Eficacia de los fármacos psicoestimulantes para el abuso o la dependencia de anfetaminas

La dependencia de anfetaminas constituye un problema de salud pública con muchas consecuencias y complicaciones. El abuso de anfetaminas se refiere a un modelo mal adaptado y peligroso del consumo considerado menos grave que la dependencia. Hasta la fecha, no se ha aprobado ningún tratamiento farmacológico para el abuso ni la dependencia de anfetaminas, y la psicoterapia sigue siendo la mejor opción de tratamiento.

El consumo de anfetaminas a largo plazo reduce los niveles de dopamina en el cerebro. Los fármacos que aumentan la dopamina y que imitan los efectos de las anfetaminas con un potencial de uso indebido inferior podrían utilizarse como tratamiento de reemplazo en la dependencia de anfetaminas. Recientemente se han estudiado varios psicoestimulantes para esta finalidad.

En esta revisión, se estudiaron la eficacia y la seguridad de los psicoestimulantes para el abuso o la dependencia de anfetaminas. Se encontraron once estudios que incluyeron a 791 participantes dependientes de anfetamina y que evaluaban los efectos de cuatro psicoestimulantes diferentes: dexanfetamina, bupropión, metilfenidato y modafinilo. Además se administraron intervenciones psicosociales a todos los participantes. Los estudios se realizaron en los EE.UU., Australia o el norte de Europa, y la duración de los estudios varió de ocho a 20 semanas.

Los psicoestimulantes no redujeron el consumo de anfetaminas o el deseo compulsivo de consumir anfetaminas y tampoco aumentaron la abstinencia sostenida en comparación con placebo. La permanencia en el tratamiento fue similar y baja con ambos tratamientos. Los psicoestimulantes tampoco aumentaron el riesgo de eventos adversos que fueran lo bastante intensos como para inducir abandonos.

Se necesita investigación con ensayos más grandes y más prolongados para determinar si los psicoestimulantes pueden ser un tratamiento de reemplazo útil para los pacientes con abuso o dependencia de anfetaminas. El diseño de los ensayos futuros debe considerar el nivel de dependencia al momento del ingreso al estudio, la potencia y la dosis del psicoestimulante administrado, la duración del ensayo y la representatividad de los participantes incluidos.

Conclusiones de los autores: 

Los resultados de esta revisión no apoyan el uso de fármacos psicoestimulantes en las dosis probadas como un tratamiento de reemplazo para el abuso o la dependencia de anfetaminas. La investigación futura podría cambiar esta conclusión, debido a que los números de estudios y participantes incluidos son limitados y todavía existe una falta de información sobre los resultados relevantes, como la eficacia según la gravedad de la dependencia o el deseo compulsivo.

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Antecedentes: 

La dependencia de anfetaminas es un problema de salud pública con consecuencias médicas, psiquiátricas, cognitivas, legales y socioeconómicas. Hasta la fecha, no se ha aprobado ningún tratamiento farmacológico para este trastorno, y la psicoterapia sigue siendo la base del tratamiento. En los años recientes, se han investigado los psicoestimulantes como un posible tratamiento de reemplazo.

Objetivos: 

Evaluar la eficacia y la seguridad de los fármacos psicoestimulantes para el abuso o la dependencia de anfetaminas. También se estudiaron las influencias del tipo de fármaco, el tipo de dependencia, los trastornos concomitantes, el riesgo de sesgo de los ensayos clínicos y la publicación de los datos.

Métodos de búsqueda: 

Los ensayos relevantes se buscaron en siguientes fuentes: PubMed (enero 1966 hasta el 6 junio 2012), EMBASE (enero 1988 hasta el 6 junio 2012), CENTRAL (The Cochrane Library, número 5 de 12, mayo 2012), PsycINFO (enero 1985 hasta el 6 junio 2012) y en el registro especializado del Grupo Cochrane de Drogas y Alcohol (Cochrane Drug and Alcohol Group) (junio 2012). También se revisaron las listas de referencias de los ensayos recuperados, la lista de estudios que citan los ensayos incluidos y los principales registros electrónicos de ensayos en curso (ClinicalTrials.gov, International Clinical Trials Registry Platform y EU Clinical Trials Register). Finalmente, se estableció contacto con los investigadores para solicitar información sobre ensayos no publicados. Las búsquedas incluyeron literatura en idiomas diferentes al inglés.

Criterios de selección: 

Todos los ensayos clínicos aleatorios, controlados con placebo y de grupos paralelos que investigaban la eficacia o la seguridad de los psicoestimulantes para la dependencia o el abuso de anfetaminas realizados en ámbitos ambulatorios.

Obtención y análisis de los datos: 

Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar previstos por la Colaboración Cochrane.

Resultados principales: 

Se incluyeron 11 estudios en la revisión (791 participantes). Los psicoestimulantes estudiados incluyeron dexanfetamina, bupropión, metilfenidato y modafinilo. No se encontraron diferencias significativas entre los psicoestimulantes y el placebo para ninguno de los resultados estudiados de eficacia. La retención general en los estudios fue baja (50,4%). Los psicoestimulantes no redujeron el consumo de anfetaminas (diferencia de medias [DM] -0,26; intervalo de confianza [IC] del 95%: -0,85 a 0,33) ni el deseo compulsivo de consumir anfetaminas (DM 0,07; IC del 95%: -0,44 a 0,59) y no aumentaron la abstinencia sostenida (riesgo relativo [RR] 1,12; IC del 95%: 0,84 a 1,49). La proporción de eventos adversos que indujeron el abandono fue similar para los psicoestimulantes y el placebo (diferencia de riesgos [DR] 0,01; IC del 95%: -0,03 a 0,04). Los resultados principales no cambiaron en ningún análisis de subgrupos.

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