Factor de crecimiento endotelial antivascular para el glaucoma neovascular

¿Cuál era el objetivo de esta revisión?
Comparar el tratamiento con y sin factor de crecimiento endotelial antivascular (anti-VEGF, por sus siglas en inglés ) en personas con glaucoma neovascular (GNV).

Mensaje clave
No se sabe si el tratamiento con fármacos anti-VEGF es más beneficioso que el tratamiento sin fármacos anti-VEGF para las personas con GNV. Es necesario investigar más en cuanto al efecto a largo plazo de los fármacos anti-VEGF en comparación con el tratamiento convencional, o como agregado del mismo.

¿Qué se estudió en esta revisión?
El VEGF es una proteína elaborada por las células del cuerpo, que produce nuevos vasos sanguíneos cuando es necesario. Cuando las células producen demasiado VEGF, pueden crecer vasos sanguíneos anormales en el ojo. El GNV es un tipo de glaucoma en el que el ángulo entre el iris (parte coloreada del ojo) y la córnea (parte frontal transparente del ojo) se cierra a causa de los vasos sanguíneos nuevos que crecen en el ojo, de ahí el nombre de "neovascular". Los vasos sanguíneos nuevos pueden causar cicatrices y estrechamiento, lo que eventualmente puede dar lugar a un cierre completo del ángulo. Este hecho provoca un aumento de la presión ocular, debido a que el líquido del ojo no puede drenarse de forma adecuada. En el GNV, el ojo suele presentar enrojecimiento y dolor, y la visión es anormal. La presión alta en el ojo puede dar lugar a ceguera.

Los fármacos anti-VEGF son un tipo de fármacos que bloquean el VEGF y, por lo tanto, retrasa el crecimiento de los vasos sanguíneos. Se administra mediante una inyección en el ojo. Se pueden utilizar en una etapa temprana, cuando el tratamiento convencional no es posible. La mayoría de los estudios informan de efectos beneficiosos a corto plazo (por lo general de cuatro a seis semanas) de los fármacos anti-VEGF, aunque los beneficios a largo plazo no están claros.

¿Cuáles son los resultados principales de esta revisión?
Se incluyeron cuatro estudios con un total de 356 ojos de 353 participantes con GNV.

Tres estudios informaron de resultados diferentes para lograr el control de la PIO en varios puntos temporales de interés. Un estudio demostró que los fármacos anti-VEGF fueron más efectivos al mes. A más largo plazo, un estudio informó de la superioridad de los fármacos anti-VEGF, mientras que otro mostró resultados no concluyentes. Por lo tanto, la evidencia disponible es insuficiente para recomendar la administración habitual de fármacos anti-VEGF en individuos con GNV.

¿Cuál es el grado de actualización de la revisión?
Se realizaron búsquedas de estudios publicados hasta el 19 de marzo de 2021.

Conclusiones de los autores: 

Los anti-VEGF como complemento del tratamiento convencional podrían ayudar a corto plazo (de cuatro a seis semanas) a reducir la PIO en el GNV, pero no hay evidencia de que esto sea probable a más largo plazo. La evidencia actualmente disponible sobre la efectividad y la seguridad a corto y largo plazo de los anti-VEGF para lograr el control de la PIO, la agudeza visual y la regresión completa de los nuevos vasos del iris en la GNV es insuficiente. Se necesitan más estudios de investigación para analizar el efecto de estos agentes en comparación con, o además del, tratamiento convencional quirúrgico o médico para la disminución de la PIO en el GNV.

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Antecedentes: 

El glaucoma neovascular (GNV) es un glaucoma secundario que puede provocar ceguera. Es causado por la aparición de vasos sanguíneos de neoformación anormales que impiden el drenaje acuoso normal del segmento anterior del ojo. Los fármacos con factor de crecimiento endotelial antivascular (anti-VEGF) son inhibidores específicos de los mediadores primarios de la neovascularización. Los estudios han informado de la efectividad del anti-VEGF para el control de la presión intraocular (PIO) en el GNV.

Objetivos: 

Evaluar la efectividad de los fármacos anti-VEGF intraoculares, solos o con uno o más tipos de tratamiento convencional, en comparación con ningún fármaco anti-VEGF para el tratamiento del GNV.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en CENTRAL (que contiene el Registro de Ensayos del Grupo Cochrane de Trastornos de los Ojos y la Visión [Cochrane Eyes and Vision Group Trials Register]); MEDLINE; Embase; PubMed; y LILACS hasta el 19 de marzo de 2021; el metaRegister of Controlled Trials hasta el 19 de agosto de 2021; y dos registros de ensayos adicionales hasta el 19 de marzo de 2021. No se utilizaron restricciones de fecha ni de idioma en la búsqueda electrónica de los ensayos.

