Masaje para el dolor de cuello

Mensaje clave

Esta revisión muestra que en el dolor de cuello subagudo (a medio plazo) o persistente, en el seguimiento más cercano a las 12 semanas, el masaje comparado con un masaje "simulado" probablemente da lugar a poca o ninguna diferencia en el dolor, la discapacidad funcional, la calidad de vida y el éxito del tratamiento comunicado por los participantes. Los posibles efectos secundarios podrían incluir dolor durante el tratamiento.

Antecedentes

El dolor de cuello es una afección frecuente en adultos que provoca dolor de cuello agudo (durante menos de 4 semanas), subagudo (de 4 a 12 semanas) o persistente (durante más de 12 semanas), discapacidad y considerables costes económicos. Puede provocar dolores de cabeza procedentes del cuello, derivación del dolor a la parte superior de la espalda y los brazos, y signos de debilidad o entumecimiento en los brazos. Puede afectar a huesos, articulaciones, músculos, ligamentos, tendones y nervios, y estar influido por factores sociales, psicológicos y personales.

La terapia de masaje (o masoterapia) consiste en el movimiento de los tejidos blandos del cuerpo mediante el tacto manual para reducir el dolor y la tensión muscular y favorecer la relajación. Dado que la masoterapia es de uso habitual, económica y tiene efectos secundarios mínimos, resulta de gran interés para las personas con dolor de cuello.

¿Qué se quiso averiguar?

¿Cuáles son los beneficios y los riesgos del masaje para tratar el dolor de cuello agudo, subagudo y crónico persistente en adultos con o sin dolor en los brazos y dolor de cabeza o asociado a una lesión por latigazo cervical? ¿La dosis (frecuencia semanal, número total de semanas, duración de la sesión) del masaje influye en los resultados?

¿Qué se encontró?

Se encontraron 33 estudios en los que participaron 1994 personas con dolor de cuello subagudo y persistente de moderado a muy fuerte, incluido dolor en los brazos (6%), latigazo cervical (3%) o dolor de cabeza derivado del cuello (9%). No hubo estudios que abordaran el dolor agudo. Los estudios examinaron a adultos entre 18 y 70 años, en su mayoría mujeres (70%). Los ensayos se realizaron en centros ambulatorios de Asia, América, África, Europa y Oriente Medio. La financiación, cuando se informó (en el 15% de los estudios), procedía de centros de investigación o universidades. Se incluyeron estudios que evaluaron muchas técnicas de masaje (siendo la compresión isquémica, una presión sostenida sobre el tejido blando, la técnica más común) que varían en la forma de manipulación, la cantidad de presión e intensidad que se aplica, y la frecuencia de las sesiones. No se incluyeron las técnicas que utilizaron un instrumento de masaje para administrar el tratamiento ni las técnicas energéticas no táctiles.

En comparación con un tratamiento de masaje "falso", es probable que el masaje apenas provoque diferencias:

Dolor (mejoría del 3%): Las personas que recibieron un masaje "falso" valoraron su dolor en 20,55 puntos, mientras que las que recibieron masaje valoraron su dolor tras el tratamiento en 17,12 puntos. Los que recibieron masajes mejoraron en 3,43 puntos (8,16 mejor a 1,29 peor) en una escala de 0 a 100 puntos, en la que una puntuación más baja significa menos dolor.

Discapacidad funcional (mejoría del 10%): Las personas que recibieron un masaje "falso" valoraron la discapacidad funcional tras el tratamiento en 30,9 puntos. Las personas que recibieron masajes la valoraron en 21,21 puntos. Los que utilizaron masajes mejoraron 9,69 puntos (de 17,57 a 1,81) en una escala de 0 a 100 puntos, en la que una puntuación más baja significa una menor discapacidad funcional.

Calidad de vida relacionada con la salud (mejoría del 5%): Las personas que recibieron un masaje "falso" valoraron su calidad de vida en 43,2 puntos. Las personas que recibieron masajes valoraron su calidad de vida tras el tratamiento en 37,9 puntos. Los que utilizaron masajes mejoraron 5,30 puntos (de 8,24 a 2,36) en una escala de 0 a 100 puntos, en la que una puntuación más baja significa mejor calidad de vida.

