Audífonos bilaterales versus unilaterales para la hipoacusia bilateral en adultos

Pregunta de la revisión

¿Debe colocarse uno o dos audífonos en los pacientes adultos con pérdida de audición bilateral (ambos oídos)?

Antecedentes

La pérdida de audición puede estar presente desde el nacimiento o puede aparecer en una etapa posterior de la vida. La última se denomina pérdida de audición “adquirida” y es frecuente. Su incidencia aumenta notablemente con la edad. En la mayoría de los pacientes, la pérdida de audición “relacionada con la edad” se debe a la pérdida de las células en el oído interno (denominada “pérdida de audición sensorioneural”) y afecta ambos oídos al mismo grado. La pérdida de audición categorizada como leve, moderada o grave principalmente se trata con audífonos. A los pacientes con pérdida de audición bilateral se les puede ofrecer un audífono, colocado en un oído específico, o dos audífonos colocados en ambos oídos. Hay dudas acerca de los beneficios relativos de estas diferentes estrategias para los pacientes.

Características de los estudios

Se incluyeron cuatro estudios con un total de 209 pacientes, con edades comprendidas entre 23 y 85 años y con más hombres que mujeres. Todos los estudios permitieron el uso de audífonos durante un período total de al menos ocho semanas antes de realizar preguntas acerca de la preferencia por uno o dos audífonos. En todos los estudios los pacientes presentaban pérdida de audición bilateral aunque hubo una considerable variación en qué tipo de pérdida de audición sufrían y en el nivel de audición.

Tres de los estudios se publicaron antes de mediados de los años noventa y el cuarto estudio se publicó en 2011. Por lo tanto, sólo el estudio más reciente utilizó audífonos “modernos” similares a los que están ampliamente disponibles en los países de ingresos altos. De los cuatro estudios, dos se realizaron en el Reino Unido en pacientes del National Health Service (NHS – sector público). Uno de los mismos consideró a pacientes de la atención primaria cuya pérdida de audición había sido reconocida mediante un programa de detección. El otro consideró a pacientes cuyo profesional de atención primaria creía que podrían beneficiarse con los audífonos por lo cual los había derivado al departamento local de ONG para conseguirlos. Los otros dos estudios se realizaron en los Estados Unidos: un estudio incluyó sólo a pacientes que estaban realizando el servicio militar activo, o que habían servido en las fuerzas militares y presentaban pérdida de audición debido a la exposición a ruidos fuertes. Cerca de la mitad de los pacientes del otro estudio eran exmilitares.

Resultados clave y calidad de la evidencia

Sólo uno de los resultados que se consideró sumamente importante -preferencia del paciente - se informó en todos los estudios. El porcentaje de pacientes que prefirieron dos audífonos en lugar de uno varió entre los estudios: el mismo fue de 54% (51 de cada 94), 39% (22 de cada 56), 55% (16 de cada 29) y 77% (23 de cada 30), respectivamente. No se combinaron los números de estos cuatro estudios debido a que no habría sido correcto. La calidad de la evidencia para este resultado se consideró muy baja en una escala que va de alta – media – baja – muy baja. No hubo información en los cuatro estudios sobre los otros resultados de interés.

Conclusiones

Esta revisión identificó sólo cuatro estudios que compararon la administración de un audífono con dos. Los estudios fueron pequeños e incluyeron personas de edades muy variables. También hubo una considerable variación en los tipos de hipoacusia y en su nivel.

En general, los tipos de audífonos evaluados ahora se considerarían, en los países de ingresos altos, como “tecnología antigua”; sólo un estudio consideró los audífonos digitales “modernos”. Sin embargo, no se sabe si esto es relevante o no. Esta revisión no consideró las diferencias entre otros tipos de audífonos “antiguos” y “nuevos”.

No fue posible combinar los números de los cuatro estudios. En términos generales, este hecho y la evidencia de muy baja calidad da lugar a la conclusión de que no se conoce si los pacientes tienen una preferencia por un audífono o dos. De igual manera, no se conoce si la calidad de vida del paciente es mejor con uno o dos audífonos.

Conclusiones de los autores: 

Esta revisión identificó sólo cuatro estudios que comparaban el uso de un audífono versus dos. Los estudios fueron pequeños e incluyeron participantes de edades muy variables. Hubo también considerable variación en los tipos y el grado de pérdida de audición sensorioneural que estaban sufriendo los participantes.

En general, los tipos de audífonos evaluados ahora se considerarían, en el ámbito de ingresos altos, como “tecnología antigua”; sólo un estudio consideró los audífonos digitales “modernos”. Sin embargo, no se conoce la relevancia de lo anterior, debido a que esta revisión no evaluó las diferencias en los resultados entre los diferentes tipos de tecnología.

