Programas de recuperación intensificada después de la cirugía para mujeres con cáncer ginecológico

Antecedentes

Los cánceres ginecológicos dan lugar a una cantidad significativa de morbilidad y mortalidad. La cirugía, ya sea mediante técnicas laparoscópicas o abiertas, es uno de los enfoques más importantes en el tratamiento del cáncer ginecológico. Una atención perioperatoria bien planeada (cuidados en el momento de la intervención o en torno a este) es vital para la recuperación tras la cirugía.

En los últimos años, los investigadores y los médicos han indicado que muchos aspectos de la práctica de la atención perioperatoria tradicional podrían ser innecesarios o incluso perjudiciales. Por ejemplo, el uso de laxantes orales y enemas podría dar lugar a anomalías preoperatorias en los niveles de sodio, potasio o calcio, junto con deshidratación. Por ello, el programa perioperatorio de recuperación intensificada (ERAS) tiene como objetivo reducir el estrés quirúrgico y evitar aspectos perjudiciales de la atención perioperatoria tradicional. Se ha introducido gradualmente en varios campos quirúrgicos, en particular en la cirugía intestinal. Los programas ERAS podrían ayudar a la recuperación tras la cirugía, acortar el tiempo de hospitalización y ahorrar costes hospitalarios sin que la persona corra más riesgos. Sin embargo, se sabe poco acerca de los efectos de los programas ERAS en mujeres con cáncer ginecológico. Esta revisión tiene como objetivo evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de los programas ERAS en la atención del cáncer ginecológico.

Características de los estudios

Se realizaron búsquedas en bases de datos en chino y en inglés (hasta octubre de 2020) y se encontraron siete ensayos con 747 mujeres con cáncer ginecológico, incluyendo cáncer de cuello de útero, cáncer de útero, cáncer de ovario y cáncer de endometrio. Cinco estudios solo reclutaron a mujeres con cáncer ginecológico presunto o confirmado y dos estudios también incluyeron a un pequeño grupo de mujeres con un tumor benigno o limítrofe. Tres estudios reclutaron a mujeres que se sometieron a una laparotomía (en la que un cirujano realiza una gran incisión en el abdomen) y dos estudios incluyeron a las que se sometieron a una cirugía laparoscópica (una intervención mínimamente invasiva que solo requiere de pequeñas incisiones). Dos de los estudios utilizaron ambos tipos de cirugías. A continuación, las mujeres recibieron un programa perioperatorio ERAS o atención tradicional.

Resultados clave

Los programas ERAS podrían reducir la estancia en el hospital tras la operación y las tasas de reingreso hasta 30 días desde la cirugía. Los programas ERAS podrían acelerar la recuperación de las funciones intestinales tras la cirugía, medida por el tiempo que transcurre hasta la primera flatulencia o defecación. Podría no haber un aumento de las complicaciones a los 30 días de la operación con los programas ERAS. Debido a la escasez de evidencia, se desconocen los efectos de los programas ERAS sobre la muerte por cualquier causa en los 30 días posteriores a la operación o sobre el grado de satisfacción de las mujeres con su atención. No se encontró evidencia sobre su calidad de vida. Los ERAS podrían no aumentar los costes hospitalarios, pero la evidencia fue muy incierta.

Conclusiones

Los programas ERAS podrían acortar el tiempo de estancia en el hospital tras la operación, reducir las tasas de reingreso posoperatorio y facilitar la recuperación de la función intestinal sin poner en riesgo la seguridad de las mujeres con cáncer ginecológico, aunque la confianza en los resultados es limitada debido a la calidad de los estudios. Los futuros estudios bien realizados podrían aumentar la certeza de la evidencia de los estos hallazgos.

Conclusiones de los autores: 

La evidencia de certeza baja indica que los programas ERAS podrían acortar la duración de la estancia hospitalaria posoperatoria, reducir los reingresos y facilitar la recuperación de la función intestinal posoperatoria sin comprometer la seguridad de las participantes. Se necesitan más estudios bien realizados para validar la certeza de la evidencia de los estos hallazgos.

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Antecedentes: 

Los cánceres ginecológicos representan el 15% de los nuevos casos de cáncer diagnosticados en las mujeres de todo el mundo. En los últimos años, hay cada vez más evidencia que muestra que los métodos tradicionales en la práctica de cuidados perioperatorios podrían ser innecesarios o incluso perjudiciales. Por ello, el programa de recuperación posquirúrgica intensificada (ERAS por sus siglas en inglés) se ha introducido gradualmente para sustituir las técnicas tradicionales en la atención perioperatoria. Existe un conjunto de evidencia emergente fuera del cáncer ginecológico que ha identificado que los programas ERAS disminuyen la duración de la estancia hospitalaria posoperatoria y reducen el gasto médico sin aumentar las tasas de complicaciones, la mortalidad ni las tasas de reingreso. Sin embargo, las decisiones basadas en la evidencia sobre la práctica de los cuidados perioperatorios para la cirugía mayor en el cáncer ginecológico son limitadas. Esta es una versión actualizada de la revisión Cochrane original publicada en el número 3, 2015.

