Fármacos no opiáceos para el tratamiento del dolor durante el trabajo de parto

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La experiencia de las mujeres del dolor durante el parto es muy variable. Algunas mujeres sienten poco dolor, mientras otras encuentran que el dolor es muy angustiante. La posición de la mujer durante el trabajo de parto, la movilidad y el temor y la ansiedad o, por el contrario, la confianza pueden influir en su experiencia del dolor. Existen varias intervenciones farmacológicas y no farmacológicas disponibles para controlar el dolor durante el trabajo de parto. En esta revisión se evaluaron las pruebas sobre la efectividad y la seguridad de los fármacos no opiáceos para el tratamiento del dolor durante el trabajo de parto. Los fármacos no opiáceos se utilizan para controlar el dolor leve a moderado e incluyen fármacos antiinflamatorios no esteroides, paracetamol, antiespasmódicos, sedantes y antihistamínicos. Anteriormente estos fármacos se utilizaban para ayudar a reducir la ansiedad de las mujeres y, por lo tanto, ayudar en el alivio del dolor. Actualmente no se utilizan con frecuencia para el alivio del dolor durante el trabajo de parto. Sin embargo, todavía se pueden ofrecer durante las etapas iniciales del trabajo de parto en algunos países.

Se identificaron 19 estudios (con 2863 mujeres) que realizaron tres comparaciones principales: fármacos no opiáceos versus placebo o ningún tratamiento; fármacos no opiáceos versus opiáceos; y un tipo de fármaco no opiáceo versus un tipo o dosis diferente del fármaco no opiáceo.

Hubo pocas pruebas sobre la efectividad y la seguridad de la mayoría de los fármacos no opiáceos. Sin embargo, las pruebas de ensayos individuales o como máximo dos ensayos indican que algunos fármacos no opiáceos podrían funcionar para proporcionar alivio del dolor. Se encontró que los fármacos no opiáceos ofrecen un mejor alivio del dolor (sedantes: un ensayo, 50 mujeres), una mejor satisfacción con el alivio del dolor (sedantes y antihistamínicos: dos ensayos, 204 mujeres; un ensayo, 223 mujeres respectivamente) y una mejor satisfacción con la experiencia del parto (sedantes: un ensayo, 40 mujeres) en comparación con placebo. Las mujeres que recibieron fármacos no opiáceos (AINE o antihistamínicos) tuvieron menores probabilidades de estar satisfechas con el alivio del dolor en comparación con las mujeres que recibieron opiáceos (un ensayo, 76 mujeres; un ensayo, 223 mujeres). Las mujeres que recibieron el antihistamínico hidroxizina estuvieron más satisfechas con el alivio del dolor que las que recibieron el antihistamínico prometazina (un ensayo, 289 mujeres) y las mujeres que recibieron sedantes estuvieron más satisfechas con el alivio del dolor que las que recibieron antihistamínicos. Con respecto a los resultados de seguridad los datos fueron escasos y no hubo pruebas de una diferencia significativa para cualquiera de las comparaciones de los fármacos no opiáceos.

La mayoría de los estudios se realizaron hace más de 30 años y la calidad de todos los estudios fue cuestionable. Ningún estudio utilizó paracetamol.

Conclusiones de los autores: 

En general, los hallazgos de esta revisión demostraron pruebas insuficientes para apoyar la función de los fármacos no opiáceos por sí solos para controlar el dolor durante el trabajo de parto.

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Antecedentes: 

El trabajo de parto es un proceso fisiológico normal, pero generalmente se asocia con dolor y malestar. Se utilizan numerosos métodos para aliviar el dolor durante el trabajo de parto. Estos métodos para el tratamiento del dolor pueden ser farmacológicos (p.ej. epidural, opiáceos, analgesia inhalada) y no farmacológicos (p.ej. hipnosis, acupuntura). Los fármacos no opiáceos son un método farmacológico utilizado para controlar el dolor leve a moderado.

Objetivos: 

Resumir las pruebas con respecto a los efectos y la seguridad del uso de fármacos no opiáceos para aliviar el dolor durante el trabajo de parto.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en el Registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (15 de febrero de 2012).

