Ecografía endoscópica y ecografía transabdominal para la detección de los pólipos de la vesícula biliar y la diferenciación entre tipos de pólipos

Antecedentes
La vesícula biliar es un órgano situado cerca del hígado. Almacena la bilis, producida por el hígado, antes de que se libere al intestino delgado para la digestión. En el interior de la vesícula biliar se pueden desarrollar crecimientos anormales denominados "pólipos de la vesícula biliar". La mayoría de los pólipos (90%) son inocuos; éstos se llaman pseudopólipos. Los restantes son pólipos verdaderos y pueden ser malignos, tener partes similares al cáncer (pólipos displásicos precancerosos) o ser benignos, aunque se pueden malignizar. Los pólipos displásicos y los pólipos malignos requieren tratamiento. En la mayoría de los pacientes también se tratan los pólipos benignos debido a la posibilidad de malignización. El tratamiento se hace mediante la extracción de la vesícula biliar con el pólipo en su interior (colecistectomía). Para decidir qué pacientes deben ser sometidos a una cirugía, es importante (1) asegurarse que exista un pólipo de la vesícula biliar, (2) saber si es verdadero o es un pseudopólipo y (3) si es un pólipo premaligno. La ecografía transabdominal (ETA, que utiliza las ondas de ultrasonido para diferenciar entre los tejidos) y la ecografía endoscópica (EE, en la que se introduce un ecógrafo adosado a un endoscopio en el intestino delgado a través de la boca y el estómago) son los dos exámenes utilizados actualmente para detectar pólipos de la vesícula biliar e identificar el tipo de pólipo.

Se realizó una búsqueda minuciosa de los estudios que informaran la exactitud (capacidad) de la ETA y la EE para la detección de los pólipos de la vesícula biliar y para diferenciar entre pólipos verdaderos y pseudopólipos y entre pólipos premalignos y benignos.

Características de los estudios
Se incluyó un total de 16 estudios. Todos los estudios informaron sobre la ETA y la EE como exámenes separados y no utilizaron una combinación de ETA y EE. Seis estudios (16 260 participantes) utilizaron la ETA para el diagnóstico de los pólipos de la vesícula biliar. No se encontraron estudios sobre el diagnóstico de los pólipos de la vesícula biliar por EE. Seis estudios (1078 participantes) utilizaron la ETA y tres (209 participantes) utilizaron la EE para diferenciar entre pólipos verdaderos y pseudopólipos. Cuatro estudios (1009 participantes) utilizaron la ETA y tres (351 participantes) utilizaron la EE para diferenciar entre pólipos premalignos y benignos.

Resultados clave
En una población general de 1000 personas (de las que el 6,4% presenta un pólipo de la vesícula biliar), la ETA sobrediagnosticará pólipos en 37 personas que no los presentan y los omitirá en siete. En una población de 1000 personas con un pólipo de la vesícula biliar, de las que el 10% presenta un pólipo verdadero, a 189 personas con un pseudopólipo se les informará que presentan un pólipo verdadero mediante la ETA y a 90 personas mediante la EE. Estos pacientes pueden ser tratados, aunque no es necesario. El pólipo verdadero será clasificado de forma errónea como pseudopólipo en 32 pacientes mediante la ETA y en 15 mediante la EE. Estos pacientes no serían tratados, aunque pueden necesitarlo. En una población de 1000 personas con un pólipo de la vesícula biliar, de las que el 5% presenta un pólipo premaligno, a 105 personas con un pólipo benigno se les informará que presentan un pólipo premaligno mediante la ETA y a 75 personas mediante la EE. Estos pacientes pueden ser sobretratados por un (precursor de un) cáncer, que no existe. El pólipo premaligno será mal clasificado como benigno en 11 pacientes mediante la ETA y en siete mediante la EE. Estos pacientes pueden no recibir un tratamiento adecuado para el (precursor de un) cáncer. La ETA diagnosticará correctamente a 956 de 1000 personas con respecto a la presencia o ausencia de pólipos de la vesícula biliar. Para diferenciar entre los tipos de pólipo, menos personas serán diagnosticadas correctamente mediante la ETA, lo que da lugar al tratamiento innecesario de pseudopólipos y el descuido de pólipos premalignos. No hubo evidencia suficiente de que la EE sea mejor que la ETA para diferenciar entre los pólipos verdaderos y los pseudopólipos ni entre los pólipos premalignos y los benignos.

