tabaco calentado tienen una menor exposición a tóxicos/carcinógenos que los fumadores de cigarrillos y evidencia de certeza muy baja a moderada de una mayor exposición que los que intentan abstenerse de consumir cualquier tipo de tabaco. Se necesitan estudios de investigación con financiación independiente sobre la efectividad y la seguridad de los PTC.

El ritmo de descenso de las ventas de cigarrillos se aceleró tras la introducción del tabaco calentado en el mercado japonés pero, como los datos fueron observacionales, es posible que otros factores causaran estos cambios. Además, es posible que el descenso de las ventas de cigarrillos no se traduzca en un descenso de la prevalencia del tabaquismo, y que los cambios en Japón no se generalicen a otros lugares. Para esclarecer el efecto del aumento del consumo de tabaco calentado sobre la prevalencia del tabaquismo, se necesitan estudios de series de tiempo que examinen esta asociación.

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Antecedentes: 

Los productos de tabaco por calentamiento o calentado (PTC) están diseñados para calentar el tabaco a una temperatura lo suficientemente alta como para liberar un aerosol, sin quemarlo ni producir humo. Se diferencian de los cigarrillos electrónicos en que calientan hoja de tabaco en lugar de un líquido. Las empresas que fabrican PTC afirman que producen menos sustancias químicas nocivas que los cigarrillos convencionales. Algunas personas afirman haber dejado de fumar cigarrillos por completo al pasar a utilizar los PTC, por lo que los médicos deben saber si son eficaces para este propósito y relativamente seguros. Además, para regular adecuadamente los PTC, los responsables de políticas sanitarias deben comprender su efecto en la salud y en la prevalencia del tabaquismo.

Objetivos: 

Evaluar la efectividad y la seguridad de los PTC para el abandono del hábito de fumar y el efecto de los PTC en la prevalencia del tabaquismo.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en el Registro especializado del Grupo Cochrane de Tabaquismo (Cochrane Tobacco Addiction Group), en CENTRAL, en MEDLINE y en otras seis bases de datos en busca de registros relevantes hasta enero de 2021, junto con la comprobación de las referencias y el contacto con los autores de los estudios y los grupos pertinentes.

Criterios de selección: 

Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados (ECA) en los que personas que fumaban cigarrillos se asignaron al azar a cambiar al uso exclusivo de PTC o a una condición control. Los desenlaces elegibles fueron abandono del hábito de fumar, eventos adversos y biomarcadores seleccionados. Los ECA realizados en un ámbito clínico o ambulatorio se consideraron elegibles a la hora de evaluar la seguridad y se incluyeron los que asignaron al azar a los participantes a utilizar exclusivamente PTC, fumar cigarrillos o intentar abstenerse de consumir cualquier tipo de tabaco. Los estudios de series de tiempo también se podían incluir si examinaban el impacto a nivel poblacional del tabaco por calentamiento sobre la prevalencia del tabaquismo o las ventas de cigarrillos como medida indirecta.

Obtención y análisis de los datos: 

Se siguieron los métodos Cochrane estándar de revisión y extracción de los datos. Los principales criterios de valoración de esta revisión fueron la abstinencia de fumar en el punto temporal de seguimiento más largo disponible, los eventos adversos, los eventos adversos graves y los cambios en la prevalencia del tabaquismo o las ventas de cigarrillos. Otros desenlaces incluyeron biomarcadores de efectos perjudiciales y exposición a tóxicos/carcinógenos (p. ej., NNAL y carboxihemoglobina [COHb]). Se utilizó el modelo de efectos fijos de Mantel-Haenszel para calcular las razones de riesgos (RR) con un intervalo de confianza (IC) del 95% para los desenlaces dicotómicos. Para los desenlaces continuos se calcularon las diferencias de medias en la escala transformada logarítmica (DML) con los IC del 95%. Cuando fue posible los datos de todos los estudios se agruparon mediante un metanálisis.

Resultados principales: 

Se incluyeron 13 estudios completos, de los cuales 11 eran ECA que evaluaron la seguridad (2666 participantes) y dos eran estudios de series de tiempo. Se consideró que ocho ECA tenían un riesgo de sesgo incierto y tres un riesgo alto. Todos los ECA estuvieron financiados por empresas tabacaleras. La mediana de la duración del seguimiento fue 13 semanas.

Ningún estudio informó sobre los desenlaces de abandono del hábito de fumar.

No hubo evidencia suficiente de una diferencia en el riesgo de eventos adversos entre los fumadores asignados al azar a cambiar a tabaco calentado o a seguir fumando cigarrillos, limitada por la imprecisión y el riesgo de sesgo (RR 1,03; IC del 95%: 0,92 a 1,15; I2 = 0%; seis estudios, 1713 participantes). No hubo evidencia suficiente para determinar si el riesgo de eventos adversos graves difirió entre los grupos debido a la imprecisión muy grave y al riesgo de sesgo (RR 0,79; IC del 95%: 0,33 a 1,94; I2 = 0%; cuatro estudios, 1472 participantes). Hubo evidencia de certeza moderada de que la NNAL y la COHb fueron más bajas durante el seguimiento en los grupos que fumaban tabaco por calentamiento que en los que fumaban cigarrillos, limitada por el riesgo de sesgo (NNAL: DML -0,81; IC del 95%: -1,07 a -0,55; I2 = 92%; diez estudios, 1959 participantes; COHb: DML -0,74; IC del 95%: -0,92 a -0,52; I2 = 96%; nueve estudios, 1807 participantes). La evidencia de otros biomarcadores de exposición se presentan en el cuerpo del texto de la revisión.

No hubo evidencia suficiente de una diferencia en el riesgo de eventos adversos entre los fumadores asignados al azar a cambiar a tabaco calentado o a intentar abstenerse de consumir cualquier tabaco, limitado por el riesgo de sesgo y la imprecisión (RR 1,12; IC del 95%: 0,86 a 1,46; I2 = 0%; dos estudios, 237 participantes). Cinco estudios informaron de que no se produjeron eventos adversos graves en ninguno de los grupos (533 participantes). Hubo evidencia de certeza moderada, limitada por el riesgo de sesgo, de que las concentraciones de NNAL en orina durante el seguimiento fueron mayores en el grupo de consumo de tabaco calentado en comparación con el grupo de abstinencia (DML 0,50; IC del 95%: 0,34 a 0,66; I2 = 0%; cinco estudios, 382 participantes). Además, hubo evidencia de certeza muy baja, limitada por el riesgo de sesgo, la inconsistencia y la imprecisión, de una mayor COHb en el grupo de consumo de tabaco calentado en comparación con el grupo de abstinencia en los análisis por intención de tratar (DML 0,69; IC del 95%: 0,07 a 1,31; tres estudios, 212 participantes), pero una menor COHb en los análisis por protocolo (DML -0,32; IC del 95%: -1,04 a 0,39; dos estudios, 170 participantes). La evidencia relacionada con biomarcadores adicionales se presentan en el cuerpo del texto de la revisión.

Los datos de dos estudios de series de tiempo mostraron que el ritmo de descenso de la venta de cigarrillos se aceleró tras la introducción del tabaco calentado en el mercado japonés. Esta evidencia fue de certeza muy baja, ya que hubo riesgo de sesgo, además de posibles factores de confusión, y las ventas de cigarrillos son una medida indirecta de la prevalencia del tabaquismo.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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