Tipos de sonda uretral para el tratamiento de los trastornos de la micción a corto plazo en adultos hospitalizados

Antecedentes sobre el trastorno

Las sondas uretrales son tubos pequeños que se insertan en la vejiga a través de la uretra (salida para la orina). A menudo se utilizan durante un periodo corto después de una cirugía mayor. Las sondas uretrales también se utilizan cuando el paciente necesita pero no puede vaciar la vejiga (retención urinaria). También se utilizan para vigilar la producción de orina en los pacientes hospitalizados. Cerca de la mitad de los adultos hospitalizados que tienen sondas urinarias durante más de una semana contraerá una infección urinaria (IU).

Principales hallazgos de la revisión

Se incluyeron 26 ensayos en esta revisión sistemática con 12 422 adultos hospitalizados en 25 ensayos de grupos paralelos, y 27 878 adultos en un gran ensayo cruzado aleatorio grupal. La revisión de las pruebas de los ensayos encontró que aunque las sondas con antisépticos (aleación de plata) redujeron el número de bacterias en la orina, no redujeron el número de IU causadas por la presencia de la sonda. Las sondas recubiertas con antimicrobianos (antibióticos, nitrofurazona) diseñadas para eliminar o detener el crecimiento de las bacterias pueden reducir tanto el número de bacterias en la orina así como el número de pacientes que presentan una IU causada por la presencia de la sonda. Sin embargo, las pruebas son relativamente débiles y es probable que cualquier beneficio sea pequeño, y, en consecuencia, poco significativo para los pacientes o los médicos.

Efectos adversos

Estas sondas con antibióticos también presentan más probabilidades de causar malestar para los pacientes en comparación con las sondas estándar, y son más costosas.

Conclusiones

Los mejores enfoques para reducir el riesgo de IU incluyen la reducción de los números de cateterismos innecesarios o la reducción del período durante el cual se utiliza la sonda mediante su extracción lo antes posible.

Conclusiones de los autores: 

Las sondas recubiertas con aleación de plata no se asociaron con una reducción estadísticamente significativa de la IUAS sintomática y son considerablemente más costosas. Las sondas impregnadas con nitrofurazona redujeron el riesgo de IUAS sintomática y bacteriuria, aunque la magnitud de la reducción fue baja y en consecuencia no puede ser clínicamente importante. Sin embargo, son más costosas que las sondas estándar. También presentan más probabilidades de causar malestar que las sondas estándar.

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Antecedentes: 

La infección urinaria (IU) es la infección intrahospitalaria más frecuente. La principal causa asociada es el uso de sondas uretrales permanentes. Se han introducido varias medidas para reducir las infecciones urinarias asociadas a la sonda (IUAS). Una de estas medidas es la introducción de sondas uretrales especializadas que han sido diseñadas para reducir el riesgo de infección. Las mismas incluyen sondas recubiertas con antisépticos e impregnadas con antimicrobianos.

Objetivos: 

El objetivo primario de esta revisión fue comparar la efectividad de diferentes tipos de sondas uretrales permanentes en cuanto a la reducción del riesgo de IU y evaluar su impacto sobre otros resultados en adultos que requieren la colocación de sondas uretrales a corto plazo en el hospital.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en el registro especializado de ensayos del Grupo Cochrane de Incontinentcia (Cochrane Incontinence Group), que contiene ensayos identificados a partir del Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL), MEDLINE, MEDLINE in process, ClinicalTrials.gov, WHO ICTRP y búsquedas manuales en revistas y actas de congresos (búsqueda 9 de septiembre 2014). También se examinó la bibliografía de los artículos relevantes y se contactó con los representantes de fabricantes de sondas para obtener ensayos.

Criterios de selección: 

Se incluyeron todos los ensayos controlados aleatorios (ECA) y los ensayos controlados cuasialeatorios que comparaban tipos de sondas uretrales permanentes a corto plazo en adultos hospitalizados. “A corto plazo” se define como el cateterismo de una duración menor o igual que 14 días.

Obtención y análisis de los datos: 

Al menos dos autores de la revisión examinaron los resúmenes, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo de los ensayos incluidos de forma independiente. Cualquier desacuerdo se resolvió mediante discusión o consulta con un tercero. Los datos se procesaron según se describe en el Manual Cochrane para las Revisiones Sistemáticas de Intervenciones (Cochrane Handbook for Systematic Reviews of Interventions). Se evaluó la calidad de la evidencia mediante el enfoque GRADE.

Resultados principales: 

Veintiséis ensayos, que incluyeron a 12 422 adultos hospitalizados en 25 ensayos de grupos paralelos y 27 878 adultos en un gran ensayo cruzado aleatorio grupal, cumplieron con los criterios de inclusión. Ningún ensayo comparó una sonda antiséptica versus otra, ni una sonda antimicrobiana versus otra.

