Uso de suplementos de corteza de pino para ayudar a tratar diversas enfermedades crónicas

Pregunta de la revisión

¿Los suplementos antioxidantes de corteza de pino pueden ayudar a tratar enfermedades crónicas?

Antecedentes

Los principales ingredientes de los suplementos de extracto de corteza de pino son las proantocianidinas, que son antioxidantes. Estos suplementos se comercializan para prevenir o tratar una amplia gama de enfermedades crónicas. Esta es una actualización de una revisión anteriormente publicada, donde se evaluó qué tal funcionan estos suplementos para el tratamiento de enfermedades crónicas, así como su seguridad.

Fecha de la búsqueda

La evidencia está actualizada hasta el 30 de septiembre de 2019.

Características de los estudios

Se incluyeron 27 estudios (1641 participantes) sobre diez enfermedades crónicas. Estas incluían: asma (dos estudios; 86 participantes), trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) (un estudio; 61 participantes), enfermedades cardíacas y factores de riesgo (siete estudios; 332 participantes), insuficiencia venosa crónica (las venas de las piernas no funcionan eficazmente; dos estudios; 60 participantes), diabetes (seis estudios; 336 participantes), disfunción eréctil (tres estudios; 227 participantes), disfunción sexual femenina (un estudio; 75 participantes), artrosis (daño del cartílago en las articulaciones; tres estudios; 293 participantes), osteopenia (comienzo de la pérdida de masa ósea; un estudio; 44 participantes) y lesión cerebral traumática (un estudio; 56 participantes). Dos de los estudios se realizaron exclusivamente en niños; el resto de los estudios se realizaron en adultos. Los estudios compararon los suplementos de corteza de pino con placebo (es decir, un suplemento falso) o con intervenciones no antioxidantes y los participantes se seleccionaron al azar para uno u otro tratamiento. La duración del tratamiento varió de cuatro semanas a seis meses.

Resultados clave

Para la mayoría de desenlaces de las diferentes enfermedades crónicas, solo se incluyó un estudio con un escaso número de participantes. En los adultos con asma no se sabe si el extracto de corteza de pino aumenta la función pulmonar, mejora los síntomas de asma ni si aumenta el número de personas capaces de dejar de usar los inhaladores de albuterol (un tipo específico de inhalador para el asma).
En los niños con TDAH no se sabe si los suplementos de corteza de pino disminuyen la falta de atención y la hiperactividad (evaluada por los padres y profesores) ni si aumenta la coordinación y la concentración.
En las personas con enfermedades cardíacas no se sabe si los suplementos de corteza de pino disminuyen la presión arterial y el colesterol LDL (el malo) ni si aumenta el colesterol HDL (el bueno).
En los adultos con insuficiencia venosa crónica no se sabe si los suplementos de corteza de pino disminuyen el dolor, aumentan el número de personas que no sufren dolor, ni lo bien que los médicos creen que funciona el tratamiento. En las personas con diabetes tipo 2 no se sabe si los suplementos de corteza de pino mejoran los niveles de azúcar en la sangre o los niveles de HbA1c (el marcador a largo plazo para medir el control del azúcar en la sangre); tampoco se sabe si los suplementos de corteza de pino disminuyen la HbA1c en las personas con diabetes tipo 1 o tipo 2.
En los hombres con disfunción eréctil no se sabe si los suplementos de corteza de pino aumentan la función eréctil. Del mismo modo, en mujeres con disfunción sexual no se sabe si los suplementos de corteza de pino aumentan la satisfacción sexual ni si reducen el dolor.
En los adultos con artrosis no está claro si los suplementos de corteza de pino mejoran el dolor, la hinchazón o la rigidez de la rodilla, ni si disminuyen el uso de fármacos antiinflamatorios. Tampoco se sabe si los suplementos de corteza de pino aumentan la formación de huesos en mujeres posmenopáusicas con huesos debilitados. Por último, en las personas con una lesión cerebral traumática no está claro si los suplementos de corteza de pino mejoran la memoria y los síntomas posteriores a la conmoción cerebral.

Los estudios incluidos no informaron desenlaces de ingresos hospitalarios ni episodios adversos graves.

Con los estudios disponibles, no es posible afirmar claramente cómo bien (o de mal) funcionan los suplementos de corteza de pino ni si son seguros.

Calidad de la evidencia

El riesgo general de sesgo fue bajo en cuatro estudios, alto en uno e incierto en 22 estudios. Esto se refiere al grado en el que los métodos utilizados en un estudio permiten determinar la verdad. La certeza de la evidencia fue muy baja para todos los desenlaces en todas las enfermedades crónicas de los estudios incluidos.

Conclusiones de los autores: 

El tamaño pequeño de la muestra, el número limitado de ECA por afección, la variación en las variables analizadas y el informe deficiente de los ECA incluidos hacen que no sea posible establecer conclusiones definitivas sobre la eficacia o la seguridad de los suplementos de extracto de corteza de pino.

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Antecedentes: 

El extracto de corteza de pino (Pinus spp.) es rico en bioflavonoides, especialmente en proantocianidinas, que son antioxidantes. Los suplementos de extractos disponibles en el mercado se comercializan para prevenir o tratar diversas afecciones crónicas asociadas con el estrés oxidativo. Esta es una actualización de una revisión publicada anteriormente.

Objetivos: 

Evaluar la eficacia y seguridad de los suplementos de extracto de corteza de pino para el tratamiento de trastornos crónicos.