Éxito del tratamiento notificado por los participantes (mejoría del 11%): Las personas que recibieron un masaje "falso" valoraron el éxito del tratamiento en 3,1 puntos. Las personas que se sometieron a tratamiento con masaje valoraron su éxito tras el tratamiento en 2,3 puntos. Las que recibieron masajes mejoraron 0,80 puntos (de 1,39 a 0,21) en una escala de 1 a 7 puntos, en la que una puntuación más baja significa un mayor éxito del tratamiento.

Satisfacción de los pacientes y episodios adversos graves : no se informaron estos desenlaces.

Episodios adversos leves : se proporcionó poca información sobre los episodios adversos leves (no deseados o perjudiciales), fueron los mismos que con el masaje falso e incluyeron efectos temporales leves como dolor leve durante el tratamiento.

¿Cuáles son las limitaciones de la evidencia?

Se tiene poca confianza en los hallazgos de que el masaje proporciona poco o ningún efecto beneficioso en términos de dolor, la discapacidad funcional, la calidad de vida y el éxito del tratamiento comunicado por los participantes en comparación con un masaje "falso", porque es posible que las personas de los estudios conocieran el tratamiento que recibían. Se considera que estos sesgos podrían dar lugar a una sobrestimación o subestimación de la magnitud del efecto comunicado. La aparición de episodios adversos a menudo no se informó. El número de participantes en la mayoría de los ensayos fue escaso. Es necesario planificar estudios con un mayor número de participantes, dosis de masaje adecuadas y control de los sesgos del estudio.

¿Cuál es el grado de actualización de esta evidencia?

Se hicieron búsquedas en bases de datos hasta el 1 de octubre de 2023.

Conclusiones de los autores: 

La contribución del masaje al tratamiento del dolor cervical todavía es incierta, dado el predominio de evidencia de certeza baja en este campo. En el dolor de cuello subagudo y crónico (seguimiento más cercano a las 12 semanas), el masaje podría dar lugar a poca o ninguna diferencia en la mejoría del dolor, la discapacidad funcional, la calidad de vida relacionada con la salud y el éxito del tratamiento informado por los participantes en comparación con un placebo. La información insuficiente de los eventos adversos impidió el análisis. Es necesario planificar ensayos más grandes, con dosis adecuadas y bien diseñados.

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Antecedentes: 

El masaje se utiliza mucho para el dolor de cuello, pero su eficacia sigue sin estar clara.

Objetivos: 

Evaluar los efectos beneficiosos y perjudiciales del masaje en comparación con placebo o tratamiento simulado, ningún tratamiento o ejercicios como adyuvante de la misma cointervención para el dolor de cuello persistente de agudo a crónico en adultos con o sin radiculopatía, incluidos los trastornos asociados al latigazo cervical y la cefalea cervicogénica.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en múltiples bases de datos (CENTRAL, MEDLINE, EMBASE, CINAHL, Index to Chiropractic Literature, registros de ensayos) hasta el 1 de octubre de 2023.

Criterios de selección: 

Se incluyeron los ensayos controlados aleatorizados (ECA) que compararon cualquier tipo de masaje con tratamiento simulado o placebo, ningún tratamiento o lista de espera, o masaje como tratamiento adyuvante, en adultos con dolor de cuello agudo, subagudo o crónico.

Obtención y análisis de los datos: 

Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar previstos por Cochrane. Se han modificado los desenlaces para estandarizar la dirección del efecto (una puntuación menor significa mejor). Se utilizó un enfoque parcialmente contextualizado en relación con los umbrales identificados para informar de la magnitud del efecto como leve-pequeña, moderada o grande-sustancial.

Resultados principales: 

Se incluyeron 33 estudios (1994 participantes analizados). Los sesgos de selección (82%) y detección (94%) fueron frecuentes; múltiples ensayos tuvieron una ocultación de la asignación incierta, utilizaron un placebo que podía no ser creíble y no probaron si el cegamiento al placebo era efectivo.

