El retraso/trastorno primario del habla y el lenguaje es una dificultad común del desarrollo que, si no se resuelve, puede causar dificultades tanto de aprendizaje como de socialización que duran hasta la adolescencia y más allá. Esta revisión examina la efectividad de las intervenciones con terapia del habla y el lenguaje para los niños con retraso/trastorno primario del habla y el lenguaje. La revisión concluye que aunque podría haber algún apoyo a la efectividad de la terapia del habla y el lenguaje para los niños con dificultades fonológicas expresivas y del vocabulario expresivo, la evidencia relacionada con la efectividad de las intervenciones para la sintaxis expresiva es variada, y no se dispone de evidencia relacionada con las intervenciones para los niños con dificultades del lenguaje receptivo.
La revisión muestra que, en general, hay un efecto positivo de las intervenciones de terapia del habla y el lenguaje en los niños con dificultades fonológicas expresivas y de vocabulario expresivo. Los datos sobre las dificultades de la sintaxis expresiva son más contradictorios y es necesario seguir investigando sobre la intervención en las dificultades del lenguaje receptivo. Existe un alto grado de heterogeneidad en los resultados, y es necesario investigar las fuentes de la misma.
Se cree que aproximadamente el 6% de los niños tienen dificultades en el habla y el lenguaje, de los cuales la mayoría no tendrá otras dificultades significativas en el desarrollo. Aunque la mayoría de las dificultades de los niños se resuelven, los niños cuyas dificultades persisten en la escuela primaria pueden tener problemas a largo plazo relacionados con la alfabetización, la socialización, el comportamiento y el rendimiento escolar.
Examinar la efectividad de las intervenciones del habla y el lenguaje para los niños con retraso/trastorno primario del habla y el lenguaje.
Se hicieron búsquedas en las siguientes bases de datos: Registro Cochrane de ensayos controlados (Cochrane Controlled Trials Register) (Biblioteca Cochrane, CENTRAL: 2002/3), CINAHL (1982 a julio de 2002), EMBASE (1980 a semana 4 de septiembre de 2002), ERIC (1965 a 2002), MEDLINE (1966 a semana 3 de septiembre de 2002), PsycINFO (1872 a 2002/10 semana 2), The National Research Register (2002/3). Además, se tomaron referencias de revisiones de la literatura y de las listas de referencias de los artículos.
La revisión consideró los ensayos controlados aleatorizados de intervenciones de terapia del habla y el lenguaje en niños o adolescentes con retraso/trastorno primario del habla y el lenguaje.
Se identificaron los títulos y resúmenes y se evaluó su relevancia antes de obtener la versión completa de todos los artículos potencialmente relevantes. Los datos se clasificaron en función de la naturaleza del grupo control y se consideraron en términos de los efectos de la intervención sobre la fonología expresiva y receptiva, la sintaxis y el vocabulario. Los desenlaces utilizados en el análisis dependieron del enfoque del estudio y en esta revisión sólo se consideraron los efectos principales del tratamiento.
En el metanálisis se utilizaron los resultados de 25 estudios. Los resultados indican que la terapia del habla y el lenguaje es eficaz para los niños con problemas fonológicos (DME 0,44; IC del 95%: 0,01 a 0,86) o dificultades de vocabulario (DME 0,89; IC del 95%: 0,21 a 1,56), pero que hay menos evidencia de que las intervenciones sean eficaces para los niños con dificultades receptivas (DME -0,04; IC del 95%: -0,64 a 0,56). Se encontraron resultados mixtos en cuanto a la efectividad de las intervenciones en la sintaxis expresiva (n = 233; DME 1,02; IC del 95%: 0,04 a 2,01). No hubo diferencias significativas entre la intervención administrada por el médico y la intervención implementada por padres capacitados, y los estudios no mostraron una diferencia entre los efectos de las intervenciones grupales e individuales (DME 0,01; IC del 95%: -0,26 a 1,17). El uso de compañeros con lenguaje normal en la terapia demostró tener un efecto positivo en el resultado de la terapia (DME 2,29; IC del 95%: 1,11 a 3,48).
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