Interferón alfa para la hepatitis D crónica

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El virus de la hepatitis D es único debido a que solo puede infectar a una persona que haya sido infectada por el virus de la hepatitis B. La hepatitis D crónica es una infección de difícil tratamiento. Para el tratamiento de la hepatitis D se han evaluado varios agentes antivirales e inmunomoduladores. Sin embargo, con la excepción del interferón, todos ellos resultaron ser ineficaces. Este metanálisis de seis ensayos clínicos con asignación aleatoria sobre el interferón muestra que incluso el interferón alfa no es un fármaco ideal para esta infección. Entre los 169 participantes incluidos en el metanálisis primario, el interferón alfa indujo la eliminación del virus, la normalización de las pruebas hepáticas y la mejoría en la biopsia hepática en más pacientes en comparación con los que permanecieron sin tratar. Desafortunadamente, la mayoría de estos pacientes no tuvieron una respuesta sostenida después de interrumpir el tratamiento. El análisis adicional de dos ensayos que compararon una dosis más alta de interferón alfa con una dosis más baja entre los pacientes asignados al azar no mostró diferencias significativas en el resultado entre los dos grupos. Existieron diferencias en la dosis y la duración del interferón alfa utilizado entre los ensayos incluidos, así como algunas otras deficiencias metodológicas, lo que hace que el metanálisis tenga un alto riesgo de sesgo.

Conclusiones de los autores: 

El interferón alfa no parece curar la hepatitis D en la mayoría de los pacientes. El agente parece ser eficaz para suprimir la actividad de la enfermedad viral y hepática en algunos pacientes, pero esta mejoría no se mantiene en la mayoría de los pacientes. No se puede excluir la sobrestimación de los efectos beneficiosos y la subestimación de los efectos perjudiciales debido al alto riesgo de sesgo (errores sistemáticos) y al alto riesgo de la influencia del azar (errores aleatorios). Por lo tanto, se necesitan más ensayos con asignación aleatoria con tamaños de muestra más grandes y con menor riesgo de sesgo antes de que el interferón pueda recomendarse o refutarse.

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Antecedentes: 

El virus de la hepatitis D es un pequeño virus ARN defectuoso que requiere la presencia de la infección por el virus de la hepatitis B para infectar a una persona. La hepatitis D es una infección de difícil tratamiento. Se han publicado varios ensayos clínicos sobre la eficacia del interferón alfa para la infección por el virus de la hepatitis D (HDV). Sin embargo, existen pocos ensayos con asignación aleatoria que evalúen los efectos del interferón alfa y es difícil evaluar cualquier efecto beneficioso de esta intervención a partir de los ensayos individuales.

Objetivos: 

Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales del interferón alfa para los pacientes con hepatitis D crónica.

Métodos de búsqueda: 

Se identificaron como relevantes para la revisión los ensayos clínicos con asignación aleatoria obtenidos de las búsquedas electrónicas en el Registro Especializado de Ensayos Controlados del Grupo Cochrane Hepatobiliar (Cochrane Hepato-Biliary Group), en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (CENTRAL), en Cochrane Library, MEDLINE, EMBASE y Science Citation Index Expanded hasta mayo de 2011. También se verificaron las referencias bibliográficas de los ensayos con asignación aleatoria identificados, libros de texto y artículos de revisión, para encontrar ensayos con asignación aleatoria no identificados mediante las búsquedas electrónicas.

Criterios de selección: 

Ensayos clínicos con asignación aleatoria que evalúan el interferón alfa versus placebo o ninguna intervención en pacientes con infección crónica por hepatitis D.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos revisores evaluaron los ensayos y extrajeron los datos sobre mortalidad y la respuesta virológica, bioquímica e histológica, así como sobre los eventos adversos al final del tratamiento y a los seis meses o más después de finalizar el tratamiento. Los análisis se realizaron mediante el principio de un análisis por intención de tratar (intention-to-treat analysis) e incluyeron a todos los pacientes asignados al azar independientemente del seguimiento. Los abandonos, los retiros y los incumplimientos se consideraron fracasos del tratamiento. Los datos se analizaron mediante los modelos de efectos fijos y de efectos aleatorios. Los resultados informados se basaron en el modelo de efectos fijos, excepto en los casos donde la significación estadística varió entre los dos modelos.

Resultados principales: 

Seis ensayos con asignación aleatoria cumplieron los criterios de inclusión. Se incluyeron 201 pacientes asignados al azar (174 hombres). El riesgo de sesgo en todos los ensayos incluidos fue alto. Cinco ensayos compararon el interferón alfa con ningún tratamiento en el grupo control. Uno de estos ensayos tuvo dos brazos de tratamiento con una dosis más alta y una dosis más baja de interferón alfa y un grupo control ningún tratamiento. En un análisis primario ambos regímenes de tratamiento se analizaron como un grupo único y como grupos separados en el análisis de subgrupos con diferentes dosis de interferón. El sexto ensayo solo comparó una dosis más alta con una dosis más baja de interferón alfa.

El metanálisis de cinco ensayos que compararon el interferón alfa con el grupo control ningún tratamiento incluyó 169 pacientes. Hubo siete abandonos en el grupo de tratamiento y nueve en el grupo control. Un paciente de 92 (1,1%) murió en el grupo de interferón alfa comparado con cero de 77 pacientes (0,0%) del grupo control sin intervención (cociente de riesgos [CR]) 3,00; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,14 a 66,5). El interferón alfa dio lugar a fracaso de la respuesta virológica al final del tratamiento en 62/92 pacientes (67,4%) en comparación con 71/77 (92,2%) en los controles sin tratar (CR 0,76, IC del 95%: 0,66 a 0,87; p = 0,0001 mediante el modelo de efectos fijos y CR de 0,71, IC del 95%: 0,43 a 1,16; p = 0,17 mediante el modelo de efectos aleatorios). El fracaso de la normalización de la alanina aminotransferasa (ALT) al final del tratamiento se observó en 60/92 pacientes (65,2%) tratados con interferón alfa versus 76/77 (98,7%) en el grupo control (CR 0,69, IC del 95%: 0,59 a 0,80; p

Dos ensayos que compararon una dosis mayor de interferón alfa con una dosis inferior no mostraron diferencias significativas en la respuesta virológica sostenida (76,7% en comparación con 90,0%) (CR 0,85, IC del 95%: 0,68 a 1,07; p = 0,16). En todos estos ensayos se informaron eventos adversos como síntomas pseudogripales, astenia, pérdida de peso, alopecia, trombocitopenia y leucopenia que estaban relacionados con el interferón alfa. Estos eventos fueron frecuentes y a veces graves. Se informó que un paciente del grupo de tratamiento murió por suicidio al final del período de estudio.