Calidad de la evidencia
Todos los estudios presentaron un riesgo alto o incierto de sesgo y en 13 hubo preocupaciones grandes o incertidumbre con respecto a la aplicabilidad. Este hecho puede subestimar la validez de los estudios.

Investigación futura
Se necesitan estudios adicionales de calidad metodológica alta y con criterios claramente informados para el diagnóstico de los pólipos de la vesícula biliar, los pólipos verdaderos y los pólipos premalignos.

Conclusiones de los autores: 

Aunque la ETA parece muy útil para discriminar entre los pólipos de la vesícula biliar y ningún pólipo, es menos exacta para detectar si el pólipo es verdadero o un pseudopólipo y carcinoma/pólipo displásico o adenoma/pseudopólipo. En la práctica, daría lugar a cirugías innecesarias para los pseudopólipos y a casos omitidos de pólipos verdaderos, pólipos displásicos y carcinomas. No hubo evidencia suficiente de que la EE fuera más efectiva que la ETA para diferenciar entre los pólipos verdaderos y los pseudopólipos y entre los carcinomas/pólipos displásicos y los adenomas/pseudopólipos. Las conclusiones se basan en estudios heterogéneos con criterios inciertos para el diagnóstico de las afecciones de interés y estudios en riesgo de sesgo alto o incierto. Por lo tanto, los resultados deben ser interpretados con cautela. Se necesitan estudios adicionales de calidad metodológica alta, con criterios establecidos claramente para el diagnóstico de los pólipos de la vesícula biliar, los pólipos verdaderos y los carcinomas/pólipos displásicos para determinar con precisión la exactitud diagnóstica de la EE y la ETA.

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Antecedentes: 

Aproximadamente del 0,6% al 4% de las colecistectomías se realizan debido a pólipos de la vesícula biliar. La decisión de realizar la colecistectomía se basa en la presencia de pólipo/s de la vesícula biliar en la ecografía transabdominal (ETA) o en la ecografía endoscópica (EE) o ambas. Actualmente estos pólipos se consideran para cirugía si aumentan más de 1 cm. Sin embargo, los pólipos no neoplásicos (pseudopólipos) no necesitan cirugía, incluso cuando son mayores de 1 cm. Los pólipos verdaderos son neoplásicos, benignos (adenomas) o premalignos (carcinomas/pólipos displásicos). Los pólipos verdaderos requieren cirugía, especialmente si son premalignos o malignos. No se han realizado revisiones sistemáticas ni metanálisis sobre la exactitud de la ETA y la EE en el diagnóstico de los pólipos de la vesícula biliar, los pólipos verdaderos de la vesícula biliar ni los pólipos premalignos.

Objetivos: 

Resumir y comparar la exactitud de la ecografía transabdominal (ETA) y la ecografía endoscópica (EE) para la detección de los pólipos de la vesícula biliar, para diferenciar entre los pólipos verdaderos y los pseudopólipos y entre los carcinomas/pólipos displásicos y los adenomas/pseudopólipos en adultos.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en la Cochrane Library, MEDLINE, Embase, Science Citation Index Expanded y en registros de ensayos (última fecha de la búsqueda 09 de julio de 2018). No hubo restricciones con respecto al idioma, el estado de publicación ni la naturaleza prospectiva o retrospectiva de los estudios.

Criterios de selección: 

Los estudios que informaron datos de exactitud diagnóstica (verdaderos positivos, falsos positivo, falsos negativos y verdaderos negativos) de la prueba índice (ETA o EE o ambas) para la detección de los pólipos de la vesícula biliar, la diferenciación entre los pólipos verdaderos y los pseudopólipos o la diferenciación entre los carcinomas/pólipos displásicos y los adenomas/pseudopólipos. Sólo se aceptó la histopatología después de la colecistectomía como el estándar de referencia, excepto en los estudios sobre diagnóstico de pólipos de la vesícula biliar. En los estudios más antiguos también se aceptó como el estándar de referencia la imagenología repetida hasta seis meses mediante ETA o EE.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores, de forma independiente, revisaron los resúmenes, seleccionaron los estudios para inclusión y recopilaron los datos de cada estudio. La calidad de los estudios se evaluó mediante la herramienta QUADAS-2. Se utilizó el modelo de efectos aleatorios de dos variables para obtener los cálculos resumidos de sensibilidad y especificidad, para comparar el rendimiento diagnóstico de las pruebas índice y para evaluar la heterogeneidad.

