Ayudas de lectura para los adultos con disminución de la visión

¿Cuál fue el objetivo de esta revisión?
El objetivo de esta revisión Cochrane fue comparar diferentes ayudas de lectura para personas con baja visión. Los autores de la revisión Cochrane recopilaron y analizaron todos los estudios relevantes para responder a esta pregunta y encontraron 13 estudios.

Mensajes clave
No hay evidencia suficiente que apoye el uso de un tipo específico de ayuda de lectura electrónica u óptica. La revisión sugiere que las velocidades de lectura mejoran con el uso de dispositivos electrónicos montados en soportes. Hay poca evidencia de que exista una diferencia entre los dispositivos electrónicos montados en la cabeza o portátiles versus dispositivos ópticos u otros dispositivos electrónicos, aunque es posible que la tecnología haya mejorado desde que se realizaron estos estudios. No existe evidencia que apoye el uso de filtros o gafas de prisma.

¿Qué se estudió en la revisión?
El número de pacientes con disminución de la visión es cada vez mayor a medida que la población envejece. Las ayudas amplificadoras ópticas y electrónicas se suelen prescribir para ayudar a los pacientes a conservar la capacidad de lectura cuando presentan comienzo de pérdida de la visión. Los autores de Cochrane revisaron la evidencia del efecto de las ayudas a la lectura en la capacidad de lectura de las personas con baja visión para averiguar si existen diferencias en el rendimiento de lectura con dispositivos ópticos convencionales, como lupas microscópicas de mano o con soporte, en comparación con dispositivos electrónicos como la televisión de circuito cerrado con soporte y las lupas electrónicas de mano.

Los autores de la revisión Cochrane evaluaron la certeza de evidencia para cada resultado de la revisión. Buscaron factores que pueden hacer que la evidencia sea menos segura, como problemas con la forma en que se realizaron los estudios, estudios muy pequeños y hallazgos inconsistentes entre los estudios. También analizaron los factores que pueden hacer que la evidencia sea de certeza más alta, incluidos los efectos muy grandes. Se calificó cada hallazgo como de muy baja, baja, moderada o alta certeza.

¿Cuáles son los principales resultados de la revisión?
Los autores de la revisión Cochrane encontraron 13 estudios relevantes. Siete eran de los EE.UU., cinco del Reino Unido y uno de Canadá. Estos estudios compararon el efecto de diferentes ayudas para la lectura en el rendimiento de la lectura, principalmente la velocidad de lectura. Los participantes eran adultos que asistían a servicios de baja visión. La mayoría de los pacientes estaban afectados por degeneración macular, que causa la pérdida de la visión central y suele estar relacionada con la edad. Debido a que la mayoría de los estudios fueron pequeños, los resultados fueron a menudo imprecisos, y es difícil saber si son aplicables a todas las personas con baja visión.

Los resultados fueron los siguientes.

- La velocidad de lectura puede ser más rápida con dispositivos electrónicos que con lupas ópticas (evidencia de certeza moderada y baja).
- El suministro de un circuito cerrado de televisión (CCTV) en una consulta inicial de rehabilitación puede aumentar las velocidades de lectura en comparación con la prescripción de ayudas estándar para la visión baja solamente (evidencia de baja certeza).
- La velocidad de lectura con los dispositivos electrónicos montados en la cabeza mostró diferencias inconsistentes en comparación con los dispositivos ópticos (evidencia de certeza moderada o baja).
- Las velocidades de lectura con una tableta comparadas con el CCTV montado en un soporte fueron similares (evidencia de baja certeza).
- La adición de un dispositivo electrónico portátil a un dispositivo óptico preferido no pareció aumentar la velocidad de lectura (evidencia de baja certeza).
- Los filtros de color no eran mejores y posiblemente peores que un filtro claro para la velocidad de lectura (evidencia de baja certeza).
- Las gafas de prisma personalizadas o estándar no parecían aportar un beneficio adicional en comparación con las gafas de lectura convencionales para las personas con degeneración macular relacionada con la edad (evidencia de baja certeza).

¿Cuál es el grado de actualización de esta revisión?
Los autores de la revisión Cochrane buscaron estudios que se habían publicado hasta el 17 de enero de 2018.

Conclusiones de los autores: 

No hay evidencia suficiente que apoye el uso de un tipo específico de dispositivo electrónico u óptico para los perfiles más comunes de los usuarios de ayudas para la baja visión. Sin embargo, hay alguna evidencia de que los dispositivos electrónicos montados en un soporte pueden mejorar la velocidad de lectura en comparación con los dispositivos ópticos. Hay menos evidencia que apoye el uso de dispositivos electrónicos montados en la cabeza o portátiles; sin embargo, es posible que la tecnología de los dispositivos electrónicos haya mejorado desde que se realizaron los estudios incluidos en esta revisión, y los dispositivos electrónicos portátiles modernos tienen propiedades deseables, como el uso flexible del aumento. No existe buena evidencia que apoye el uso de filtros o gafas de prisma. Las investigaciones futuras deberían centrarse en la evaluación del uso sostenido a largo plazo de cada dispositivo y el efecto de los diferentes programas de entrenamiento para su uso, combinado con la investigación de cuáles son las características del paciente que predicen el rendimiento con los diferentes dispositivos, incluidos algunos de los dispositivos electrónicos más costosos.