No fue posible agrupar los datos de los cuatro estudios y la evidencia de muy baja calidad da lugar a la conclusión de que no se conoce si los pacientes con pérdida de audición tienen una preferencia por un audífono o dos. De igual manera, no se conoce si la calidad de vida relacionada con la salud y vinculada con la audición, o alguno de los otros resultados, son mejores con los audífonos bilaterales o unilaterales.

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Antecedentes: 

La pérdida de audición adquirida es frecuente y su incidencia aumenta notablemente con la edad. En la mayoría de los pacientes, la pérdida de audición “relacionada con la edad” es sensorioneural (debido a la pérdida de las células ciliadas cocleares) y bilateral, y afecta a ambos oídos al mismo grado. La pérdida de audición categorizada como leve, moderada o grave principalmente se trata con audífonos. A los pacientes con pérdida de audición bilateral se les puede ofrecer un audífono, colocado en un oído específico, o dos audífonos colocados en ambos oídos. Hay dudas acerca de los beneficios relativos de estas diferentes estrategias para los pacientes con pérdida de audición.

Objetivos: 

Evaluar los efectos de los audífonos bilaterales versus unilaterales en adultos con hipoacusia bilateral.

Métodos de búsqueda: 

El Especialista en Información del Grupo Cochrane de Enfermedades de Oído, Nariz y Garganta (Cochrane ENT Group) buscó ensayos publicados y no publicados en el Registro de Ensayos del Grupo; Registro Cochrane de Estudios en Línea (Cochrane Register of Studies Online); PubMed; Ovid EMBASE; CINAHL; Web of Science; ClinicalTrials.gov; ICTRP y fuentes adicionales. La fecha de la búsqueda fue 8 junio 2017.

Criterios de selección: 

Ensayos controlados aleatorios (ECA) que comparaban la colocación de dos audífonos acústicos a nivel del oído versus uno, en adultos (a partir de 18 años de edad) con hipoacusia bilateral, en los que ambos oídos reunían los requisitos para la colocación de audífonos.

Obtención y análisis de los datos: 

Se utilizaron los procedimientos metodológicos estándar previstos por la Colaboración Cochrane. Los resultados primarios fueron la preferencia del paciente por los audífonos bilaterales o unilaterales, la calidad de vida relacionada con la salud y vinculada con la audición y los efectos adversos (dolor o malestar en el oído, iniciación o exacerbación de infección del oído medio o externo). Los resultados secundarios incluyeron: uso de audífonos (según lo medido por, p.ej., el registro de datos o el consumo de baterías), la calidad de vida genérica relacionada con la salud, la capacidad de escucha y el beneficio audiométrico medido como la sumatoria de la intensidad sonora binaural. Se utilizó GRADE para evaluar la calidad de la evidencia para cada resultado; esto se indica en cursiva .

Resultados principales: 

Se incluyeron cuatro ECA cruzados con un total de 209 participantes que variaron de 23 a 85 años de edad y con predominio de hombres. Todos los estudios permitieron el uso de audífonos durante un período total de al menos ocho semanas antes de realizar preguntas sobre la preferencia. Todos los estudios incluyeron a pacientes con pérdida de audición bilateral aunque hubo una considerable variación en los tipos y el grado de pérdida de audición sensorioneural que presentaban los participantes.

Tres de los estudios se publicaron antes de mediados de los años noventa mientras que el cuarto estudio se publicó en 2011. Por lo tanto, sólo el estudio más reciente usó audífonos que incorporaban una tecnología equivalente a la ya disponible actualmente en ámbitos de ingresos altos. De los cuatro estudios, dos se realizaron en el Reino Unido en pacientes del National Health Service (NHS – sector público): uno incluyó a pacientes de la atención primaria con pérdida de audición detectada por un programa de detección mientras que los otros incluyeron a pacientes que habían sido derivados por el profesional de atención primaria a un departamento de otolaringología para consultar por los audífonos. Los otros dos estudios se llevaron a cabo en los Estados Unidos: un estudio incluyó sólo a personal militar o a veteranos con pérdida de audición inducida por ruido mientras que cerca de la mitad de los participantes del otro estudio eran veteranos.

Sólo un resultado primario (preferencia de los pacientes) se informó en todos los estudios. El porcentaje de pacientes que preferían audífonos bilaterales varió entre los estudios: el mismo fue de 54% (51 de cada 94 participantes), 39% (22 de cada 56), 55% (16 de cada 29) y 77% (23 de cada 30), respectivamente. No se han combinado los datos de estos cuatro estudios. La evidencia para este resultado es de muy baja calidad.

Los otros resultados de interés no se informaron en los estudios incluidos.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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