Mensajes clave
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Según la evidencia actual, los beneficios y riesgos relativos de los distintos tipos de cirugía para tratar a las personas con presbicia (dificultades para leer o ver de cerca) no están claros entre tres y seis meses después del tratamiento.. No hubo información acerca de los efectos más allá de los seis meses después del tratamiento.
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Ningún estudio analizó el balance de costes ni cómo de bien funcionaron de los diferentes tratamientos.
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Los futuros estudios deben estar bien diseñados y medir los riesgos y beneficios a más largo plazo de diferentes tipos de cirugía para mejorar la visión en personas con presbicia. También deben evaluar su efecto sobre el bienestar, la capacidad de distinguir entre diferencias pequeñas en la luz y la oscuridad (sensibilidad al contraste) y los trastornos visuales.
¿Qué es la presbicia?
La presbicia se refiere a la incapacidad del ojo para enfocar a diferentes distancias, que se produce con el envejecimiento. Las personas con presbicia pierden gradualmente la capacidad de ver con claridad a distancias cortas (de cerca, p. ej. al leer) o a distancias intermedias (p. ej. al utilizar un ordenador). Esta afección acaban sufriéndola todas las personas y puede repercutir significativamente en su bienestar, sin importar su nivel de estudios o su profesión.
¿Cómo se trata la presbicia?
La corrección óptica para la presbicia incluye el uso de gafas o lentes de contacto para mejorar la visión a distancias cortas e intermedias. Sin embargo, estas técnicas tienen limitaciones y podrían no ser adecuadas para todo el mundo. Estas deficiencias, sumadas a los requisitos visuales cada vez más exigentes para las tareas a distancias cortas e intermedias, han dado lugar al desarrollo de varias opciones quirúrgicas para la corrección de la presbicia. La mayoría de los tipos de cirugía disponibles cambian la forma de la córnea (la capa externa transparente que cubre la parte frontal del ojo) o reemplazan la lente intraocular natural con una artificial, conocida como lente intraocular (LIO).
¿Qué se quiso averiguar?
Se quería ver si hay alguna diferencia en la efectividad y la seguridad entre las opciones quirúrgicas disponibles para corregir la visión de cerca (es decir, a 40 cm del ojo) y a distancia intermedia (es decir, de 63 a 80 cm del ojo), y si algún tratamiento conlleva mayor bienestar para las personas con presbicia. También se quisieron resumir las comparaciones de costes relevantes de las diferentes opciones quirúrgicas para tratar la presbicia.
¿Qué se hizo?
Se buscaron estudios que compararan las opciones quirúrgicas en personas con presbicia. Se resumieron los resultados informados por los estudios y la confianza en la evidencia se calificó según factores como la metodología de los estudios y el número de personas tratadas.
¿Qué se encontró?
Se encontraron cuatro estudios relevantes. Se llevaron a cabo en Croacia, Egipto y Turquía y trataron a 300 personas (600 ojos) con presbicia sin cataratas u otros problemas. Ninguno de los estudios incluyó a personas que ya hubiesen sido operadas de la córnea o cirugía intraocular. Dos estudios duraron tres meses y dos duraron seis meses. Un estudio informó de que no recibió financiación y no tuvo conflictos de intereses económicos; los otros no proporcionaron esta información. Ningún estudio evaluó los aspectos del coste de los tratamientos quirúrgicos para la presbicia.
Dos estudios compararon la implantación de dos LIO distintas; uno comparó la implantación de una LIO con la cirugía refractiva corneal (es decir, una técnica quirúrgica que utiliza un láser para modificar la córnea); y otro comparó una cirugía refractiva corneal modificada con una convencional.
Resultados principales
No fue posible combinar los resultados de los cuatro estudios porque cada estudio utilizó diferentes tratamientos e informó sobre los efectos en diferentes momentos después de la cirugía.
En un estudio, las personas tratadas con cirugía refractiva corneal tuvieron ligeramente menos probabilidades de seguir necesitando gafas a distancias intermedias a los seis meses después de la cirugía que quienes se sometieron a una implantación de LIO. Sin embargo, las personas sometidas a cirugía refractiva corneal también eran más jóvenes, por lo que se esperaría que tuvieran una presbicia menos grave y, por lo tanto, una mejor visión intermedia.
Debido a que la mayoría de los estudios no informaron sobre la repercusión en el bienestar, la sensibilidad al contraste ni los trastornos visuales, no existe seguridad acerca de cómo se ven afectados por los diferentes tipos de cirugía. No hubo información acerca de las personas con presbicia pseudofáquica (cuyo cristalino natural ha sido reemplazado por un cristalino artificial que corrige la visión a distancia pero no la visión de cerca, por lo que se conoce como LIO monofocal) ni sobre aquellas con cirugía refractiva corneal previa. Los resultados de la revisión destacan la necesidad de más estudios de investigación en esta área con respecto a las opciones quirúrgicas actuales y las comparaciones de los resultados durante períodos de seguimiento más largos.
¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?
Se tiene poca confianza en la evidencia porque no estuvo claro cómo se realizaron los estudios y porque solo se encontró un estudio relevante para cada comparación de parejas de opciones quirúrgicas.
¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?
La evidencia está actualizada hasta el 29 de febrero de 2024.
Los datos disponibles se limitaron a los desenlaces a corto plazo (tres meses) y a medio plazo (seis meses) y proporcionaron evidencia de certeza baja o muy baja. Se informó poco sobre la CdV, la SC binocular o los EA oculares; ningún estudio abordó los aspectos económicos de las intervenciones.
El principal objetivo fue comparar la efectividad y la seguridad de las intervenciones quirúrgicas para personas con presbicia; el objetivo secundario fue elaborar un breve comentario económico que resumiera las evaluaciones económicas relevantes que han comparado distintas intervenciones quirúrgicas.
Se realizaron búsquedas en el Registro Cochrane central de ensayos controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials; CENTRAL), MEDLINE, EMBASE, otras dos bases de datos y registros de ensayos el 29 de febrero de 2024.
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