Criterios de selección: 

Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) de personas tratadas con fármacos anti-VEGF para el GNV.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión evaluaron de forma independiente los resultados de la búsqueda, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo y la certeza de la evidencia. Las discrepancias se resolvieron mediante discusión.

Resultados principales: 

Se incluyeron cinco ECA (356 ojos de 353 participantes). Cada ensayo se realizó en un país distinto: dos en China y uno en Brasil, Egipto y Japón. Los cinco ECA incluyeron hombres y mujeres; la media de edad de los participantes fue 55 años o más. Dos ECA compararon el bevacizumab intravítreo combinado con implantación de válvula de Ahmed y fotocoagulación panretiniana (FPR), con implantación de válvula de Ahmed y FPR. Un ECA asignó al azar a los participantes a recibir una inyección de aflibercept intravítreo o placebo en la primera visita, seguida de un tratamiento no aleatorizado según los hallazgos clínicos a la semana. Los dos ECA restantes asignaron al azar a los participantes a FPR con y sin ranibizumab; uno no proporcionó detalles suficientes para un análisis adicional. Los ECA se evaluaron como riesgo de sesgo incierto en la mayoría de los dominios debido a la información insuficiente.

Cuatro ECA examinaron la posibilidad de lograr el control de la PIO y tres informaron sobre los puntos temporales de interés. Solo un ECA informó sobre el punto temporal crítico al mes, y encontró que el grupo anti-VEGF tuvo una probabilidad 1,3 veces mayor de lograr el control de la PIO al mes (RR 1,32; 95%: 1,10 a 1,59; 93 participantes) que el grupo sin anti-VEGF (evidencia de certeza baja). Para otros puntos temporales, un ECA encontró un logro tres veces mayor en el control de la PIO en el grupo anti-VEGF en comparación con el grupo sin anti-VEGF al año (RR 3,00; IC del 95%: 1,35 a 6,68; 40 participantes). Sin embargo, otro ECA encontró un resultado no concluyente en el periodo de tiempo comprendido entre 1,5 y tres años (RR 1,08; IC del 95%: 0,67 a 1,75; 40 participantes).

Los cinco ECA examinaron la PIO media, pero en diferentes momentos. La evidencia de muy baja certeza mostró que los anti-VEGF fueron efectivos para reducir la PIO media en 6,37 mmHg (IC del 95%: -10,09 a -2,65; tres ECA; 173 participantes) a las cuatro a seis semanas, en comparación con ningún anti-VEGF. Los anti-VEGF podrían reducir la PIO media a los tres meses (DM -4,25; IC del 95%: -12,05 a 3,54; dos estudios; 75 participantes), a los seis meses (DM -5,93; IC del 95%: -18,13 a 6,26; dos estudios; 75 participantes), al año (DM -5.36; IC del 95%: -18,50 a 7,77; dos estudios; 75 participantes), y más de un año (DM -7,05; IC del 95%: -16,61 a 2,51; dos estudios; 75 participantes) en comparación con no administrar anti-VEGF, pero estos efectos aún no son claros.

Dos ECA informaron sobre la proporción de participantes que lograron una mejoría de la agudeza visual con puntos temporales específicos. Los participantes que recibieron anti-VEGF tuvieron una probabilidad 2,6 veces (IC del 95%: 1,60 a 4,08; un estudio; 93 participantes) mayor de mejorar la agudeza visual en comparación con los que no recibieron anti-VEGF al mes (evidencia de certeza muy baja). Asimismo, otro ECA encontró un resultado similar a los 18 meses (RR 4,00; IC del 95%: 1,33 a 12,05; un estudio; 40 participantes).

Dos ECA informaron el desenlace regresión completa de los nuevos vasos del iris en los puntos temporales de interés. La evidencia de certeza baja mostró que los anti-VEGF tuvieron una probabilidad casi tres veces mayor de regresión completa de los nuevos vasos del iris en comparación con no administrar anti-VEGF (RR 2,63; IC del 95%: 1,65 a 4,18; un estudio; 93 participantes). Se observó un resultado similar a más de un año en otro ECA (RR 3,20; IC del 95%: 1,45 a 7,05; un estudio; 40 participantes).

En cuanto a los eventos adversos, no hubo evidencia de que los riesgos de hipotonía y desprendimiento de retina por tracción fueran diferentes entre los dos grupos (RR 0,67; IC del 95%: 0,12 a 3,57 y RR 0,33; IC del 95%: 0,01 a 7,72, respectivamente; un estudio; 40 participantes). Ningún ECA informó de eventos de endoftalmitis, hemorragia vítrea, falta de percepción de la luz y eventos adversos graves. La evidencia de los eventos adversos de los anti-VEGF fue escasa debido a las limitaciones en el diseño del estudio por falta de información suficiente para emitir juicios y a la imprecisión de los resultados por el pequeño tamaño de la muestra.

Ningún ECA informó sobre la proporción de participantes con alivio del dolor y resolución del enrojecimiento en algún punto temporal.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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