El masaje se comparó con placebo (n = 10) o ningún tratamiento (n = 8) o se evaluó como adyuvante del mismo tratamiento (n = 15). En los ensayos se estudiaron adultos con edades entre los 18 y 70 años, el 70% mujeres, con una media de intensidad del dolor de 51,8 (desviación estándar [DE] 14,1) en una escala visual analógica (de 0 a 100). El dolor cervical fue subagudo-crónico y se clasificó como dolor cervical inespecífico (85%, incluido n = 1 latigazo cervical), radiculopatía (6%) o cefalea cervicogénica (9%). Los ensayos se realizaron en centros ambulatorios de Asia (n = 11), América (n = 5), África (n = 1), Europa (n = 12) y Oriente Medio (n = 4). Los ensayos recibieron financiación de institutos de investigación (15%). En esta revisión se presentan los principales resultados de la comparación entre masaje y placebo.

Evidencia de certeza baja indica que el masaje probablemente da lugar a poca o ninguna diferencia en el dolor, la discapacidad funcional, y la calidad de vida relacionada con la salud en comparación con un placebo en el dolor de cuello subagudo-crónico hasta las 12 semanas de seguimiento. Podría mejorar ligeramente el éxito del tratamiento notificado por los participantes. El análisis de subgrupos por dosis mostró una diferencia clínicamente importante a favor de una dosis alta (≥ 8 sesiones a lo largo de cuatro semanas de ≥ 30 minutos de duración). Hay evidencia de certeza muy baja para el total de eventos adversos. No se dispuso de datos sobre la satisfacción de los pacientes ni sobre los eventos adversos graves.

El dolor tuvo una media de 20,55 puntos con el placebo y mejoró 3,43 puntos con el masaje (intervalo de confianza [IC] del 95%: 8,16 mejor a 1,29 peor) en una escala de 0 a 100, donde una puntuación más baja indica menos dolor (ocho estudios, 403 participantes; I 2 = 39%). La certeza de la evidencia se redujo a baja por medidas indirectas; la mayoría de los ensayos en la comparación con placebo utilizaron dosis de masaje subóptimas (solo una única sesión). Los sesgos de selección, realización y detección fueron evidentes, ya que varios ensayos tenían una ocultación de la asignación incierta, utilizaron un placebo que podía no ser creíble y no evaluaron si el cegamiento era eficaz, respectivamente.

La discapacidad funcional tuvo una media de 30,90 puntos con placebo y mejoró en 9,69 puntos con el masaje (IC del 95%: 17,57 mejor a 1,81 mejor) en el Neck Disability Index de 0 a 100, donde una puntuación más baja indica una mejor funcionalidad (dos estudios, 68 participantes; I 2 = 0%). La certeza de la evidencia se redujo a baja debido a la imprecisión (el IC amplio representa un efecto beneficioso de leve a moderado que no descarta un cambio clínicamente importante) y al riesgo de sesgos de selección, realización y detección.

El éxito del tratamiento informado por los participantes tuvo una media de 3,1 puntos con placebo y mejoró en 0,80 puntos con el masaje (IC del 95%: 1,39 mejor a 0,21 mejor) en una escala de Mejoría Global de 1 a 7, donde una puntuación más baja indica mucha mejoría (un estudio, 54 participantes). La certeza de la evidencia se redujo a baja debido a la imprecisión (un único estudio con un IC amplio que no descarta ni confirma un cambio clínicamente importante) y al riesgo de sesgo de realización, así como de detección.

La calidad de vida relacionada con la salud tuvo una media de 43,2 puntos con placebo y mejoró en 5,30 puntos con el masaje (IC del 95%: 8,24 mejor a 2,36 mejor) en la escala SF-12 (física) de 0 a 100, donde 0 indica el nivel más bajo de salud (un estudio, 54 participantes). La evidencia se disminuyó una vez por imprecisión (un único estudio pequeño) y por riesgo de sesgo de realización y detección.

No se sabe con certeza si el masaje produce un aumento de los eventos adversos totales, como dolor durante el tratamiento, sudoración o hipotensión arterial (RR 0,99; IC del 95%: 0,08 a 11,55; dos estudios, 175 participantes; I 2 = 77%). La certeza de la evidencia se redujo a muy baja debido a la inconsistencia no explicada, el riesgo de sesgo de realización y detección, y la imprecisión (el IC fue extremadamente amplio y el número total de eventos fue muy pequeño, es decir, < 200 eventos).

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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