Proporcionar información a los supervivientes de ictus y a sus cuidadores

¿De qué trató la revisión?

Se revisaron las evidencias sobre los efectos de proporcionar información a las personas después de un ictus. Se trata de personas que han sufrido un ictus o un mini-ictus (accidente isquémico transitorio [AIT]), o sus cuidadores, como amigos y familiares. Se analizó principalmente el efecto en sus conocimientos sobre el ictus y su atención, su estado de ánimo y su calidad de vida.

Antecedentes

Un ictus o accidente cerebrovascular es una pérdida repentina de la función cerebral causada por la falta de riego sanguíneo. El ictus puede provocar la muerte o problemas físicos y mentales. Puede tener un efecto importante en la vida de la persona y de quienes la rodean.

Los supervivientes de un ictus y sus cuidadores suelen decir que no se les ha dado suficiente información sobre el ictus. A menudo no se sienten preparados para la vida tras salir del hospital. Algunas personas dicen que se sintieron abrumadas. No se les explicó la información o se les dio a destiempo. La información podría ayudar a las personas a gestionar mejor su salud y a adaptarse a la vida después del ictus.

Se quiso saber si era mejor o peor recibir información adicional. También se quería saber si la forma de proporcionar la información era importante.

Características de los estudios

Se encontraron 33 estudios con 5255 supervivientes de ictus y 3134 cuidadores. En 11 estudios, la información se proporcionó de forma pasiva en forma de folleto, DVD, antecedentes médicos o folleto personalizado. En 22 estudios, la información se proporcionó de forma activa, a menudo combinando formas como charlas, demostraciones, reuniones y llamadas telefónicas.

Resultados clave

Para los supervivientes de un ictus, recibir información de forma activa podría mejorar el conocimiento sobre el ictus y la atención a este. Podría reducir ligeramente la ansiedad y la depresión, pero esto podría no ser perceptible. También podría mejorar la calidad de vida. La evidencia es menos clara en el caso de la información pasiva. Sin embargo, podría empeorar ligeramente la ansiedad y la depresión. Una vez más, esto podría no ser perceptible. En el caso de los cuidadores, las evidencias son muy inciertas o no existen.

Confianza en las evidencias

En general, la confianza en las evidencias fue baja o muy baja. Se tuvo seguridad moderada en que los síntomas depresivos de los supervivientes de ictus se redujeron ligeramente con la provisión de información activa. La confianza se vio a menudo limitada por los siguientes factores.

- Las personas que participaron en los estudios sabían si estaban dando o recibiendo más información de lo habitual. Esto podría haber afectado a lo que hicieron o a cómo dijeron que se sentían.
- Se ha estudiado a muy pocas personas.
- Los resultados no fueron precisos, por lo que pudieron mostrar efectos beneficiosos ni perjudiciales.
- Los resultados de los estudios individuales no coincidieron lo suficiente entre sí.

¿Cuál es el grado de actualización de esta revisión?

Se buscaron estudios en mayo y junio de 2019 y se volvió a buscar en una fuente en septiembre de 2020. Los estudios se publicaron entre 1987 y 2019.

Conclusiones de los autores: 

Proporcionar información de forma activa podría mejorar el conocimiento de los supervivientes de accidentes cerebrovasculares y su calidad de vida, y podría reducir la ansiedad y la depresión. Sin embargo, las reducciones en las puntuaciones de ansiedad y depresión fueron pequeñas y podrían no ser importantes. Por el contrario, proporcionar información de forma pasiva podría empeorar ligeramente las puntuaciones de ansiedad y depresión de los supervivientes de accidentes cerebrovasculares, aunque, de nuevo, se desconoce la importancia de esto. La evidencia relacionada con los cuidadores y otros desenlaces de proporcionar información de manera pasiva es, en general, muy incierta. Aunque todavía se desconoce cuál es la mejor manera de proporcionar información, la evidencia es mejor para las estrategias que implican activamente a los supervivientes de accidentes cerebrovasculares y a sus cuidadores y que incluyen un seguimiento planificado para aclarar y reforzar los conocimientos.

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Antecedentes: 

Un accidente cerebrovascular es una pérdida repentina de la función cerebral causada por la falta de riego sanguíneo. El accidente cerebrovascular puede provocar la muerte o el deterioro físico y cognitivo y puede tener implicaciones psicológicas y sociales duraderas. Las investigaciones demuestran que los supervivientes de un accidente cerebrovascular y sus familias no están satisfechos con la información que se les proporciona y tienen un escaso conocimiento del accidente cerebrovascular y los problemas asociados.

Objetivos: 

El objetivo principal es evaluar los efectos de proporcionar información de forma activa o pasiva para los supervivientes de accidentes cerebrovasculares (personas con un diagnóstico clínico de accidente cerebrovascular o ataque isquémico transitorio [AIT]) o sus cuidadores identificados. Los desenlaces principales son el conocimiento sobre el accidente cerebrovascular y los servicios de accidente cerebrovascular, y la ansiedad.

Métodos de búsqueda: 

Se actualizaron las búsquedas en el Registro Especializado del Grupo Cochrane de Accidentes cerebrovasculares (Cocrhane Stroke Group) el 28 de septiembre de 2020 y en las siguientes bases de datos hasta mayo/junio de 2019: el Registro Cochrane central de ensayos controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials; CENTRAL; 2019, número 5) y la Base de Datos Cochrane de Revisiones Sistemáticas (Cochrane Database of Systematic Reviews; CDSR; 2019, número 5) en la Biblioteca Cochrane (búsqueda el 31 de mayo de 2019), MEDLINE Ovid (búsqueda de 2005 hasta la semana 4 de mayo de 2019), Embase Ovid (búsqueda de 2005 hasta el 29 de mayo de 2019), CINAHL EBSCO (búsqueda de 2005 hasta el 6 de junio de 2019), y otras cinco. Se realizaron búsquedas en siete registros de estudios y se verificaron las listas de referencias de las revisiones.