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Antecedentes: 

El objetivo de la rehabilitación para la disminución de la visión es permitir que los pacientes retomen o continúen realizando las tareas cotidianas, de las cuales la lectura se considera una de las más importantes. Este objetivo se logra al proporcionarles dispositivos ópticos adecuados y un adiestramiento especial en el uso de las ayudas para la visión residual y la disminución de la visión, que van desde lupas simples hasta amplificadores de imagen de alta potencia.

Objetivos: 

Evaluar los efectos de diferentes ayudas de lectura visual para adultos con baja visión.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials, CENTRAL) (que contiene el Registro Cochrane de Ensayos de Ojos y Visión [Cochrane Eyes and Vision Trials Register]) (2017, número 12); MEDLINE Ovid; Embase Ovid; BIREME LILACS, OpenGrey, el registro ISRCTN; ClinicalTrials.gov y la International Clinical Trials Registry Platform (ICTRP) de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La fecha de la búsqueda fue 17 de enero de 2018.

Criterios de selección: 

Esta revisión incluye ensayos aleatorizados y cuasialeatorizados que compararon cualquier dispositivo o ayuda utilizada para la lectura con otro dispositivo o ayuda en personas de 16 años o más con baja visión, según lo definido por los investigadores del estudio. No se compararon las ayudas de baja visión con ninguna ayuda de baja visión ya que obviamente no es posible medir la velocidad de lectura, el principal resultado, en personas que no pueden leer la letra ordinaria. Se consideraron ayudas para la lectura que maximizan la capacidad de lectura visual de la persona, por ejemplo, aumentando la ampliación de la imagen (lupas ópticas y electrónicas), aumentando el contraste del texto (filtros de color) o tratando de optimizar el ángulo de visión o la posición de la mirada (como los prismas). No se han incluido estudios que investiguen ayudas para la lectura que permitan la lectura a través de la audición, como libros hablados o lectores de pantalla, o a través del tacto, como los dispositivos basados en el Braille, y no se han considerado estrategias de rehabilitación o intervenciones complejas para la visión baja.

Obtención y análisis de los datos: 

Se utilizaron los métodos estándar previstos por Cochrane. Al menos dos autores de la revisión, de forma independiente, evaluaron la calidad de los ensayos y extrajeron los datos. El resultado primario de la revisión fue la velocidad de lectura en palabras por minuto. Los resultados secundarios incluían la duración y la agudeza de la lectura, la facilidad y la frecuencia de uso, la calidad de vida y los resultados adversos. La certeza de la evidencia se evaluó con criterios GRADE.

Resultados principales: 

Se incluyeron 11 estudios pequeños con un diseño cruzado (cross-over) (435 personas en total), un estudio con dos brazos paralelos (37 participantes) y un estudio con tres brazos paralelos (243 participantes). Estos estudios se realizaron en los EE.UU. (siete estudios), el Reino Unido (cinco estudios) y Canadá (un estudio). La degeneración macular relacionada con la edad (DMS) fue la causa más frecuente de la visión baja, con 10 estudios que informaron sobre el 50% o más de los participantes con esta condición. Los participantes tenían entre 9 y 97 años de edad en estos estudios, pero la mayoría eran mayores (la media de edad en todos los estudios era de 71 años). Ninguno de los estudios fue enmascarado; por lo demás, se consideró en gran medida que los estudios tenían un bajo riesgo de sesgo. Todos los estudios reportaron el resultado primario: resultados de la velocidad de lectura. Ninguno de los estudios midió o informó resultados adversos.

La velocidad de lectura puede ser mayor con la televisión de circuito cerrado montada en un soporte que con los dispositivos ópticos (lupas de soporte o de mano) (evidencia de baja certeza , dos estudios, 92 participantes). Había evidencia de certeza moderada de que la duración de la lectura era mayor con los dispositivos electrónicos y que eran más fáciles de usar. Se vieron resultados similares para los dispositivos electrónicos con la cámara montada en un "ratón". Se observaron resultados mixtos en lo que respecta a los dispositivos montados en la cabeza: un estudio de 70 participantes determinó que un dispositivo montado en la cabeza con un ratón era mejor que un dispositivo óptico y otro estudio de 20 participantes determinó que los dispositivos ópticos eran mejores (evidencia de baja certeza). La evidencia de baja certeza de tres estudios (93 participantes) no indicó diferencias importantes en la velocidad de lectura, la agudeza o la facilidad de uso entre los dispositivos electrónicos montados en un soporte y los montados en la cabeza. Del mismo modo, la evidencia de baja certeza de un estudio de 100 participantes no indicaba diferencias importantes entre una tableta de 9.7'' y una cámara de circuito cerrado de televisión montada en un soporte en lo que respecta a la velocidad de lectura, con estimaciones imprecisas (no se informaron otros resultados).

La evidencia de baja certeza mostró poca diferencia en la velocidad de lectura en un estudio con 100 participantes que añadió dispositivos electrónicos portátiles a los dispositivos ópticos preferidos. En un estudio de brazos paralelos realizado con 37 participantes, se encontró evidencia de baja certeza de una mayor velocidad de lectura al mes si los participantes recibían un circuito cerrado de televisión en la consulta inicial de rehabilitación en lugar de una prescripción estándar de ayudas para la baja visión solamente.

Un estudio de brazos paralelos que incluyó a 243 participantes con DMS no encontró diferencias importantes en la velocidad de lectura, la agudeza de lectura y la calidad de vida entre las gafas de prisma y las gafas convencionales. En un estudio realizado en 10 pacientes con DMS, se comprobó que la velocidad de lectura con varios filtros de color superpuestos no era mejor y posiblemente peor que con un filtro claro (evidencia de baja certeza, no se informaron otros resultados).

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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