Resultados principales: 

Se incluyó un total de 16 estudios. Todos los estudios informaron de la ETA y la EE como exámenes separados y no los utilizaron combinados. Todos los estudios presentaron un riesgo de sesgo alto o incierto; en diez hubo preocupaciones grandes con respecto a la aplicabilidad en la selección de los participantes (debido a exclusiones inapropiadas de participantes) o en los estándares de referencia (debido a falta de seguimiento de los pólipos no operados) y en tres estudios hubo incertidumbre con respecto a la aplicabilidad en la selección de los participante (debido a la alta prevalencia de pólipos de la vesícula biliar) o en las pruebas índice (debido a la falta de detalles sobre el ecógrafo y el rendimiento). No fue posible realizar un metanálisis que comparara directamente los resultados de la ETA y la EE en la misma población porque sólo estudios limitados realizaron ambos exámenes en los mismos participantes. Por lo tanto, los resultados a continuación sólo se obtuvieron a partir de comparaciones indirectas de los exámenes. Hubo heterogeneidad significativa entre todas las comparaciones (afecciones de interés) sobre la ETA y entre los estudios sobre la EE para la diferenciación entre los pólipos verdaderos y los pseudopólipos.

Detección de pólipos de la vesícula biliar: Seis estudios (16 260 participantes) utilizaron la ETA. No se encontraron estudios sobre la EE. La especificidad y la sensibilidad resumida de la ETA para la detección de los pólipos de la vesícula biliar fue 0,84 (IC del 95%: 0,59 a 0,95) y 0,96 (IC del 95%: 0,92 a 0,98), respectivamente. En una cohorte de 1000 personas, con una prevalencia del 6,4% de pólipos de la vesícula biliar, lo anterior significaría 37 sobrediagnósticos y siete pólipos omitidos.

Diferenciación entre pólipo verdadero y pseudopólipo de la vesícula biliar: Seis estudios (1078 participantes) utilizaron la ETA; la sensibilidad resumida fue 0,68 (IC del 95%: 0,44 a 0,85) y la especificidad resumida fue 0,79 (IC del 95%: 0,57 a 0,91). Tres estudios (209 participantes) utilizaron la EE; la sensibilidad resumida fue 0,85 (IC del 95%: 0,46 a 0,97) y la especificidad resumida fue 0,90 (IC del 95%: 0,78 a 0,96). En una cohorte de 1000 participantes con pólipos de la vesícula biliar, con el 10% que presentaba pólipos verdaderos, lo anterior significaría 189 sobrediagnósticos y 32 pólipos verdaderos omitidos mediante la ETA y 90 sobrediagnósticos y 15 pólipos verdaderos omitidos mediante la EE. No hubo evidencia de una diferencia entre la exactitud diagnóstica de la ETA y la EE (sensibilidad relativa 1,06; p = 0,70, especificidad relativa 1,15; p = 0,12).

Diferenciación entre carcinomas/pólipos displásicos y adenomas/pseudopólipos de la vesícula biliar: Cuatro estudios (1009 participantes) utilizaron la ETA; la sensibilidad resumida fue 0,79 (IC del 95%: 0,62 a 0,90) y la especificidad resumida fue 0,89 (IC del 95%: 0,68 a 0,97). Tres estudios (351 participantes) utilizaron la EE; la sensibilidad resumida fue 0,86 (IC del 95%: 0,76 a 0,92) y la especificidad resumida fue 0,92 (IC del 95%: 0,85 a 0,95). En una cohorte de 1000 participantes con pólipos de la vesícula biliar, con el 5% que presentaba un carcinoma/pólipo displásico, lo anterior significaría 105 sobrediagnósticos y 11 carcinomas/pólipos displásicos omitidos mediante la ETA y 76 sobrediagnósticos y siete carcinomas/pólipos displásicos omitidos mediante la EE. No hubo evidencia de una diferencia entre la exactitud diagnóstica de la ETA y la EE (prueba de probabilidad logarítmica P = 0,74).

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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