Criterios de selección: 

Ensayos aleatorizados con supervivientes de accidentes cerebrovasculares, sus cuidadores identificados o ambos, en los que se comparó una intervención de información con la atención estándar, o en los que se comparó la información y otro tratamiento con el otro tratamiento solo, o en los que la comparación fue entre proporcionar información de forma activa y pasiva sin otras diferencias en el tratamiento.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión evaluaron de forma independiente la elegibilidad de los ensayos y el riesgo de sesgo, y extrajeron los datos. Se clasificaron las intervenciones como suministro activo de información o suministro pasivo de información: el suministro activo de información incluyó la participación activa con ocasiones posteriores para aclarar y reforzar el conocimiento; el suministro pasivo de información no ofreció ningún proceso de seguimiento ni refuerzo sistemático. Se estratificaron los análisis según esta categorización. Se utilizó el método GRADE para evaluar la certeza general de la evidencia.

Resultados principales: 

En esta actualización se han añadido 12 nuevos estudios. Esta revisión incluye ahora 33 estudios con 5255 participantes supervivientes de accidentes cerebrovasculares y 3134 cuidadores. Veintidós ensayos evaluaron intervenciones de suministro activo y 11 ensayos evaluaron intervenciones de suministro pasivo de información. La mayoría de los ensayos tuvieron un alto riesgo de sesgo debido a la falta de cegamiento de los participantes, el personal y los evaluadores de desenlaces cuando los desenlaces fueron autoinformados. Menos de la mitad de los estudios tuvieron un bajo riesgo de sesgo en cuanto a la generación de secuencias al azar, la ocultación de la asignación, los datos incompletos de desenlaces o la información selectiva. Las siguientes estimaciones tienen una certeza baja, basada en la calidad de la evidencia, a menos que se indique lo contrario.

Teniendo en cuenta la certeza y el tamaño del efecto, los análisis indicaron , para los supervivientes de accidentes cerebrovasculares, proporcionar información de manera activa podría mejorar su conocimiento en relación con el accidente cerebrovascular (diferencia de medias estandarizada [DME] 0,41; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,17 a 0,65; tres estudios, 275 participantes), podría reducir ligeramente los casos de ansiedad y depresión (razón de riesgos [RR] de ansiedad 0,85; IC del 95%: 0,68 a 1,06; cinco estudios, 1132 participantes; RR de depresión 0,83; IC del 95%: 0,68 a 1,01; seis estudios, 1315 participantes), podría reducir ligeramente la puntuación en ansiedad de la Hospital Anxiety and Depression Scale (HADS), (diferencia de medias [DM] -0,73; IC del 95%: -1,10 a -0,36; seis estudios, 1171 participantes), probablemente reduce ligeramente la puntuación de depresión de la HADS (DM [recalculada de la DME]: -0,8; IC del 95%: -1,27 a -0,34; ocho estudios, 1405 participantes; evidencia de certeza moderada), y podría mejorar cada dominio de la escala breve de evaluación de la calidad de vida de la Organización Mundial de la Salud (WHOQOL-BREF) (física, DM: 11,5; IC del 95%: 7,81 a 15,27; psicológica, DM 11,8; IC del 95%: 7,29 a 16,29; social, DM 5,8; IC del 95%: 0,84 a 10,84; entorno, DM 7,0; IC del 95%: 3,00 a 10,94; un estudio, 60 participantes). Ningún estudio evaluó el bienestar mental positivo.

Para los cuidadores, el suministro activo de información podría reducir ligeramente las puntuaciones de ansiedad y depresión de la HADS (DM para la ansiedad -0,40; IC del 95%: -1,51 a 0,70; tres estudios, 921 participantes; DM para la depresión -0,30; IC del 95%: -1,53 a 0,92; tres estudios, 924 participantes), podría resultar en poca o ninguna diferencia en el bienestar psicológico positivo evaluado con el cuestionario de bienestar de Bradley (DM -0,18; IC del 95%: -1,34 a 0,98; un estudio, 91 participantes) y podría dar lugar a poca o ninguna diferencia en la calidad de vida evaluada con una escala visual analógica de 0 a 100 (DM 1,22; IC del 95%: -7,65 a 10,09; un estudio, 91 participantes). La evidencia es muy incierta (certeza muy baja) para los efectos de proporcionar información de manera activa sobre los conocimientos de los cuidadores relacionados con el accidente cerebrovascular, y los casos de ansiedad y depresión.

Para los supervivientes de accidentes cerebrovasculares, la provisión pasiva de información podría aumentar ligeramente las puntuaciones de ansiedad y depresión de la HADS (DM para la ansiedad 0,67; IC del 95%: -0,37 a 1,71; DM para la depresión 0,39; IC del 95%: -0,61 a 1,38; tres estudios, 227 participantes) y la evidencia es muy incierta para los efectos sobre el conocimiento relacionado con el accidente cerebrovascular, la calidad de vida y los casos de ansiedad y depresión. Para los cuidadores, la evidencia es muy incierta en cuanto a los efectos del suministro pasivo de información sobre los conocimientos relacionados con el accidente cerebrovascular y las puntuaciones de ansiedad y depresión de la HADS. Ningún estudio sobre proporcionar información de manera pasiva midió la calidad de vida del cuidador, ni el bienestar psicológico positivo del superviviente de un accidente cerebrovascular ni del cuidador.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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