Sondas uretrales permanentes con antisépticos versus sondas uretrales permanentes estándar

El resultado primario, la IUAS sintomática, se informó en un ensayo amplio en riesgo bajo de sesgo, que comparaba la sonda de látex con hidrogel de aleación de plata (con antisépticos) versus una sonda estándar de látex con politetrafluoretileno (PTFE) (control). El ensayo utilizó una definición de IUAS sintomática de los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de los EE.UU. Para la comparación entre la sonda recubierta con aleación de plata versus sonda estándar, no hubo diferencias significativas en la incidencia de IUAS sintomática (CR 0,99; IC del 95%: 0,85 a 1,16).

Para los resultados secundarios, los ensayos incluidos informaron sobre dos tipos de sondas con antisépticos (con óxido de plata o aleación de plata). Para el resultado de la bacteriuria, las sondas de óxido de plata no se asociaron con una reducción estadísticamente significativa (CR 0,90; IC del 95%: 0,72 a 1,13). Dichas sondas ya no se elaboran. Las sondas de aleación de plata lograron una reducción leve aunque estadísticamente significativa de la bacteriuria (CR 0,82; IC del 95%: 0,73 a 0,92). Sin embargo, el único ensayo amplio en riesgo bajo de sesgo no apoyó este hallazgo (CR 0,99; IC del 95%: 0,85 a 1,16). El ensayo cruzado aleatorio de sondas recubiertas con aleación de plata versus sondas estándar se excluyó de los resultados combinados porque los datos no estuvieron disponibles antes del cruzamiento. Los resultados de este ensayo mostraron menos bacteriuria en el grupo de sonda con aleación de plata.

Para el resultado del malestar mientras la sonda estaba colocada, menos pacientes con sondas con aleación de plata se quejaron de malestar en comparación con las sondas estándar (CR 0,84; IC del 95%: 0,74 a 0,96).

Sondas uretrales permanentes con antibióticos versus sondas uretrales permanentes estándar

La medida de resultado primaria, la IUAS sintomática se informó, en un ensayo amplio en riesgo bajo de sesgo, que comparaba la sonda de silicona impregnada con nitrofurazona (con antimicrobianos) versus una sonda estándar de látex con PTFE (control). La sonda con nitrofurazona logró una reducción en la incidencia de IUAS sintomática que fue de significación estadística dudosa (CR 0,84; IC del 95%: 0,71 a 0,99).

Para los resultados secundarios, los ensayos incluidos informaron sobre dos tipos de sondas con antimicrobianos (impregnadas con nitrofurazona o con minociclina/rifampicina). Se halló que las sondas impregnadas con antimicrobianos, comparadas con las sondas estándar, redujeron la tasa de bacteriuria en el grupo de antimicrobianos tanto para la minociclina como para la rifampicina (CR 0,36; IC del 95%: 0,18 a 0,73), y la nitrofurazona (CR 0,73; IC del 95%: 0,64 a 0,85). La sonda con minociclina y rifampicina ya no se elabora.

Para el resultado del malestar mientras la sonda está colocada, más pacientes con sondas con nitrofurazona se quejaron de dolor mientras la sonda estaba colocada en comparación con las sondas estándar (CR 1,26; IC del 95%: 1,12 a 1,41). Durante el período posterior a la extracción de la sonda, más pacientes con sondas con nitrofurazona se quejaron de dolor en comparación con las sondas estándar (CR 1,43; IC del 95%: 1,30 a 1,57).

Sondas uretrales permanentes con antibióticos versus sondas uretrales permanentes con antisépticos

Un ensayo amplio comparó las sondas impregnadas con antimicrobianos (nitrofurazona) versus sondas recubiertas con aleación de plata (con antisépticos). Los resultados indicaron que los pacientes presentaron menor probabilidad de tener una IUAS sintomática al utilizar sondas impregnadas con nitrofurazona (228/2153; 10,6%) en comparación con las sondas recubiertas con aleación de plata (263/2097; 12,5%), aunque estos datos fueron de significación estadística dudosa (CR 0,84; IC del 95%: 0,71 a 1,00). Sin embargo, presentaron significativamente menos bacteriuria (CR 0,78; IC del 95%: 0,67 a 0,91).

Mientras la sonda estuvo colocada (CR 1,50; IC del 95%: 1,32 a 1,70), y al realizar su extracción (CR 1,32; IC del 95%: 1,20 a 1,45), las sondas con nitrofurazona se asociaron con más malestar en comparación con las sondas recubiertas con plata.

Un tipo de sonda uretral permanente estándar versus otro tipo de sonda uretral permanente estándar

Ninguno de los ensayos que comparó las sondas estándar versus otros tipos de sondas estándar midieron la IUAS sintomática. En cuanto a la reducción de la bacteriuria, los ensayos individuales fueron demasiado pequeños para indicar si un tipo de sonda estándar fue superior a otro tipo. Para el resultado de las reacciones uretrales, las sondas completamente siliconadas parecieron ser superiores a las sondas de látex. Sin embargo, los ensayos incluyeron un número pequeño de participantes. No hubo diferencias estadísticamente significativas entre las dos estrategias para todos los otros resultados.

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