Criterios de selección: 

Ensayos controlados aleatorios (ECA) que utilizaran fármacos no opiáceos (fármacos antiinflamatorios no esteroides [AINE]; paracetamol; antiespasmódicos; sedantes y antihistamínicos) en comparación con placebo o atención habitual; diferentes formas de fármacos no opiáceos (p.ej. sedantes versus antihistamínicos); o diferentes intervenciones (p.ej. no opiáceos versus opiáceos) para las mujeres durante el trabajo de parto. No se incluyeron los ensayos controlados cuasialeatorios ni los ensayos que utilizaron un diseño cruzado (crossover). No se identificaron ensayos aleatorios grupales, aunque eran elegibles para inclusión.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos revisores de forma independiente evaluaron para inclusión todos los estudios identificados mediante la estrategia de búsqueda, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo. Cualquier discrepancia se resolvió mediante discusión con un tercer revisor. Se verificó la exactitud de los datos.

Resultados principales: 

En esta revisión se incluyeron 19 estudios aleatorios con 2863 mujeres. Hubo tres grupos de comparación principales: 15 estudios compararon fármacos no opiáceos con placebo o ningún tratamiento (2133 mujeres); tres estudios compararon fármacos no opiáceos con opiáceos (563 mujeres) y tres estudios compararon un tipo de fármaco no opiáceo con un tipo o dosis diferente del fármaco no opiáceo (590 mujeres). Algunos de los estudios incluyeron tres grupos o más, por lo que se incluyen en más de una comparación. En general, hubo poca diferencia entre los grupos para la mayoría de las comparaciones. Cualquier diferencia observada para los resultados estuvo limitada principalmente a uno o dos estudios. Se encontró que los fármacos no opiáceos (sedantes) ofrecen un mejor alivio del dolor (diferencia de medias [DM] -22,00; intervalo de confianza [IC] del 95%: -35,86 a -8,14; un ensayo, 50 mujeres), una mejor satisfacción con el alivio del dolor (sedantes y antihistamínicos) (cociente de riesgos [CR] 1,59; IC del 95%: 1,15 a 2,21, dos ensayos, 204 mujeres; CR 1,80; IC del 95%: 1,16 a 2,79; un ensayo, 223 mujeres) y una mejor satisfacción con la experiencia del parto (CR 2,16; IC del 95%: 1,34 a 3,47; un ensayo, 40 mujeres) en comparación con placebo o ningún tratamiento. Sin embargo, las mujeres que recibieron fármacos no opiáceos (AINE o antihistamínicos) tuvieron menores probabilidades de estar satisfechas con el alivio del dolor en comparación con las mujeres que recibieron opiáceos (CR 0,50; IC del 95%: 0,27 a 0,94, un ensayo, 76 mujeres; CR 0,73; IC del 95%: 0,54 a 0,98, un ensayo, 223 mujeres). Las mujeres que recibieron el antihistamínico hidroxizina tuvieron mayores probabilidades de expresar satisfacción con el alivio del dolor en comparación con el antihistamínico prometazina (CR 1,21; IC del 95%: 1,02 a 1,43, un ensayo, 289 mujeres). Las mujeres que recibieron sedantes tuvieron mayores probabilidades de expresar satisfacción con el alivio del dolor en comparación con los antihistamínicos (CR 1,52; IC del 95%: 1,06 a 2,17, un estudio, 157 mujeres). La mayoría de los estudios se realizaron hace más de 30 años. Los estudios presentaron un riesgo incierto de sesgo para la mayoría de los dominios de calidad.

Los opiáceos parecen ser superiores a los no opiáceos en cuanto a la satisfacción con el alivio del dolor, mientras que los no opiáceos parecen ser superiores a placebo para el alivio del dolor y la satisfacción con la experiencia del parto. Con respecto a los resultados de seguridad los datos fueron escasos y no hubo pruebas de una diferencia significativa para cualquiera de las comparaciones de los fármacos no opiáceos.