Entre las revisiones Cochrane de tratamientos para ayudar a los pacientes con cálculos renales se encuentra una revisión que compara el tratamiento con ondas de choque con la cirugía, y que se actualizó por segunda vez en agosto de 2023. En este podcast se habla sobre los últimos hallazgos.
Este podcast ha sido traducido por Yasmín García y locutado por Andrea Cervera del Centro Cochrane Iberoamericano.
Entre las revisiones Cochrane de tratamientos para ayudar a los pacientes con cálculos renales se encuentra una revisión que compara el tratamiento con ondas de choque con la cirugía, y que se actualizó por segunda vez en agosto de 2023. En este podcast se habla sobre los últimos hallazgos.
Este podcast ha sido traducido por Yasmín García y locutado por Andrea Cervera del Centro Cochrane Iberoamericano.
Los cálculos o piedras renales se forman en los riñones, y las personas que beben poca agua, tienen una mala alimentación, sobrepeso, padecen ciertas afecciones médicas o utilizan determinados medicamentos, son más propensas a padecerlos. Los cálculos pueden causar dolor, infección e insuficiencia renales. Para eliminarlos se utilizan diversos tratamientos entre los que se encuentran la litotricia extracorpórea por ondas de choque (LEOCh), la nefrolitotomía percutánea y la cirugía intrarrenal retrógrada. En esta revisión se comparan las tres técnicas y en este podcast se proporciona una breve explicación de cada una de ellas.
La LEOCh utiliza ondas de choque procedentes del exterior del cuerpo para romper el cálculo dentro del riñón en trozos diminutos sin cortar la piel. Los fragmentos rotos son lo suficientemente pequeños como para eliminarse con la orina.
La neforlitotomía percutánea es un método quirúrgico para eliminar las piedras que consiste en introducir un pequeño tubo a través de la piel hasta el riñón, romper los cálculos con distintos instrumentos (como láser y ultrasonidos) y extraer los fragmentos a través del tubo.
La cirugía intrarrenal retrógrada es otro tipo de cirugía, que consiste en colocar una sonda de visualización a través de la uretra y el uréter hasta el riñón, para luego aplastar o evaporar el cálculo o agarrarlo y extraerlo con unas pequeñas pinzas.
En esta revisión interesaba evaluar los efectos comparativos de las técnicas en el éxito del tratamiento, la calidad de vida, las complicaciones, la duración de la estancia hospitalaria y otros desenlaces importantes para las personas con cálculos renales.
En esta actualización de la revisión se incluyeron 31 ensayos aleatorizados con casi 3400 personas. El estudio más grande incluyó a 649 personas y el más pequeño solo a 30.
Se observó que la LEOCh podría tener menor éxito terapéutico a los tres meses que la nefrolitotomía percutánea, pero los dos procedimientos podrían tener efectos similares en la calidad de vida, y la LEOCh probablemente causa menos complicaciones que la nefrolitotomía.
En comparación con la cirugía intrarrenal retrógrada, la LEOCh podría tener menor éxito terapéutico al cabo de tres meses, pero hay mucha incertidumbre sobre si existen diferencias importantes en la calidad de vida y los efectos no deseados.
De acuerdo con esto, se concluye que, en las personas con alto riesgo quirúrgico o anestésico, la LEOCh podría ser un tratamiento viable. Pero la nefrolitotomía percutánea o la cirugía intrarrenal retrógrada podrían ser preferibles para las personas que pueden tolerar la anestesia y las intervenciones invasivas.
Si desea profundizar en este tema, puede encontrar la revisión en la Biblioteca Cochrane con una simple búsqueda de “tratamiento con ondas de choque para los cálculos renales”.