Terapias psicológicas para personas con anorexia nerviosa grave y persistente

Mensajes clave

1. Un pequeño estudio de personas con anorexia nerviosa grave y persistente comparó dos terapias: la terapia cognitivo-conductual y el tratamiento clínico de apoyo especializado.
2. No hay evidencia suficiente para afirmar con certeza si una terapia específica es más eficaz que otra.
3. Se necesitan estudios más amplios para investigar los efectos beneficiosos del tratamiento en las personas con ANGP.

¿Por qué es importante esta revisión?

La anorexia nerviosa es un trastorno alimentario y una enfermedad mental grave. Las personas con anorexia nerviosa suelen tener un peso corporal muy bajo, un temor intenso a engordar y una percepción distorsionada de su peso. El principal tratamiento de la anorexia nerviosa es la terapia psicológica específica combinada con una atención sanitaria física y nutricional multidisciplinar. Las principales terapias disponibles son la terapia cognitivo-conductual (TCC), el tratamiento clínico de apoyo especializado (SSCM por sus siglas en inglés), la terapia Maudsley para adultos con anorexia nerviosa (MANTRA) y la terapia psicodinámica focal (TPF). Todos ellas ofrecen asesoramiento y orientación sobre nutrición y cuidados físicos, pero difieren en su enfoque psicológico. La TCC aborda los pensamientos (cogniciones) que sustentan los comportamientos de la anorexia nerviosa, como el temor a engordar, y proporciona estrategias conductuales activas (p. ej., la reintroducción cautelosa de los alimentos que provocan ansiedad). El SSCM proporciona terapia de apoyo y fijación de objetivos. La MANTRA se centra en ayudar a la persona a pensar más libremente y a encontrar razones para el cambio. La TPF ayuda a la persona a trabajar las experiencias relacionales del pasado y a explorar las partes de su identidad que sustentan el trastorno alimentario. Algunas personas con anorexia nerviosa no mejoran con los tratamientos habituales y desarrollan una forma grave y persistente de la enfermedad que es muy debilitante. Existe muy poca evidencia publicada que ayude a los médicos a tratar a las personas con anorexia nerviosa grave y persistente (ANGP); de hecho, ni siquiera existe una definición universal para este trastorno.

¿Quién estará interesado en esta revisión?

Los más interesados en esta revisión serán las personas con experiencias propias relacionadas con la ANGP y quienes les atienden, incluidos los profesionales sanitarios. También interesará en general a personas afectadas por la anorexia nerviosa y otros trastornos alimentarios.

¿Qué se quiso averiguar?

Se quiso averiguar si alguna terapia psicológica específica podía mejorar la salud mental y física de las personas con ANGP. En concreto, se quiso saber si alguna terapia psicológica específica podía ayudar a las personas con ANGP a ganar peso o a completar el tratamiento. También se quiso averiguar si las terapias psicológicas específicas se asociaban con algún efecto no deseado.

¿Qué se hizo?

Se buscaron estudios que investigaran cualquier terapia psicológica específica comparada con cualquier otra terapia psicológica específica, una terapia psicológica no específica para los trastornos de salud mental, ningún tratamiento o lista de espera, medicación antipsicótica o antidepresiva, asesoramiento dietético o tratamiento habitual. Se compararon y resumieron los resultados de los estudios, y la confianza en la evidencia se calificó en función de factores como la metodología y el tamaño de los estudios

¿Qué se encontró?

Se encontraron dos estudios elegibles, pero solo un estudio con 63 adultos proporcionó datos que se pudieron utilizar en la revisión. Se determinó que el aumento de peso y la finalización del tratamiento mejoraron con la terapia cognitivo-conductual y la terapia psicológica de apoyo especializada, pero que ninguna de las dos terapias era mejor que la otra. Ambas terapias habían sido adaptadas para personas con ANGP. No hubo información sobre los efectos no deseados del tratamiento.

¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?

