Varios fármacos han mostrado reducir la presión sanguínea en personas con hipertensión, pero es importante saber la magnitud del beneficio de forma separada en adultos jóvenes sanos de hasta 59 años y en adultos de 60 años o más. Existe desde hace un tiempo una revisión Cochrane sobre el grupo de 60 años o más, y Vijaya Musini, de la Universidad de British Columbia de Vancouver (Canadá), y algunos compañeros del grupo Cochrane de Hipertensión publicaron la primera revisión Cochrane sobre el grupo más joven en agosto de 2017.
Este podcast ha sido traducido y grabado por Andrea Cervera del Centro Cochrane Iberoamericano.
Varios fármacos han mostrado reducir la presión sanguínea en personas con hipertensión, pero es importante saber la magnitud del beneficio de forma separada en adultos jóvenes sanos de hasta 59 años y en adultos de 60 años o más. Existe desde hace un tiempo una revisión Cochrane sobre el grupo de 60 años o más, y Vijaya Musini, de la Universidad de British Columbia de Vancouver (Canadá), y algunos compañeros del grupo Cochrane de Hipertensión publicaron la primera revisión Cochrane sobre el grupo más joven en agosto de 2017.
La hipertensión es una afección crónica asociada a un aumento del riesgo de mortalidad y problemas de salud como cardiopatía, accidente cerebrovascular y enfermedad renal. En pacientes con hipertensión moderada a intensa, esta debe controlarse con una modificación de la conducta y el estilo de vida. Sin embargo, si estas medidas son insuficientes, el paciente podría necesitar farmacoterapia.
Las revisiones sistemáticas han mostrado beneficios del tratamiento con fármacos antihipertensores para reducir la morbilidad y mortalidad cardiovascular, pero la mayoría de las pruebas se realizaron en personas de 60 años o más. Los autores de la revisión se centraron en adultos más jóvenes de entre 18 y 59 años con hipertensión primaria leve a moderada.
Se incluyeron siete estudios con asignación aleatoria con más de 17 000 participantes en total que recibieron un seguimiento medio de cinco años. El tratamiento en la mayoría de estudios fueron dosis altas de diuréticos tiazídicos o beta bloqueantes y los efectos sobre la presión sanguínea variaron tanto entre los estudios que la magnitud de la reducción de la presión sanguínea es incierta.
En general, existen pruebas de baja calidad de que el tratamiento con fármacos antihipertensores podría tener poco o ningún efecto sobre la mortalidad por cualquier causa o sobre la cardiopatía coronaria, al compararlo con placebo o un grupo control sin tratamiento farmacológico. No obstante, podría reducir la mortalidad y morbilidad cardiovascular de un 4,1% a un 3,2% en cinco años, debido a una reducción de los accidentes cerebrovasculares.
Por lo tanto, la revisión muestra que los fármacos antihipertensores utilizados predominantemente para tratar a adultos sanos de entre 18 y 59 años con hipertensión primaria leve a moderada dieron lugar a un pequeño descenso absoluto de la morbilidad y la mortalidad cardiovasculares, principalmente debido a la reducción de la morbilidad y mortalidad por accidente cerebrovascular. La mortalidad por cualquier causa y la cardiopatía coronaria no se vieron reducidas y faltan pruebas de calidad alta sobre el abandono del tratamiento a causa de los efectos adversos. Se necesitan más ensayos para ayudar a comprender los efectos de estos fármacos en este grupo etario. Estos ensayos deberán durar al menos diez años y comparar diferentes clases y estrategias de fármacos de primera línea.
Si desea leer los hallazgos completos de la revisión puede acceder a la Biblioteca Cochrane punto com y buscar 'farmacoterapia e hipertensión'.