Intervenciones para la prevención y el tratamiento del pie cavo (deformidad de arco alto)

El pie cavo se caracteriza por un arco longitudinal medial excesivamente alto (el arco de la parte interior del pie) y se suele definir como un tipo de pie de arco alto o supinado. Los estudios poblacionales indican que la prevalencia del pie cavo es de aproximadamente el 10%, y su causa es principalmente neuromuscular (por ejemplo, la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth) o idiopática (desconocida). Se calcula que el 60% de las personas con pies cavos presentarán dolor crónico en el pie en algún momento de su vida, sobre todo en la parte delantera del pie (por ejemplo, metatarsalgia, sesamoiditis) o en el talón (por ejemplo, fascitis plantar). Se cree que este tipo de afecciones son el resultado de una distribución anormal de la presión en la planta del pie durante la marcha. Se han recomendado muchos tratamientos conservadores y procedimientos quirúrgicos para el dolor de pies relacionado con el pie cavo. En particular, los podólogos, los fisioterapeutas, los cirujanos ortopédicos y los especialistas en rehabilitación prescriben cada vez más ortesis de pie (ayudas aplicadas y utilizadas en el exterior del cuerpo para sostener las estructuras óseas) adaptadas a la forma del pie del individuo para las personas con pie cavo. Esta revisión actualizada analizó cuatro ensayos relevantes, pero sólo uno cumplió plenamente los criterios de inclusión. Este ensayo con 154 adultos demostró que las ortesis de pie hechas a medida pueden reducir y redistribuir la presión plantar del pie y, por consiguiente, disminuir el dolor de pies en aproximadamente el 75%. Algunos desenlaces biomecánicos, como la distribución de la presión, mejoran con las ortesis de pie y el calzado hechos a medida, pero muchos otros desenlaces biomecánicos, como la alineación del pie o la actividad muscular, no mejoran con la toxina botulínica ni con las ortesis de pie comerciales, respectivamente. Se necesitan más estudios de investigación para determinar la efectividad de otras intervenciones para las personas con pies de arco alto dolorosos.

Conclusiones de los autores: 

Esta revisión actualizada muestra que las ortesis de pie hechas a medida son significativamente más beneficiosas que las ortesis simuladas para tratar el dolor de pie asociado al pie cavo en una variedad de poblaciones clínicas. También demuestra que algunos desenlaces biomecánicos secundarios mejoran con las ortesis de pie y el calzado hechos a medida, pero no con la toxina botulínica ni con las ortesis de pie comerciales. No hay evidencia de ningún otro tipo de intervención para el tratamiento o la prevención del pie cavo.

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Antecedentes: 

Las personas con pie cavo con frecuencia presentan dolor de pies, lo que puede provocar una discapacidad importante. A pesar de los informes anecdóticos, se carece de estudios de investigación científica rigurosos de esta afección y de la mejor manera de tratarla.

Objetivos: 

Evaluar los efectos de las intervenciones para la prevención y el tratamiento del pie cavo.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en el Registro especializado del Grupo Cochrane de Enfermedades neuromusculares (Cochrane Neuromuscular Disease Group) (17 de agosto de 2010), MEDLINE (desde enero de 1966 hasta agosto de 2010), EMBASE (desde enero de 1980 hasta agosto de 2010), CINAHL (desde enero de 1982 hasta agosto de 2010), AMED (desde enero de 1985 hasta agosto de 2010) y en las listas de referencias de los artículos. Se estableció contacto con expertos en la materia para identificar datos adicionales publicados o no publicados.

Criterios de selección: 

Se incluyeron todos los ensayos controlados aleatorizados y cuasialeatorizados de intervenciones para el tratamiento del pie cavo. Se incluyeron ensayos dirigidos a prevenir o corregir la deformidad del pie cavo.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores, de forma independiente, seleccionaron los artículos, evaluaron la calidad de los ensayos y extrajeron los datos.

Resultados principales: 

Se incluyeron cuatro ensayos en la revisión. Se identificó un nuevo ensayo de toxina botulínica en la búsqueda actualizada. Sólo un ensayo de ortesis de pie hechas a medida cumplió completamente los criterios de inclusión. Se incluyeron tres estudios adicionales (toxina botulínica, calzado y ortesis de pie comerciales), que evaluaron desenlaces secundarios. No fue posible agrupar los datos utilizados en los cuatro estudios debido a la heterogeneidad de los grupos diagnósticos y las medidas de desenlace. El único ensayo que cumplió plenamente los criterios de inclusión investigó el tratamiento del dolor del pie cavo en 154 adultos durante tres meses. El ensayo mostró una reducción significativa del nivel de dolor de pies con las ortesis de pie hechas a medida versus las ortesis simuladas (DMP 10,90; IC del 95%: 3,21 a 18,59). Además, se observó una mejoría significativa en la funcionalidad del pie y el funcionamiento físico notificados por el participante con las ortesis de pie hechas a medida. No hubo diferencias en los eventos adversos notificados tras la asignación de ortesis a medida o simuladas. Los desenlaces biomecánicos secundarios mejoraron con el uso de ortesis de pie y calzado a medida (pedobarografía), pero no con las inyecciones intramusculares de toxina botulínica (radiografía) ni con las ortesis de pie comerciales (electromiografía).

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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