Objetivos: 

Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales de los programas perioperatorios de recuperación intensificada (ERAS, por sus siglas en inglés) en la atención del cáncer ginecológico sobre la duración de la estancia hospitalaria posoperatoria, las complicaciones posoperatorias, la mortalidad, el reingreso, la función intestinal, la calidad de vida, la satisfacción de las participantes y los desenlaces económicos.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en las siguientes bases de datos electrónicas de literatura publicada desde su creación hasta octubre de 2020: el Registro Cochrane central de ensayos controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials; CENTRAL), MEDLINE, Embase, PubMed, AMED (Allied and Complementary Medicine Database), CINAHL (Cumulative Index to Nursing and Allied Health Literature), Scopus y cuatro bases de datos chinas que son la China Biomedical Literature Database (CBM), WanFang Data, China National Knowledge Infrastructure (CNKI) y Weipu Database. También se buscaron ensayos en curso y no publicados en cuatro plataformas de registro de ensayos y bases de datos de literatura gris y se buscaron referencias pertinentes de manera manual en las listas de referencias de los ensayos incluidos y de revisiones accesibles.

Criterios de selección: 

Se incluyeron todos los ensayos controlados aleatorizados (ECA) que compararon programas ERAS para la atención perioperatoria en mujeres con cáncer ginecológico con estrategias de atención tradicionales.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión, de forma independiente, examinaron los estudios para inclusión, extrajeron los datos y evaluaron la calidad metodológica de cada estudio incluido mediante la herramienta Cochrane Risk of Bias 2 (RoB 2) para ECA. Con Review Manager 5.4 se agruparon los datos y se calcularon las medidas del efecto del tratamiento con la diferencia de medias (DM), la diferencia de medias estandarizada (DME) y la razón de riesgos (RR), con los intervalos de confianza (IC) del 95% para reflejar las estimaciones globales y la incertidumbre.

Resultados principales: 

Se incluyeron siete ECA con 747 participantes. Todos los estudios compararon programas ERAS con estrategias de atención tradicionales para mujeres con cáncer ginecológico. La calidad metodológica de los estudios incluidos suscitó dudas importantes, ya que los ECA incluidos presentaban un riesgo de sesgo de moderado a alto en dominios como el proceso de asignación al azar, las desviaciones de las intervenciones previstas y la medición de los desenlaces.

Los programas ERAS podrían reducir la duración de la estancia hospitalaria posoperatoria (DM -1,71 días; IC del 95%: -2,59 a 0,84; I2 = 86%; seis estudios, 638 participantes; evidencia de certeza baja). Además, los programas ERAS podrían dar lugar a poca o ninguna diferencia en las tasas globales de complicaciones (RR 0,71; IC del 95%: 0,48 a 1,05; I2 = 42%; cinco estudios, 537 participantes; evidencia de certeza baja). La certeza de la evidencia fue muy baja con respecto al efecto de los programas ERAS sobre la mortalidad por todas las causas a los 30 días del alta (RR 0,98; IC del 95%: 0,14 a 6,68; un estudio, 99 participantes). Los programas ERAS podrían reducir la tasas de reingreso a los 30 días de la operación (RR 0,45; IC del 95%: 0,22 a 0,90; I2 = 0%; tres estudios, 385 participantes; evidencia de certeza baja). Los programas ERAS podrían reducir el tiempo hasta la primera flatulencia (DM -0,82 días; IC del 95%: -1,00 a -0,63; I2= 35%; cuatro estudios, 432 participantes; evidencia de certeza baja) y el tiempo hasta la primera defecación (DM -0,96 días; IC del 95%: -1,47 a -0,44; I2= 0%; dos estudios, 228 participantes; evidencia de certeza baja). Los estudios no informaron sobre los efectos de los programas ERAS en la calidad de vida. La evidencia sobre los efectos de los programas ERAS sobre la satisfacción de las participantes fue muy incierta debido al bajo número de estudios. La adopción de las estrategias ERAS podría no aumentar el gasto médico, aunque la evidencia fue de certeza muy baja (DME 0,22; IC del 95%: 0,68 a 0,25; I2 = 54%; dos estudios, 167 participantes).

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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