¿Qué herramientas existen para evaluar la presencia de múltiples factores de riesgo de demencia en personas de mediana edad, y pueden estas herramientas predecir correctamente la demencia futura?

Mensajes clave

• Se encontraron 14 herramientas utilizadas en personas de mediana edad para predecir una futura demencia. 

• Siete estudios examinaron una herramienta de predicción denominada Cardiovascular Risk Factors, Ageing, and Dementia (CAIDE). 

• Los beneficios del uso de estas herramientas para predecir la demencia en etapas posteriores de la vida no están claros, ya que los estudios aportaron poca evidencia de calidad alta.

¿Qué es la demencia?

La demencia es un grupo de enfermedades cerebrales que suelen afectar a las personas mayores y provocan problemas progresivos en la memoria, la resolución de problemas o la realización de las actividades cotidianas. Las personas con determinados problemas de salud o comportamientos en la mediana edad (como presión arterial elevada, consumo excesivo de alcohol, tabaquismo, depresión, bajo nivel de ejercicio o mala alimentación) tienen más probabilidades de desarrollar demencia más adelante. Estos trastornos de salud o hábitos se clasifican como "factores de riesgo modificables" para la demencia, porque medidas tales como cambios en el estilo de vida pueden reducirlos.

¿Qué son las herramientas de predicción? 

Para desarrollar herramientas de predicción, los investigadores observan a un grupo de personas durante años para ver cuántas con esos factores de riesgo desarrollan demencia. Las herramientas asignan una puntuación de riesgo más alta a las personas que tienen más probabilidades de padecer demencia más adelante en la vida, en función de la presencia o ausencia de factores de riesgo en la mediana edad.

¿Por qué se utilizan herramientas que evalúan los factores de riesgo para predecir una futura demencia?

En la actualidad, alrededor de 50 millones de personas en todo el mundo padecen demencia y, sin medidas preventivas adecuadas, se espera que esa cifra se triplique para 2050. Si se controlan los factores de riesgo en la mediana edad, se podría evitar o retrasar el desarrollo futuro de la demencia o reducir su gravedad. Las herramientas preventivas ayudan a seleccionar a las personas más adecuadas para los programas de modificación del estilo de vida destinados a regular los factores de riesgo. 

¿Qué se quiso averiguar?

Se quiso averiguar de qué herramientas se dispone para los adultos de mediana edad (entre 45 y 65 años), y hasta qué punto predicen la demencia más adelante en la vida (al menos cinco años después de la evaluación inicial). Se buscaron herramientas que incluyeran factores de riesgo ampliamente aceptados como relacionados con la aparición de la demencia.

¿Qué se hizo?

Se buscaron estudios que evaluaran las herramientas utilizadas en adultos de mediana edad para identificar a aquellos con alto riesgo de demencia en etapas posteriores de la vida. Se investigó la eficacia de estas herramientas para predecir la demencia futura según un valor de precisión. Si el valor de precisión es superior al estándar recomendado de 0,75, es posible afirmar que la herramienta es precisa para predecir la demencia futura. También es importante establecer que una herramienta desarrollada en un grupo de personas (en el estudio de desarrollo original) puede predecir con exactitud la demencia en otro grupo de personas (en estudios de validación); solo entonces podrá aplicarse en la práctica asistencial habitual. Se compararon y resumieron los resultados de los estudios.

¿Qué se encontró?

Se encontraron 20 estudios que describían 14 herramientas diferentes para la predicción de la demencia. Las herramientas incluyeron entre dos y 11 factores de riesgo modificables de demencia. Siete de las herramientas aparecían en dos o más estudios y se consideraron validadas. Siete estudios utilizaron una herramienta denominada Cardiovascular Risk Factors, Ageing, and Dementia (CAIDE) (Factores de Riesgo Cardiovascular, Envejecimiento y Demencia). La herramienta CAIDE incluyó mediciones actuales de la presión arterial, el peso y la talla, el nivel de colesterol y la frecuencia de ejercicio de la persona para predecir una futura demencia. El valor de precisión combinado de todos los estudios fue 0,71, no lo suficientemente alto como para considerar el CAIDE una herramienta fiable para predecir la demencia futura. 

¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?

La mitad (siete) de las herramientas se utilizaron en un único estudio, por lo que no fue posible medir su capacidad para predecir la demencia futura. La mayoría de los estudios proporcionaron muy poca información como para evaluar los valores de precisión.

¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?

La evidencia está actualizada hasta junio de 2022.

Conclusiones de los autores: 

Se identificaron 14 modelos pronósticos multidominio únicos utilizados en adultos de mediana edad para predecir la demencia posterior. La diabetes, la hipertensión, la obesidad y el tabaquismo fueron los factores de riesgo modificables más utilizados como predictores en los modelos. Se realizaron metanálisis de los estadísticos C para un modelo (CAIDE), pero los valores de resumen no fueron fiables. Debido a la falta de datos, no fue posible realizar un metanálisis de las medidas de calibración del CAIDE. Esta revisión destaca la necesidad de realizar validaciones externas más sólidas de los modelos pronósticos multidominio para predecir el riesgo futuro de demencia en adultos de mediana edad.