Esta revisión no encontró evidencia adecuada para determinar si alguna forma de tratamiento es más efectiva que otra. Se tiene muy poca confianza en la evidencia porque procede de un único estudio que solo incluyó a 63 personas, y porque los participantes del estudio sabían qué tratamiento estaban recibiendo. Se necesitan estudios más amplios para investigar los efectos beneficiosos del tratamiento en las personas con ANGP.

¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?

La evidencia está actualizada hasta julio de 2022.

Conclusiones de los autores: 

Esta revisión informa la evidencia de un ensayo que evaluó TCC-ANGP versus SSCM-SE. Hubo evidencia de certeza muy baja de poca o ninguna diferencia en la mejoría clínica y la no finalización del tratamiento entre las dos terapias. Se necesitan ensayos más amplios y de alta calidad para determinar los efectos beneficiosos de las terapias psicológicas específicas para las personas con ANGP. Éstas deben tener en cuenta la duración de la enfermedad, así como la experiencia previa de los participantes con la terapia psicológica basada en la evidencia para la anorexia nerviosa.

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Antecedentes: 

La anorexia nerviosa es un trastorno psicológico que se caracteriza por la inanición y el temor a engordar o por otras alteraciones de la imagen corporal. La primera línea de tratamiento es la terapia psicológica específica; sin embargo, no hay consenso sobre la mejor práctica para tratar a las personas que desarrollan anorexia nerviosa grave y persistente (ANGP). En particular, no existe una definición universal de ANGP.

Objetivos: 

Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de las terapias psicológicas específicas para la anorexia nerviosa grave y persistente en comparación con otras terapias específicas, terapias no específicas, ningún tratamiento/lista de espera, medicación antidepresiva, asesoramiento dietético solo o tratamiento habitual.

Métodos de búsqueda: 

Se utilizaron los métodos exhaustivos estándar de búsqueda de Cochrane. La última fecha de búsqueda fue el 22 de julio de 2022.

Criterios de selección: 

Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) paralelos de personas (de cualquier edad) con anorexia nerviosa de al menos tres años de duración. Las intervenciones experimentales elegibles fueron cualquier terapia psicológica específica para mejorar la salud física y psicológica en la anorexia nerviosa, realizada en cualquier contexto de tratamiento sin restricciones en cuanto al número de sesiones, la modalidad o la duración de la terapia. Las intervenciones de comparación elegibles incluyeron cualquier otra terapia psicológica específica para la anorexia nerviosa, terapia psicológica no específica para los trastornos de salud mental, ningún tratamiento o lista de espera, tratamiento antipsicótico (con o sin terapia psicológica), tratamiento antidepresivo (con o sin terapia psicológica), asesoramiento dietético y tratamiento habitual según lo definido por los ensayos individuales.

Obtención y análisis de los datos: 

Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar previstos por Cochrane. Los desenlaces principales de esta revisión fueron la mejoría clínica (restablecimiento del peso dentro del intervalo de peso normal para la muestra de participantes) y la no finalización del tratamiento. Los resultados se presentaron mediante la herramienta de evaluación GRADE.

Resultados principales: 

Se encontraron dos estudios elegibles, pero solo uno proporcionó datos utilizables. Se trató de un ECA de grupos paralelos de 63 adultos con ANGP con una duración de la enfermedad de al menos siete años. El ensayo comparó la terapia cognitivo-conductual ambulatoria para la ANGP (TCC-ANGP) con el tratamiento clínico de apoyo especializado para la ANGP (specialist supportive clinical management [SSCM-SE por sus siglas en inglés]) durante ocho meses. No está claro si hay alguna diferencia entre el efecto de la TCC-ANGP versus la SSCM-SE sobre la mejoría clínica a los 12 meses (razón de riesgos [RR] 1,42; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,66 a 3,05) o la no finalización del tratamiento (RR 1,72; IC del 95%: 0,45 a 6,59). No se comunicaron datos sobre efectos adversos. El ensayo tuvo un alto riesgo de sesgo de realización y detección.

Según el método GRADE la certeza de la evidencia se consideró muy baja para ambos desenlaces principales, y la calificación se redujo por imprecisión y riesgo de sesgo.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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