Terapia del espejo para mejorar el movimiento después de un accidente cerebrovascular

Pregunta de la revisión
¿La terapia del espejo mejora el movimiento, el rendimiento de las actividades diarias, el dolor y la falta de atención, así como la conciencia con respecto al campo de visión afectado (inatención visuoespacial) después de un accidente cerebrovascular?.

Antecedentes
La parálisis del brazo o la pierna es frecuente después de un accidente cerebrovascular y suele causar problemas con las actividades cotidianas como caminar, vestirse o comer. La terapia del espejo (TE) es una terapia de rehabilitación en la que se coloca un espejo entre los brazos o las piernas del paciente para que la imagen del miembro no afectado proporcione la ilusión de un movimiento normal en el miembro afectado. Mediante esta configuración se estimulan diferentes regiones cerebrales para el movimiento, la sensación y el dolor. Sin embargo, los mecanismos concretos por los que funciona la terapia del espejo aún no están claros. Se realizó una búsqueda de la bibliografía en diversas bases de datos y se extrajeron los datos de los estudios relevantes.

Fecha de la búsqueda
Esta revisión identificó estudios hasta el 16 de agosto de 2017.

Características de los estudios
Se encontraron 62 estudios relevantes, de los que 57 asignaron de manera aleatoria a los participantes a recibir TE o un tratamiento control (ensayos controlados aleatorios) y cinco proporcionaron ambas terapias a todos los participantes, pero en orden aleatorio (ensayos cruzados). Los estudios incorporaron a 1982 participantes con una edad promedio de 59 años (de 30 a 73 años) después de un accidente cerebrovascular. La terapia del espejo se proporcionó de tres a siete veces a la semana, entre 15 y 60 minutos para cada sesión y durante dos a ocho semanas (como promedio cinco veces a la semana, una sesión de 30 minutos durante cuatro semanas).

Resultados clave
Al finalizar el tratamiento, la terapia del espejo mejoró de manera moderada el movimiento del miembro superior e inferior afectados y la capacidad de los pacientes de realizar las actividades diarias en el transcurso y más allá de seis meses después del accidente cerebrovascular. La terapia del espejo redujo el dolor después del accidente cerebrovascular, aunque principalmente en los pacientes con un síndrome de dolor regional complejo. No se encontró un efecto claro para la inatención visuoespacial. Los efectos beneficiosos en el movimiento se mantuvieron durante seis meses, aunque no en todos los grupos de estudio. No se informaron efectos adversos.

Calidad de la evidencia
Los estudios proporcionan evidencia moderadamente fiable de que la TE mejora el movimiento (motricidad, deficiencia motora) y el rendimiento de las actividades diarias. Sin embargo solo hubo fiabilidad baja en que la TE disminuye el dolor y la inatención visuoespacial. Esto puede deberse al pequeño número de estudios. Se necesitan estudios de investigación adicionales más amplios y metodológicamente sólidos.

Conclusiones de los autores: 

Los resultados muestran evidencia de efectividad de la terapia del espejo para mejorar la motricidad del miembro superior, el déficit motor, las actividades cotidianas y el dolor, al menos como complemento de la rehabilitación normal para los pacientes que sufrieron un accidente cerebrovascular. Las limitaciones principales son los tamaños de la muestra pequeños y la falta de información sobre los detalles metodológicos, lo que da lugar a que la calidad de la evidencia sea incierta.

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Antecedentes: 

La terapia del espejo se usa para mejorar la motricidad después de un accidente cerebrovascular. En la terapia del espejo, se coloca un espejo en el plano mediosagital del paciente, de forma tal que se reflejen los movimientos del lado no parético como si fuera el lado afectado.

Objetivos: 

Resumir la efectividad de la terapia del espejo comparada con ningún tratamiento, placebo o tratamiento inactivo, u otros tratamientos para mejorar la motricidad y la deficiencia motora después del accidente cerebrovascular. También se intentó evaluar los efectos de la terapia del espejo sobre las actividades cotidianas, el dolor y la inatención visuoespacial.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Accidentes Cerebrales Vasculares (Cochrane Stroke Group's Trials Register), Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (CENTRAL), MEDLINE, Embase, CINAHL, AMED, PsycINFO y en PEDro (última búsqueda 16 agosto 2017). También se realizaron búsquedas manuales en actas de congresos relevantes, en registros de ensayos e investigación, se verificaron las listas de referencias y se estableció contacto con autores de ensayos, investigadores y expertos en la especialidad.

Criterios de selección: 

Se incluyeron los ensayos controlados aleatorios (ECA) y los ensayos aleatorios cruzados que compararon la terapia del espejo con cualquier intervención control en pacientes después de un accidente cerebrovascular.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión, de forma independiente, seleccionaron los ensayos según los criterios de inclusión, documentaron la calidad metodológica, evaluaron los riesgos de sesgo en los estudios incluidos y extrajeron los datos. La calidad de la evidencia se evaluó mediante el enfoque GRADE. Los resultados se analizaron como diferencias de medias estandarizadas (DME) y diferencias de medias (DM) para las variables continuas y los odds ratios (OR) para las variables dicotómicas.

Resultados principales: 

Se incluyeron 62 estudios con un total de 1982 participantes que compararon la terapia del espejo con otras intervenciones. De estos, 57 fueron ensayos controlados aleatorios y cinco fueron ensayos aleatorios cruzados. La edad media de los pacientes fue de 59 años (30 a 73 años). La terapia del espejo se proporcionó de tres a siete veces a la semana, entre 15 y 60 minutos para cada sesión y durante dos a ocho semanas (como promedio cinco veces a la semana, en una sesión de 30 minutos, durante cuatro semanas). Cuando se comparó con todas las otras intervenciones, se encontró evidencia de calidad moderada de que la terapia del espejo tiene un efecto significativo positivo sobre la motricidad (DME 0,47; IC del 95%: 0,27 a 0,67 ; 1173 participantes; 36 estudios) y la deficiencia motora (DME 0,49; IC del 95%: 0,32 a 0,66; 1292 participantes; 39 estudios). Sin embargo, los efectos sobre la motricidad están influenciados por el tipo de intervención de control. Además, según la evidencia de calidad moderada, la terapia del espejo puede mejorar las actividades cotidianas (DME 0,48; IC del 95%: 0,30 a 0,65; 622 participantes; 19 estudios). Se encontró evidencia de baja calidad de un efecto positivo significativo sobre el dolor (DME −0,89; IC del 95%: −1,67 a −0,11; 248 participantes; seis estudios) y ningún efecto claro para la mejoría de la inatención visuoespacial (DME 1,06; IC del 95%: −0,10 a 2,23; 175 participantes; cinco estudios). No se informaron efectos adversos.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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