Administración de suplementos de zinc para mejorar los resultados del embarazo y del lactante

¿Cuál es el problema?

En los países de ingresos bajos y medios, la dieta de muchas mujeres es deficiente y carece de los micronutrientes clave que se requieren para una buena salud. Esto es especialmente preocupante durante el embarazo, cuando las necesidades de energía y nutrientes son mayores para la madre y para el feto en crecimiento. El zinc desempeña un papel fundamental en el crecimiento y el desarrollo normales. La deficiencia de zinc podría provocar desenlaces adversos para la salud, como nacer demasiado pronto o demasiado pequeño.

Ésta es una actualización de una revisión Cochrane publicada por primera vez en 1997 y actualizada posteriormente en 2007, 2012 y 2015.

¿Por qué es esto importante?

Aunque la deficiencia grave de zinc es poco frecuente, se considera que la deficiencia de leve a moderada es común en varias regiones del mundo. Los estudios sobre el embarazo humano y la administración de suplementos de zinc, incluidos los realizados en países de ingresos bajos y medios, no han logrado documentar un efecto beneficioso consistente sobre el crecimiento fetal, la duración de la gestación ni la supervivencia temprana del recién nacido.

¿Qué evidencia se encontró?

Se hicieron búsquedas de estudios en julio de 2020. Esta revisión actualizada incluye ahora 25 ensayos controlados aleatorizados, con más de 18 000 mujeres y sus recién nacidos. Se determinó que la administración de suplementos de zinc durante el embarazo podría dar lugar a poca o ninguna diferencia en la reducción del riesgo de parto prematuro, el parto de un feto muerto o las muertes alrededor del momento del parto, en comparación con la ninguna administración de suplementos de zinc o placebo. La administración de suplementos de zinc podría dar lugar a poca o ninguna diferencia en el peso al nacer de los recién nacidos y probablemente también en el número de recién nacidos con bajo peso al nacer o pequeños para la edad gestacional, en comparación con ninguna administración de suplementos de zinc o con la administración de un placebo. No se puede tener la seguridad de que la administración de suplementos de zinc reduzca la muerte de los recién nacidos, porque la certeza de la evidencia es muy baja.

¿Qué significa esto?

No hay suficiente evidencia de que la administración de suplementos de zinc durante el embarazo dé lugar a mejores desenlaces en las mujeres y sus recién nacidos. Encontrar formas de mejorar el estado nutricional general de las mujeres, en particular en áreas de bajos ingresos, contribuirá de manera adicional a mejorar la salud de las madres y los recién nacidos que administrar sólo zinc a las embarazadas. Esto debería ser una prioridad de investigación urgente para el futuro.

Conclusiones de los autores: 

No hay evidencia suficiente de que la administración de suplementos de zinc durante el embarazo produzca mejoras en los desenlaces maternos o neonatales. Debe ser una prioridad urgente la realización de estudios de investigación futuros que aborden las formas de mejorar el estado nutricional general de las mujeres embarazadas, especialmente en las áreas de bajos ingresos y que no consideren el zinc de forma aislada.

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Antecedentes: 

Se ha indicado que los niveles séricos bajos de zinc se podrían asociar con desenlaces subóptimos del embarazo, como trabajo de parto prolongado, hemorragia posparto por atonía, hipertensión inducida por el embarazo, trabajo de parto prematuro y embarazos postérmino, aunque muchas de estas asociaciones todavía no se han establecido. Ésta es una actualización de una revisión Cochrane publicada por primera vez en 1997 y actualizada posteriormente en 2007, 2012 y 2015.

Objetivos: 

1. Comparar los efectos sobre los desenlaces maternos, fetales, neonatales y del lactante en mujeres embarazadas sanas que reciben suplementos de zinc versus ninguna administración de suplementos de zinc o placebo.
2. Evaluar los desenlaces anteriores en un análisis de subgrupos que revise los estudios realizados en mujeres que tienen, o es probable que tengan, una deficiencia de zinc.

Métodos de búsqueda: 

Para esta actualización, se realizaron búsquedas en el Registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group), en ClinicalTrials.gov, en la Plataforma de registros internacionales de ensayos clínicos de la OMS (ICTRP) (3 de julio de 2020) y en las listas de referencias de los estudios identificados.

Criterios de selección: 

Ensayos aleatorizados de la administración de suplementos de zinc versus ninguna administración de suplementos de zinc o la administración de placebo durante el embarazo, antes de las 27 semanas de gestación. Se excluyeron los ensayos controlados cuasialeatorizados. Se pretendió incluir estudios presentados sólo como resúmenes si proporcionaban suficiente información o, si era necesario, establecer contacto con los autores para analizarlos según los criterios de esta revisión; no se encontraron estudios de este tipo.

Obtención y análisis de los datos: 

Tres autores de la revisión aplicaron los criterios de selección a los estudios, evaluaron la calidad de los ensayos y extrajeron los datos. Cuando fue necesario se estableció contacto con los autores de los estudios para obtener información adicional. La certeza de la evidencia se evaluó mediante el método GRADE.

Resultados principales: 

En esta actualización se incluyeron 25 ensayos controlados aleatorizados (ECA) con más de 18 000 mujeres y sus neonatos. El riesgo general de sesgo fue bajo en la mitad de los estudios. La evidencia indica que la administración de suplementos de zinc podría dar lugar a poca o ninguna diferencia en la reducción de los partos prematuros (razón de riesgos [RR] 0,87; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,74 a 1,03; 21 estudios, 9851 participantes; evidencia de certeza baja). Además, la administración de suplementos de zinc podría dar lugar a poca o ninguna diferencia en la reducción del riesgo de parto de un feto muerto (RR 1,22; IC del 95%: 0,80 a 1,88; siete estudios, 3295 participantes; evidencia de certeza baja) o de las muertes perinatales (RR 1,10; IC del 95%: 0,81 a 1,51; dos estudios, 2489 participantes; evidencia de certeza baja). No está claro si la administración de suplementos de zinc reduce la muerte neonatal, porque la certeza de la evidencia es muy baja. Por último, con respecto a otros desenlaces del parto, la administración de suplementos de zinc podría dar lugar a poca o ninguna diferencia en el peso medio al nacer (DM 13,83; IC del 95%: -15,81 a 43,46; 22 estudios, 7977 participantes; evidencia de certeza baja), y probablemente dé lugar a poca o ninguna diferencia en la reducción del riesgo de bajo peso al nacer (RR 0,94; IC del 95%: 0,79 a 1,13; 17 estudios, 7399 participantes; evidencia de certeza moderada) y de neonatos pequeños para la edad gestacional en comparación con el placebo o ninguna administración de suplementos de zinc (RR 1,02; IC del 95%: 0,92 a 1,12; nueve estudios, 5330 participantes; evidencia de certeza moderada). No se realizaron análisis de subgrupos, ya que muy pocos estudios utilizaron poblaciones con valores normales de zinc.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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