Nefrectomía laparoscópica versus abierta para los donantes de riñón vivos

La cirugía mínimamente invasiva, que incluye a un cirujano que realiza varios cortes más pequeños para obtener un riñón sano para el trasplante, se comparó con la técnica tradicional de realizar un único corte más grande (cirugía a cielo abierto). Seis estudios que asignaron al azar 596 donantes de riñón sanos a la cirugía mínimamente invasiva o a la cirugía a cielo abierto, encontraron que la cirugía mínimamente invasiva se asoció con menos dolor para el donante aunque tuvo números similares de complicaciones que pueden requerir tratamiento adicional o cirugía o ambos. Los riñones de donantes que se obtuvieron mediante la técnica quirúrgica mínimamente invasiva sufrieron una falta de nutrientes durante períodos más largos que los riñones obtenidos para el trasplante mediante la cirugía a cielo abierto, aunque este hecho no parece tener ninguna consecuencia a corto plazo.

Conclusiones de los autores: 

La NLD se asocia con menos dolor en comparación con la cirugía a cielo abierto; sin embargo, hay números equivalentes de complicaciones y ocurrencias de eventos perioperatorios que requieren intervención adicional. Los riñones obtenidos mediante los procedimientos de NLD estuvieron expuestos a períodos de isquemia caliente más largos que los injertos adquiridos por NAD, aunque no se informó que este hecho estuviese asociado con consecuencias a corto plazo.

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Antecedentes: 

Las listas de espera para el trasplante de riñón siguen creciendo y la donación de órganos de donantes vivos se ha vuelto más importante debido a que el número de donantes de órganos cadavéricos con muerte del tronco encefálico sigue descendiendo. El impedimento principal para los donantes de riñón potenciales es el dolor y la morbilidad asociados con la cirugía a cielo abierto.

Objetivos: 

Identificar los efectos beneficiosos y perjudiciales del uso de técnicas de nefrectomía laparoscópica en comparación con técnicas de nefrectomía abierta para recuperar los riñones de los donantes de órganos vivos.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en las bases de datos en línea CENTRAL (en Cochrane Library 2010, número 2), MEDLINE (enero 1966 hasta 2010) y en EMBASE (enero 1980 hasta enero 2010) y se hicieron búsquedas manuales en libros de texto y listas de referencias.

Criterios de selección: 

Ensayos controlados con asignación aleatoria que compararan la nefrectomía laparoscópica en el donante (NLD) con la nefrectomía abierta en el donante (NAD).

Obtención y análisis de los datos: 

Dos revisores seleccionaron los títulos y los resúmenes para su elegibilidad, evaluaron la calidad de los estudios y extrajeron los datos de forma independiente. De ser necesario, se estableció contactó con los revisores para obtener información adicional.

Resultados principales: 

Se identificaron seis estudios que asignaron al azar 596 donantes de riñón vivos a los brazos de NLD o de NAD. Se consideró que todos los estudios tenían riesgo de sesgo bajo o incierto en cuanto al sesgo de selección, el sesgo de asignación, los datos de resultado incompletos y el sesgo de notificación selectivo. Cuatro de seis estudios tuvieron un riesgo de sesgo alto en cuanto al cegamiento. Se utilizaron diversas combinaciones diferentes de técnicas en cada estudio, lo cual dio lugar a heterogeneidad en los resultados. La tasa de conversión de NLD a NAD osciló entre 1% y 1,8%. Se encontró que la NLD en general se asoció con un uso reducido de analgesia, una estancia hospitalaria más corta y un retorno más rápido al funcionamiento físico. El riñón extraído estuvo expuesto a períodos más largos de isquemia caliente (2 a 17 minutos) sin consecuencias asociadas a corto plazo. La NAD se asoció con una duración más corta del procedimiento. Para las medidas de resultado que pudieron metanalizarse no hubo diferencias significativas entre la NLD y la NAD para las complicaciones perioperatorias (CR 0,87; IC del 95%: 0,47 a 4,59), las reintervenciones (CR 0,57; IC del 95%: 0,09 a 3,64), la pérdida temprana del injerto (CR 0,31; IC del 95%: 0,06 a 1,48), el retraso en la función del injerto (CR 1,09; IC del 95%: 0,52 a 2,30), el rechazo agudo (CR 1,41; IC del 95%: 0,87 a 2,27), las complicaciones ureterales (CR 1,51; IC del 95%: 0,69 a 3,31), la función renal al año (DME 0,15; IC del 95%: -0,11 a 0,41) o la pérdida del injerto al año (CR 0,76; IC del 95%: 0,15 a 3,85).

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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