Rehabilitación para mejorar la conducción de automóviles después del accidente cerebrovascular

Antecedentes

Después del accidente cerebrovascular, muchos pacientes presentan limitaciones en la capacidad de conducción debido a problemas con el movimiento, la visión y la respuesta a los riesgos. Se han utilizado dos enfoques de tratamiento. El primer enfoque incluye la rehabilitación de las aptitudes fundamentales del movimiento, el pensamiento y la percepción. El segundo enfoque incluye el uso de simuladores de conducción y práctica de conducción en ruta en forma de lecciones, que apuntan a mejorar las aptitudes del conductor.

Características de los estudios

Se identificaron cuatro estudios, hasta octubre 2013, que involucraron a 245 personas después de un accidente cerebrovascular. Se utilizó una gama amplia de intervenciones, incluida la simulación de la conducción, el entrenamiento en dispositivos para mejorar la velocidad al procesar la información, la exploración y el movimiento. Todos los estudios compararon la efectividad de la intervención de conducción para mejorar la posibilidad de los conductores de aprobar o fracasar en una evaluación de conducción.

Resultados clave

No hubo pruebas de que una intervención de conducción fuese más efectiva que ninguna intervención. Un ensayo halló que el entrenamiento en un simulador de conducción resultó en un mejor rendimiento en una prueba de reconocimiento de los signos en ruta inmediatamente después del entrenamiento.

Calidad de la evidencia

Los resultados deben ser interpretados con cautela, ya que se trataba de un único estudio. Se necesitan ensayos adicionales que incluyan a un gran número de participantes, agrupados según sus deficiencias y el tipo de accidente cerebrovascular.

Conclusiones de los autores: 

No hubo pruebas suficientes para establecer conclusiones acerca del uso de rehabilitación para mejorar las aptitudes de conducción en ruta después del accidente cerebrovascular. Se encontraron pruebas limitadas de que el uso de un simulador de conducción puede ser beneficioso para mejorar las capacidades visuales y cognitivas, como el reconocimiento de signos en ruta, que están relacionadas con la conducción. Además, no fue posible encontrar ECA que evaluaran las lecciones de conducción en ruta como una intervención. Actualmente, no está claro qué deficiencias que influyen en la capacidad de conducción después del accidente cerebrovascular son susceptibles a la rehabilitación y si los enfoques contextuales o correctivos, o una combinación de ambos, son más efectivos.

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Antecedentes: 

Las intervenciones para mejorar la capacidad de conducción después del accidente cerebrovascular, incluida la simulación de la conducción y el rehabilitación de las habilidades visuales, se han evaluado de forma limitada en lo referente a su efectividad para guiar la política y la práctica.

Objetivos: 

Determinar si alguna intervención, con el objetivo específico de maximizar las aptitudes de conducción, mejora el rendimiento de la conducción en pacientes después del accidente cerebrovascular.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Accidentes Cerebrovasculares (Cochrane Stroke Group) (agosto 2013), Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane Central Register of Controlled Trials) (The Cochrane Library 2012, número 3), MEDLINE (1950 hasta octubre 2013), EMBASE (1980 hasta octubre 2013) y en seis bases de datos adicionales. Para identificar ensayos adicionales publicados, no publicados y en curso, se realizaron búsquedas manuales en revistas y actas de congresos relevantes, se buscaron los ensayos y los registros de investigación, se examinaron las listas de referencias y se estableció contacto con investigadores importantes en el área.

Criterios de selección: 

Ensayos controlados aleatorios (ECA), ensayos cuasialeatorios y estudios grupales de las intervenciones de rehabilitación, con el objetivo específico de maximizar las aptitudes de conducción o con un resultado de la evaluación de las aptitudes de conducción en adultos después del accidente cerebrovascular. El resultado primario de interés fue el rendimiento en una evaluación en ruta después del entrenamiento. Los resultados secundarios incluyeron evaluaciones de la visión, la cognición y el comportamiento al conducir.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión, de forma independiente, seleccionaron los ensayos según los criterios de inclusión predefinidos, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo. Un tercer autor de la revisión moderó los desacuerdos según fue necesario. Los autores de la revisión contactaron con todos los investigadores para obtener la información que faltaba.

Resultados principales: 

Se incluyeron cuatro ensayos con 245 participantes en esta revisión. Los tamaños de la muestra de los estudios generalmente fueron pequeños, y las intervenciones, los controles y las medidas de resultado fueron variados, por lo tanto el agrupamiento de los estudios fue inapropiado. Los estudios incluidos estuvieron en riesgo bajo de sesgo para la mayoría de los dominios, y se identificó un riesgo alto/incierto de sesgo en las áreas de: sesgo de realización (participantes no cegados a la asignación), y de deserción (datos de resultado incompletos debido a los retiros). Los enfoques de intervención incluyeron el enfoque contextual de la simulación de la conducción y el enfoque de desarrollo de habilidades fundamentales, incluida la rehabilitación de la velocidad del procesamiento visual y las habilidades motoras visuales. Los estudios se realizaron con pacientes relativamente jóvenes y el momento adecuado posterior al accidente cerebrovascular fue variable. Resultado primario: no hubo pruebas claras de mejorías en las puntuaciones en ruta inmediatamente después del entrenamiento en ninguno de los cuatro estudios, ni a los seis meses (diferencia de medias 15 puntos en el Test Ride for Investigating Practical Fitness to Drive - versión belga, intervalos de confianza [IC] del 95%: 4,56 a 34,56; valor de p = 0,15; un estudio, 83 participantes). Medidas de resultado secundarias: el reconocimiento de los signos en ruta fue mejor en los pacientes que realizaron el entrenamiento comparados con el control (diferencia de medias 1,69 puntos en la Road Sign Recognition Task of the Stroke Driver Screening Assessment, IC del 95%: 0,51 a 2,87; valor de p = 0,007; un estudio, 73 participantes). Los hallazgos significativos estuvieron a favor de un programa de rehabilitación de la conducción con simulador (basado en un estudio con 73 participantes) aunque estos resultados deben interpretarse con cuidado debido a que se basaron en un único estudio. No se informaron efectos adversos. No hubo pruebas suficientes para establecer conclusiones sobre los efectos de la intervención sobre la visión, otras medidas de la cognición, las actividades motoras y funcionales y el comportamiento al conducir.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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