Líquidos y alimentos orales tempranos en comparación con tardíos después de una cesárea

Volver a beber y comer poco después de la cesárea no parece causar problemas a las mujeres, e incluso podría acelerar la recuperación.

Hay muchas diferencias en las políticas sobre cuándo se permite a las mujeres comer o beber después de una cesárea. En algunos hospitales no se permite a las mujeres ingerir alimentos o líquidos durante más de 24 horas después de la operación, en la creencia de que los intestinos pueden tardar en asentarse tras la cirugía abdominal. Sin embargo, la cesárea podría no alterar en absoluto la función intestinal. La revisión encontró que la evidencia de los ensayos no justifica la suspensión de alimentos y bebidas después de una cesárea sin complicaciones. Hay algunas evidencia, aunque no es sólida, de que la comida y la bebida introducidas de forma temprana podrían acelerar la recuperación del intestino.

Conclusiones de los autores: 

No hubo evidencia a partir de los limitados ensayos aleatorizados revisados para justificar una política de suspensión de los líquidos orales después de una cesárea sin complicaciones. Se justifica la realización de estudios de investigación adicionales.

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Antecedentes: 

Es habitual que los líquidos y los alimentos se suspendan durante un periodo de tiempo después de las cirugías abdominales. Después de la cesárea, las prácticas varían considerablemente. Estas discrepancias suscitan preocupación en cuanto a los fundamentos de las distintas prácticas.

Objetivos: 

Evaluar el efecto de la introducción temprana versus tardía de líquidos y alimentos después de la cesárea.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (enero de 2002) y en el Registro Cochrane de ensayos controlados (Cochrane Controlled Trials Register) (La Biblioteca Cochrane, número 4, 2001).

Criterios de selección: 

Se consideraron los ensayos clínicos aleatorizados que compararon los líquidos orales y los alimentos introducidos de forma temprana versus tardía después de la cesárea. Las participantes fueron mujeres en las primeras 24 horas después de la cesárea. Los autores de los ensayos individuales definieron los criterios para la alimentación "temprana" (generalmente entre seis y ocho horas después de la cirugía).

Obtención y análisis de los datos: 

Se evaluó la calidad metodológica y la idoneidad de los ensayos considerados para inclusión. Para los datos dicotómicos se calcularon los riesgos relativos y los intervalos de confianza del 95%. Los datos continuos se compararon utilizando la diferencia de medias ponderada y el intervalo de confianza del 95%. Se realizaron análisis de subgrupos para la anestesia general, la analgesia regional y cuando la anestesia fue mixta o no estaba definida.

Resultados principales: 

De 12 estudios considerados, seis se incluyeron en esta revisión. Cuatro se excluyeron y dos están pendientes de información adicional. La calidad metodológica de los estudios fue variable. Sólo de uno a tres estudios aportaron datos utilizables para cada desenlace. Tres estudios se limitaron a la cirugía bajo analgesia regional, mientras que tres incluyeron tanto la analgesia regional como la anestesia general.

Los líquidos o alimentos orales tempranos se asociaron con: reducción del tiempo hasta la primera ingesta de alimentos (un estudio, 118 mujeres; la intervención fue una dieta semilíquida y los alimentos se introdujeron según los parámetros clínicos; diferencia de medias ponderada -7,20 horas; intervalo de confianza del 95%: -13,26 a -1,14); reducción del tiempo hasta el retorno de los sonidos intestinales (un estudio, 118 mujeres; -4,30 horas; -6,78 a -1,82); reducción de la estancia hospitalaria posoperatoria tras la cirugía con analgesia regional (dos estudios, 220 mujeres; -0,75 días; -1,37 a -0,12 [modelo de efectos aleatorios]); y una tendencia a la reducción de la distensión abdominal (tres estudios, 369 mujeres; riesgo relativo 0,78; intervalo de confianza del 95%: 0,55 a 1,11). No se identificaron diferencias significativas con respecto a las náuseas, los vómitos, el tiempo hasta la función intestinal/el paso de flatos, el íleo paralítico y el número de dosis de analgésicos.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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