Efecto de la reducción moderada de la sal a más largo plazo en la presión arterial

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Las recomendaciones de salud pública de la mayoría de los países consisten en reducir la ingesta de sal de los niveles actuales de unos 9-12 gramos por día a menos de 5-6 gramos por día. El presente análisis agrupado de ensayos aleatorios con una duración de cuatro semanas o más demuestra que dicha reducción en la ingesta de sal disminuye la presión arterial tanto en individuos con presión arterial elevada como normal. La disminución en la presión arterial ocurre tanto en blancos como negros, hombres y mujeres. Además, estos resultados indican que una reducción moderada y a más largo plazo en la ingesta de sal no tiene efectos adversos en los niveles de hormonas ni de lípidos. Estos hallazgos respaldan aún más la reducción de la ingesta de sal a nivel poblacional. Esta medida probablemente disminuya la presión arterial de la población y podría reducir los accidentes cerebrovasculares, el infarto de miocardio y la insuficiencia cardíaca. Además, estos resultados son coherentes con el hecho de que cuanto menor es la ingesta de sal, menor es la presión arterial. Las recomendaciones actuales de reducir la ingesta de sal a 5-6 gramos por día disminuirán la presión arterial, pero una reducción mayor a 3 gramos por día la disminuirá aún más. Por lo tanto, 3 gramos por día debería ser el objetivo a largo plazo para la ingesta de sal a nivel poblacional.

Conclusiones de los autores: 

Una reducción moderada en la ingesta de sal durante cuatro o más semanas produce una disminución significativa e importante, desde el punto de vista poblacional, en la PA en pacientes hipertensos y normotensos, independientemente del sexo y el grupo étnico. La reducción de la sal está asociada con un pequeño aumento fisiológico en la actividad de la renina plasmática, la aldosterona y la noradrenalina. No hay cambios importantes en los niveles de lípidos. Estos hallazgos respaldan aún más la reducción de la ingesta de sal a nivel poblacional. Es probable que esta medida disminuya la PA de la población y, en consecuencia, podrían disminuir las enfermedades cardiovasculares. Además, este análisis revela una asociación significativa entre la reducción en el sodio urinario de 24 horas y la disminución de la PAS; cuanto mayor es la reducción en la ingesta de sal, mayor es la reducción de la PAS. Las recomendaciones actuales de reducir la ingesta de sal de 9-12 a 5-6 g/día tendrá un efecto importante sobre la PA, pero no es lo ideal. Una reducción mayor de 3 g/día tendrá un efecto mayor y debería ser el objetivo a largo plazo para la ingesta de sal a nivel poblacional.

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Antecedentes: 

Una reducción en la ingesta de sal disminuye la presión arterial (PA) y, por lo tanto, reduce el riesgo cardiovascular. Un metanálisis reciente de Graudal dio a entender que la reducción de la sal tenía efectos adversos en las hormonas y los lípidos, que podría mitigar los posibles beneficios asociados con la reducción de la PA. Sin embargo, el metanálisis de Graudal incluyó un gran número de ensayos a muy corto plazo con un cambio muy grande en la ingesta de sal y dichos estudios son irrelevantes para las recomendaciones de salud pública sobre una reducción moderada en la ingesta de sal a más largo plazo. Se ha actualizado la presente revisión Cochrane.

Objetivos: 

Evaluar (1) el efecto de una reducción moderada a más largo plazo en la ingesta de sal (es decir, relevante para la salud pública) en la PA y si hubo una relación dosis-respuesta; (2) el efecto sobre la PA por sexo y grupo étnico; (3) el efecto en la actividad de la renina plasmática, la aldosterona, la noradrenalina, la adrenalina, el colesterol, la lipoproteína de baja densidad (LDL), la lipoproteína de alta densidad (HDL) y los triglicéridos.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en MEDLINE, EMBASE, el registro especializado del Grupo Cochrane de Hipertensión (Cochrane Hypertension Group), Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) y en listas de referencia de artículos relevantes.

Criterios de selección: 

Se incluyeron los ensayos aleatorios con una reducción moderada en la ingesta de sal y de una duración de al menos cuatro semanas.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos revisores extrajeron independientemente los datos. Se realizaron metanálisis de efectos aleatorios, análisis de subgrupos y metarregresión.

Resultados principales: 

Se incluyeron 34 ensayos con 3230 participantes. El metanálisis indicó que el cambio medio en el sodio urinario (sal reducida versus sal convencional) fue de -75 mmol/24 h (equivalente a una reducción de 4,4 g/día de sal), el cambio medio en la PA fue de -4,18 mmHg (IC del 95%: -5,18 a -3,18; I 2= 75%) para la PA sistólica y de -2,06 mmHg (IC del 95%: -2,67 a -1,45; I 2= 68%) para la PAD. La metarregresión reveló que tanto la edad, como el grupo étnico, el estado de la PA (hipertensivo o normotensivo) y el cambio en el sodio urinario de 24 horas se asociaron significativamente con una disminución de la PAS, responsable del 68% de la varianza entre los estudios. Una reducción de 100 mmol en el sodio urinario de 24 horas (6 g/día de sal) se asoció con una disminución de la PAS de 5,8 mmHg (IC del 95%: 2,5 a 9,2; p = 0,001) después del ajuste por edad, grupo étnico y estado de la PA. La edad, el grupo étnico, el estado de la PA y el cambio en el sodio urinario de 24 horas fueron responsables de la varianza del 41% en la PAD entre los estudios. El metanálisis por subgrupo reveló que, en los pacientes hipertensos, el efecto medio fue de -5,39 mmHg (IC del 95%: -6,62 a -4,15; I 2= 61%) para la PA sistólica y de -2,82 mmHg (IC del 95%: -3,54 a -2,11; I 2= 52%) para la PAD. En los pacientes normotensos, el efecto medio fue de -2,42 mmHg (IC del 95%: -3,56 a -1,29; I 2= 66%) para la PA sistólica y de -1,00 mmHg (IC del 95%: -1,85 a -0,15; I 2= 66%) para la PAD. Los análisis de subgrupos adicionales demostraron que la disminución en la PAS fue significativa en participantes hombres y mujeres, blancos y negros. El metanálisis de los datos de hormonas y lípidos indicó que el efecto medio fue de 0,26 ng/ml/h (IC del 95%: 0,17 a 0,36; I 2= 70%) para la actividad de la renina plasmática, 73,20 pmol/l (IC del 95%: 44,92 a 101,48; I 2= 62%) para la aldosterona, 31,67 pg/ml (IC del 95%: 6,57 a 56,77; I 2= 5%) para la noradrenalina, 6,70 pg/ml (IC del 95%: -0,25 a 13,64; I 2= 12%) para la adrenalina, 0,05 mmol/l (IC del 95%: -0,02 a 0,11; I 2= 0%) para el colesterol, 0,05 mmol/l (IC del 95%: -0,01 a 0,12; I 2= 0%) para la LDL, -0,02 mmol/l (IC del 95%: -0,06 a 0,01; I 2= 16%) para la HDL y 0,04 mmol/l (IC del 95%: -0,02 a 0,09; I 2= 0%) para los triglicéridos.