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Antecedentes: 

La demencia, una prioridad sanitaria mundial, no tiene cura en la actualidad. Alrededor de 50 millones de personas en todo el mundo viven hoy con demencia, y se prevé que esta cifra se triplique en 2050. Algunos trastornos de salud y hábitos de vida pueden aumentar o disminuir el riesgo de demencia y se conocen como "predictores" . Los modelos pronóstico combinan dichos predictores para medir el riesgo de demencia futura. Los modelos que pueden predecir con exactitud la demencia futura ayudarían a los médicos a seleccionar los adultos de alto riesgo en la mediana edad y aplicar una reducción específica del riesgo.

Objetivos: 

El objetivo principal fue identificar modelos pronósticos multidominio utilizados en adultos de mediana edad (entre 45 y 65 años) para predecir la demencia o el deterioro cognitivo. Los modelos pronóstico multidominio elegibles incluyeron dos o más de los predictores de demencia modificables identificados en un informe de la Lancet Commission de 2020 y en un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2019 (menor nivel educativo, pérdida de audición, traumatismo craneoencefálico, hipertensión, ingesta excesiva de alcohol, obesidad, tabaquismo, depresión, aislamiento social, inactividad física, diabetes mellitus, contaminación del aire, mala alimentación e inactividad cognitiva). Los objetivos secundarios fueron resumir los modelos pronóstico, evaluar su exactitud predictiva (discriminación y calibración) según lo informado en los estudios de desarrollo y validación, e identificar las implicaciones del uso de modelos pronóstico de la demencia para el control de las personas con mayor riesgo de demencia futura.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en MEDLINE, Embase, PsycINFO, CINAHL y en la ISI Web of Science Core Collection desde su creación hasta el 6 de junio de 2022. Se realizó un rastreo de citas hacia adelante y hacia atrás de los estudios incluidos mediante la plataforma Web of Science. 

Criterios de selección: 

Se incluyeron estudios de desarrollo y validación de modelos pronósticos multidominio. El seguimiento mínimo elegible fue de cinco años. El desenlace principal fue un diagnóstico clínico incidente de demencia basado en criterios diagnósticos validados, y el desenlace secundario fue la demencia o el deterioro cognitivo determinado por cualquier otro método.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión examinaron de forma independiente las referencias, extrajeron los datos mediante una plantilla basada en CHecklist for critical Appraisal and data extraction for systematic Reviews of prediction Modelling Studies (CHARMS), y evaluaron el riesgo de sesgo y la aplicabilidad de los estudios incluidos mediante Prediction model risk of bias assessment tool (PROBAST). Se sintetizaron los estadísticos C de los modelos que habían sido validados externamente en al menos tres estudios comparables. 

Resultados principales: 

Se identificaron 20 estudios elegibles; ocho eran estudios de desarrollo y 12 eran estudios de validación. Hubo 14 modelos pronósticos únicos: siete modelos con estudios de validación y siete modelos con estudios de solo desarrollo. Los modelos incluyeron una mediana de nueve predictores (rango: 6 a 34); la mediana de predictores modificables fue de cinco (rango: 2 a 11). Los predictores modificables más comunes en los modelos validados externamente fueron la diabetes, la hipertensión, el tabaquismo, la actividad física y la obesidad. En los modelos de solo desarrollo, los predictores modificables más comunes fueron la obesidad, la diabetes, la hipertensión y el tabaquismo. Ningún modelo incluyó la pérdida de audición o la contaminación del aire como predictores. Diecinueve estudios tuvieron un riesgo de sesgo alto según la evaluación PROBAST, principalmente debido a métodos de análisis inadecuados, en particular la falta de medidas de calibración informadas. Las dudas sobre la aplicabilidad fueron escasas en 12 estudios, ya que su población, predictores y desenlaces coincidían con los de interés para esta revisión. La aplicabilidad de nueve estudios suscitó gran preocupación, ya que carecían de un cribado cognitivo inicial o excluían al grupo etario comprendido entre los 45 y los 65 años.

Solo un modelo, Cardiovascular Risk Factors, Ageing, and Dementia (CAIDE) (Factores de Riesgo Cardiovascular, Envejecimiento y Demencia), había sido validado externamente en múltiples estudios, lo que permitió el metanálisis. El modelo CAIDE incluyó ocho predictores (cuatro modificables): edad, educación, sexo, presión arterial sistólica, índice de masa corporal (IMC), colesterol total, actividad física y estado APOEƐ4. En general, la confianza en la exactitud de la predicción del CAIDE fue muy baja; las principales razones para disminuir la certeza de la evidencia fueron el alto riesgo de sesgo en todos los estudios, la alta preocupación por la aplicabilidad, los intervalos de confianza (IC) no superpuestos y un alto grado de heterogeneidad.

El estadístico C resumido fue 0,71 (IC del 95%: 0,66 a 0,76; tres estudios; evidencia de certeza muy baja) para el diagnóstico clínico incidente de demencia, y 0,67 (IC del 95%: 0,61 a 0,73; tres estudios; evidencia de certeza muy baja) para la demencia o el deterioro cognitivo sobre la base de las puntuaciones cognitivas. No fue posible realizar un metanálisis de las medidas de calibración, ya que pocos estudios proporcionaron estos datos.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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