Estimulación eléctrica con electrodos no implantados para la incontinencia urinaria en hombres

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Algunos hombres presentan pérdidas de orina (incontinencia urinaria) al toser o al hacer ejercicio (incontinencia urinaria de esfuerzo) o cuando tienen un deseo súbito e imperioso de orinar (incontinencia urinaria de urgencia). Los hombres también pueden necesitar orinar más a menudo que lo normal (polaquiuria) o levantarse más de una vez en la noche a orinar (nicturia). En los hombres, este trastorno puede deberse al aumento de tamaño de la glándula prostática o puede desarrollarse después de la cirugía para la extracción de la próstata. Los hombres pueden contraer los músculos del suelo pelviano para reducir o detener estos síntomas. La estimulación eléctrica con dispositivos no implantados incluye la estimulación de dichos músculos con corriente eléctrica indolora mediante el uso de electrodos colocados en la superficie de la piel o con una sonda en el ano. El objetivo es hacer que los músculos del suelo pelviano se contraigan para que se vuelvan más fuertes y así más capaces de prevenir las pérdidas, o hacer que el músculo ubicado en la base de la vejiga (el esfínter) se contraiga más firmemente para detener la pérdida de orina. La estimulación eléctrica también podría reducir las contracciones del músculo vesical para aliviar la sensación de tenesmo y permitir que la vejiga retenga más orina.

En esta revisión, la estimulación eléctrica se comparó con ningún tratamiento, tratamiento de placebo (tratamiento médico simulado) o cualquier otro tratamiento único. Hubo algunas pruebas de que la estimulación eléctrica aumentó el efecto del entrenamiento muscular del suelo pelviano (ejercicios para fortalecer los músculos del suelo pelviano) a corto plazo, pero no después de seis meses. No fue posible identificar si un tratamiento tuvo más éxito que otro. Sin embargo, hubo más molestias o dolor (efectos adversos) con la estimulación eléctrica que con los ejercicios musculares del suelo pelviano solos. No hubo suficiente información acerca de si debe utilizarse estimulación eléctrica, cómo utilizarla, para qué tipo de paciente o problema sería mejor y cuánto costaría.

Conclusiones de los autores: 

Hubo algunas pruebas de que la estimulación eléctrica mejoró el efecto del EMSP a corto plazo, pero no después de seis meses. Sin embargo, hubo más efectos adversos (dolor o molestias) con la estimulación eléctrica.

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Antecedentes: 

La estimulación eléctrica con dispositivos no implantados se utiliza en pacientes con diferentes tipos de incontinencia urinaria y síntomas de tenesmo, polaquiuria y nicturia. La revisión actual se centró en la estimulación eléctrica con dispositivos no implantados para el tratamiento de la incontinencia urinaria en hombres.

Objetivos: 

Determinar la efectividad de la estimulación eléctrica con dispositivos no implantados en hombres con incontinencia urinaria de esfuerzo, de urgencia o mixta en comparación con ningún tratamiento, tratamiento de placebo, u otro tratamiento “único”. Además, se comparó la efectividad de la estimulación eléctrica con dispositivos no implantados en combinación con otra intervención versus la otra intervención sola. Finalmente, se comparó la efectividad de un método de estimulación eléctrica con dispositivos no implantados versus otro método.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en el Registro Especializado del Grupo Cochrane de Incontinencia (Cochrane Incontinence Group), que contiene ensayos identificados del Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (CENTRAL), MEDLINE, PreMEDLINE, y búsquedas manuales en revistas y actas de congresos (búsquedas 21 enero 2012). También se buscó en otras bases de datos bibliográficas electrónicas y no electrónicas y en las listas de referencias de los estudios incluidos, además de establecer contacto con investigadores en el área para identificar otros ensayos relevantes.

Criterios de selección: 

Ensayos controlados aleatorios y cuasialeatorios.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión evaluaron de forma independiente la elegibilidad de todos los ensayos identificados. El riesgo de sesgo fue evaluado utilizando la herramienta Cochrane para determinar el sesgo. Los desacuerdos se resolvieron mediante discusión, y un tercer autor de la revisión estuvo involucrado en el caso de que no hubiera consenso. Los datos se analizaron mediante los métodos Cochrane.

Resultados principales: 

Se incluyeron seis ensayos controlados aleatorios (cinco artículos completos y un resumen). Hubo una variación considerable en las intervenciones utilizadas, los protocolos de estudio, los tipos de parámetros y dispositivos de estimulación eléctrica, las poblaciones de estudio y las medidas de resultado. En total se incluyeron 544 hombres, de los cuales 305 recibieron alguna forma de estimulación eléctrica, y 239 un control o el tratamiento comparador. Los ensayos eran en su mayoría pequeños y en general no hubo información suficiente para evaluar el riesgo de sesgo; sólo dos ensayos utilizaron métodos seguros de asignación al azar.

Hubo algunas pruebas de que la estimulación eléctrica (ES) tuvo un efecto a corto plazo en cuanto a la reducción de la incontinencia en comparación con el tratamiento simulado (por ejemplo, cociente de riesgo [CR] a los seis meses 0,38; IC del 95%: 0,16 a 0,87), pero no a los 12 meses. Cuatro ensayos evaluaron el efecto del agregado de EMSP a la ES versus entrenamiento muscular del suelo pelviano (EMSP) solo o con biorretroalimentación. No hubo pruebas de una diferencia estadísticamente significativa en el número de hombres con incontinencia urinaria a los tres meses (146/239; 61% para el tratamiento combinado versus 98/156; 63% con el EMSP solo; CR 0,93; IC del 95%: 0,82 a 1,06). Sin embargo, hubo más efectos adversos con el tratamiento combinado (23/139; 17% versus 2/99; 2% con el EMSP solo; CR 7,04; IC del 95%: 1,51 a 32,94) y la calidad de vida también pareció mejor con el EMSP solo. Un ensayo pequeño no detectó diferencias estadísticamente significativas entre dos métodos de administración de estimulación eléctrica transcutánea (anal versus perineal), aunque la puntuación de la calidad de vida fue inferior (mejor) en el grupo de estimulación anal.