Ejercicio para embarazadas para la prevención de la diabetes mellitus gestacional

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Cada año, un número significativo de embarazadas en todo el mundo desarrolla diabetes mellitus gestacional (DMG), definida como intolerancia a la glucosa o concentración alta de glucosa en sangre (hiperglucemia) cuyo inicio o primer reconocimiento se produce durante el embarazo. Durante un embarazo normal, la insulina se vuelve menos efectiva en cuanto a la transferencia de la glucosa del torrente sanguíneo a los tejidos de la madre para asegurar un suministro nutricional adecuado al feto. Esta resistencia a la insulina aumenta a medida que avanza el embarazo y la DMG ocurre cuando una madre no secreta suficiente insulina para poder hacer frente a esta resistencia. Las mujeres con DMG están en riesgo de una futura diabetes de tipo II y los recién nacidos presentan un mayor riesgo de resultados adversos incluido un tamaño grande para la edad gestacional, un peso al nacer de al menos 4000 gramos y traumatismo obstétrico. Los factores de riesgo modificables de DMG incluyen el sobrepeso o la obesidad; la inactividad física o un estilo de vida sedentario; la dieta baja en fibras y con carga glucémica alta y el síndrome de ovario poliquístico. Esta revisión procuró evaluar los efectos del ejercicio físico para las embarazadas en la prevención de la intolerancia a la glucosa o la DMG y se basó en pruebas limitadas de cinco ensayos controlados aleatorios. Dos ensayos incluyeron a mujeres obesas. Los ensayos proporcionaron datos de 922 mujeres y sus recién nacidos y presentaron un riesgo moderado de sesgo. Los programas con ejercicios incluido el ejercicio individualizado con asesoramiento regular, las sesiones de ejercicios grupales supervisados semanales o ciclismo domiciliario en bicicleta fija, ya sea supervisado o no supervisado, no tuvieron ningún efecto claro sobre la prevención de la DMG (tres ensayos con 826 mujeres examinadas a las 18 a 36 semanas de gestación), ni la mejoría de la sensibilidad a la insulina (cinco ensayos) en comparación con la atención prenatal estándar con actividades cotidianas normales. En base a los limitados datos disponibles en la actualidad, no hay evidencia concluyente disponible para guiar la práctica. Se necesitan ensayos aleatorios bien diseñados más amplios. Se están realizando varios ensayos de este tipo. Se identificaron otros siete ensayos en curso que serán considerados para su inclusión en la próxima actualización de esta revisión.

Conclusiones de los autores: 

Hay pruebas limitadas disponibles a partir de ensayos controlados aleatorios sobre el efecto del ejercicio durante el embarazo para prevenir la intolerancia a la glucosa o la DMG en el embarazo. Los resultados de tres ensayos aleatorios con riesgo moderado de sesgo no indicaron ninguna diferencia significativa en la incidencia de DMG entre las mujeres que recibieron una intervención con ejercicio adicional y atención habitual.

En base a los limitados datos disponibles en la actualidad, no hay evidencia concluyente disponible para guiar la práctica. Se necesitan ensayos aleatorios más amplios y bien diseñados, con intervenciones conductuales estandarizadas, para evaluar los efectos del ejercicio en la prevención de la DMG y otros resultados adversos del embarazo incluido el tamaño grande para la edad gestacional y la mortalidad perinatal. Deben incluirse los resultados de salud a más largo plazo tanto para las mujeres como para los recién nacidos y los costos del servicio de salud. Se están realizando varios ensayos de este tipo. Se identificaron otros siete ensayos en curso que serán considerados para su inclusión en la próxima actualización de esta revisión.

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Antecedentes: 

La diabetes mellitus gestacional (DMG) afecta a un número significativo de mujeres cada año. La DMG se asocia con una gran variedad de resultados adversos para las mujeres y los recién nacidos. Los estudios observacionales recientes han encontrado que la actividad física durante un embarazo normal disminuye la resistencia a la insulina y por lo tanto podría ayudar a reducir el riesgo de desarrollar DMG.

Objetivos: 

Evaluar los efectos del ejercicio físico para embarazadas para la prevención de la intolerancia a la glucosa o la DMG.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsqeudas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (2 de abril de 2012), ClinicalTrials.gov (2 de abril de 2012) y el WOMBAT Perinatal Trials Registry (2 de abril de 2012).

Criterios de selección: 

Ensayos aleatorios y aleatorios por grupos que evaluaran los efectos del ejercicio para prevenir la intolerancia a la glucosa o la DMG durante el embarazo.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos revisores evaluaron la elegibilidad del estudio, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo de los estudios incluidos de forma independiente.

Resultados principales: 

Se incluyeron cinco ensayos con un total de 1115 mujeres y sus recién nacidos (922 mujeres y sus recién nacidos aportaron datos de resultado). Cuatro de los cinco ensayos incluidos tuvieron tamaños de la muestra pequeños y un ensayo amplio incluyó a 855 mujeres y sus recién nacidos. Los cinco estudios incluidos tuvieron un riesgo de sesgo moderado. Al comparar a las mujeres que recibieron intervenciones con ejercicios adicionales con las que recibieron atención prenatal habitual, no hubo diferencias significativas en la incidencia de DMG (tres ensayos, 826 mujeres, cociente de riesgos [CR] 1,10; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,66 a 1,84), las cesáreas (dos ensayos, 934 mujeres, CR 1,33; IC del 95%: 0,97 a 1,84) o el parto vaginal operatorio (dos ensayos, 934 mujeres, CR 0,83; IC del 95%: 0,58 a 1,17). Ningún ensayo informó los resultados primarios infantiles preespecificados en la revisión.

Ninguno de los cinco ensayos incluidos encontró diferencias significativas en la sensibilidad a la insulina. Las pruebas de un único ensayo amplio no indicaron ninguna diferencia significativa en la incidencia del desarrollo de hiperglucemia durante el embarazo que no cumplía con los criterios de diagnóstico de la DMG, la preeclampsia o los ingresos en la sala de cuidados neonatales entre los dos grupos de estudio. Los recién nacidos de mujeres que recibieron intervenciones con ejercicios presentaron una tendencia no significativa a un índice ponderal inferior (diferencia de medias [DM] -0,08 gramos x 100 m3, IC del 95%: -0,18 a 0,02; un ensayo, 84 neonatos). No se observó ninguna diferencia significativa entre los dos grupos de estudio para los resultados del peso al nacer (dos ensayos, 167 neonatos, DM -102,87 gramos, IC del 95%: -235,34 a 29,60), la macrosomía (dos ensayos, 934 neonatos, CR 0,91; IC del 95%: 0,68 a 1,22), o el tamaño pequeño para la edad gestacional (un ensayo, 84 neonatos, CR 1,05; IC del 95%: 0,25 a 4,40) o la edad gestacional al nacer (dos ensayos, 167 neonatos, DM -0,04 semanas, IC del 95%: -0,37 a 0,29) o la puntuación de Apgar menor de siete a los cinco minutos (dos ensayos, 919 neonatos, CR 1,00; IC del 95%: 0,27 a 3,65). Ninguno de los ensayos informó los resultados a largo plazo para las mujeres y sus recién nacidos. No hubo información disponible sobre los costos de los servicios sanitarios.