Levomepromazina para la esquizofrenia


La esquizofrenia es una enfermedad mental profundamente discapacitante que afecta los pensamientos, las emociones y el comportamiento. Tiene una prevalencia en algún momento de la vida de cerca del 1%. Los fármacos antipsicóticos siguen siendo el tratamiento principal para la esquizofrenia. Los fármacos antipsicóticos se clasifican en subtipos típicos y atípicos. Los fármacos antipsicóticos de primera generación o típicos han sido la base del tratamiento de la esquizofrenia durante décadas y son efectivos para reducir los síntomas positivos de la esquizofrenia, pero los síntomas negativos son bastante resistentes al tratamiento. Con la llegada de los antipsicóticos atípicos, se ha producido un incremento en años recientes de las prescripciones de estos fármacos. La levomepromazina es uno de los fármacos antipsicóticos típicos "más antiguos". Se revisaron sistemáticamente los efectos de la levopromazina en comparación con otros fármacos antipsicóticos típicos y atípicos en personas con esquizofrenia y trastornos similares. Se pudieron incluir cuatro estudios en esta revisión sistemática.


Conclusiones de los autores: 

Los datos disponibles no permitieron formular observaciones con seguridad sobre la efectividad de la levomepromazina para la esquizofrenia. Deben realizarse estudios más grandes y robustos que comparen la levomepromazina con otros antipsicóticos, incluida la clozapina.

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Antecedentes: 

La levomepromazina es un fármaco antipsicótico típico "antiguo" autorizado para el uso en la esquizofrenia, pero prescrito con muy poca frecuencia en el Reino Unido.

Objetivos: 

Determinar los efectos clínicos y la seguridad de la levomepromazina comparada con placebo o fármacos antipsicóticos para el tratamiento de la esquizofrenia y de las psicosis esquizofreniformes.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en el Registro del Grupo Cochrane de Esquizofrenia (Cochrane Schizophrenia Group) (diciembre de 2008), que se basa en búsquedas regulares en las bases de datos BIOSIS, CENTRAL, CINAHL, EMBASE, MEDLINE y PsycINFO, entre otras. Se revisaron las listas de referencias de todos los estudios identificados en busca de más ensayos. También se contactó con las compañías farmacéuticas pertinentes para obtener información adicional.

Criterios de selección: 

Se incluyeron todos los ensayos aleatorizados que compararon la levomepromazina con placebo o con otros antipsicóticos para la esquizofrenia y las psicosis esquizofreniformes.

Obtención y análisis de los datos: 

Los datos fueron extraídos de forma independiente. En el caso de los desenlaces dicotómicos, se calculó el riesgo relativo (RR) (modelo de efectos aleatorios), con sus intervalos de confianza (IC) del 95%, y cuando fue apropiado, se calculó el Número Necesario para Tratar (NNT). Se evitó el uso del número necesario para dañar (NND), como alternativa se utilizó el número necesario a tratar para lograr un resultado beneficioso adicional (NNTB) y el Número Necesario para Tratar para lograr un resultado perjudicial (NNTD) para indicar la dirección del efecto. En el caso de los desenlaces continuos, se calcularon las diferencias de medias ponderadas (DMP).

Resultados principales: 

La revisión actualmente incluye cuatro ECA con 192 participantes. En el desenlace principal de dejar el estudio precozmente, la levomepromazina no fue significativamente diferente comparada con otro antipsicóticos. El grupo de levomepromazina arrojó resultados significativamente mejores en la gravedad de CGI comparada con la clorpromazina (n = 38, 1 ECA, DMP -0,80; IC: -1,51 a -0,09). La risperidona tuvo mejor puntuación para el criterio de valoración de CGI (n = 42, 1 ECA, RR 2,33, IC: 1,11 a 4,89; NNT 3; IC: 2 a 10) comparada con la levomepromazina. Las personas que recibieron levomepromazina tuvieron mejor puntuación para el criterio de valoración de BPRS (n = 38, 1 ECA, DMP -9,00; IC: -17,46 a -0,54) y en la puntuación total de PANSS (n = 38, 1 ECA, DMP -15,90; IC: -30,30 a -1,50) que la clorpromazina. Las personas que recibieron risperidona notaron una diferencia significativa en el desenlace "al menos reducción del 20%" de la puntuación del criterio de valoración de BPRS (n = 42, 1 ECA, RR 3,33; IC: 1,07 a 10,42; NNT 3; IC: 2 a 14) en comparación con la levomepromazina. La levomepromazina causó menos temblor (n = 41, 1 ECA, RR 0,12; IC: 0,02 a 0,87, NNTB 3; IC: 2 a 8), menos administración de fármacos antiparkinsonianos (n = 79, 2 ECA, RR 0,39; IC: 0,17 a 0,90; NNTB 5, IC: 2 a 21) comparada con el haloperidol. La levomepromazina causó menos acatisia comparada con la clorpromazina, pero más hipotensión comparada con la risperidona (n = 42, 1 ECA, RR 2,50, IC: 1,21 a 5,18; NNTD 3, IC: 2 a 7). Los mareos fueron frecuentes con la levomepromazina en comparación con otros fármacos antipsicóticos.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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