Métodos de búsqueda: 

Se realizaron búsquedas en tres bases de datos y tres registros de ensayos; última búsqueda el 30 de septiembre de 2019.

Se estableció contacto con el fabricante de extractos de corteza de pino para identificar otros estudios y se hicieron búsquedas manuales en las bibliografías de los estudios incluidos.

Criterios de selección: 

Se incluyeron ensayos controlados aleatorizados (ECA) que evaluaran los suplementos de extracto de corteza de pino en adultos o niños con cualquier trastorno crónico.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión evaluaron la elegibilidad de los ensayos, extrajeron los datos y evaluaron el riesgo de sesgo de forma independiente. Cuando fue posible los datos se agruparon en metanálisis. Para evaluar la certeza de la evidencia se utilizaron los criterios GRADE.

Los desenlaces principales fueron los desenlaces clínicos informados por el participante y los informados por el investigador directamente relacionados con cada trastorno y la mortalidad por todas las causas. También se evaluaron los episodios adversos y los biomarcadores del estrés oxidativo.

Resultados principales: 

Esta revisión incluyó 27 ECA (22 diseños paralelos y cinco cruzados; 1641 participantes) que evaluaron los suplementos de extracto de corteza de pino en diez trastornos crónicos: asma (dos estudios; 86 participantes); trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) (un estudio; 61 participantes), enfermedades cardiovasculares (EC) y factores de riesgo (siete estudios; 338 participantes), insuficiencia venosa crónica (IVC) (dos estudios; 60 participantes), diabetes mellitus (DM) (seis estudios; 339 participantes), disfunción eréctil (tres estudios; 277 participantes), disfunción sexual femenina (un estudio; 83 participantes), artrosis (tres estudios; 293 participantes), osteopenia (un estudio; 44 participantes) y lesión cerebral traumática (un estudio; 60 participantes).

Dos estudios seleccionaron exclusivamente a niños; el resto incluyó a adultos. Los ensayos duraron entre cuatro semanas y seis meses. El placebo fue el control en 24 estudios. El riesgo general de sesgo fue bajo en cuatro estudios, alto en uno e incierto en 22.

En los adultos con asma no se sabe si el extracto de corteza de pino aumenta el cambio en el volumen espiratorio forzado en un segundo (VEF1) % de la capacidad vital predicha/forzada (CVF) (diferencia de medias [DM] 7,70; intervalo de confianza [IC] del 95%: 3,19 a 12,21; un estudio; 44 participantes; evidencia de certeza muy baja), aumenta el cambio en el VEF1 % predicho (DM 7,00; IC del 95%: 0,10 a 13,90; un estudio; 44 participantes; evidencia de certeza muy baja), mejora los síntomas de asma (riesgo relativo [RR] 1,85; IC del 95%: 1,32 a 2,58; un estudio; 60 participantes; evidencia de certeza muy baja) ni si aumenta el número de personas que pueden dejar de usar los inhaladores de albuterol (RR 6,00; IC del 95%: 1,97 a 18,25; un estudio; 60 participantes; evidencia de certeza muy baja).

En los niños con TDAH no se sabe si el extracto de corteza de pino disminuye la falta de atención y la hiperactividad evaluadas mediante escalas de calificación de padres y profesores (síntesis narrativa; un estudio; 57 participantes; evidencia de certeza muy baja) ni si aumenta el cambio en la coordinación visomotora y la concentración (DM 3,37; IC del 95%: 2,41 a 4,33; un estudio; 57 participantes; evidencia de certeza muy baja).

En participantes con EC no se sabe si el extracto de corteza de pino disminuye la presión arterial diastólica (DM -3,00 mm Hg; IC del 95%: -4,51 a -1,49; un estudio; 61 participantes; evidencia de certeza muy baja), aumenta el colesterol HDL (DM 0,05 mmol/l; IC del 95%: -0,01 a 0,11; un estudio, 61 participantes; evidencia de certeza muy baja) ni si reduce el colesterol LDL (DM -0,03 mmol/l; IC del 95%: -0,05 a 0,00; un estudio, 61 participantes; evidencia de certeza muy baja).

En participantes con IVC no se sabe si el extracto de corteza de pino disminuye las puntuaciones de dolor (DM -0,59; IC del 95%: -1,02 a -0,16; un estudio, 40 participantes; evidencia de certeza muy baja), aumenta la desaparición del dolor (RR 25,0; IC del 95%: 1,58 a 395,48; un estudio, 40 participantes; evidencia de certeza muy baja) ni si aumenta la eficacia del tratamiento según el médico (RR 4,75; IC del 95%: 1,97 a 11,48; un estudio, 40 participantes; evidencia de certeza muy baja).

En la DM tipo 2 no se sabe si el extracto de corteza de pino produce una mayor reducción de la glucemia en ayunas (DM 1,0 mmol/l; IC del 95%:0,91 a 1,09; un estudio, 48 participantes; evidencia de certeza muy baja) ni si reduce la HbA1c (DM -0,90 %; IC del 95%: -1,78 a -0,02; un estudio, 48 participantes; evidencia de certeza muy baja). En un grupo mixto con participantes con DM tipo 1 y tipo 2 no se sabe si el extracto de corteza de pino reduce la HbA1c (DM -0,20 %; IC del 95%: -1,83 a 1,43; un estudio, 67 participantes; evidencia de certeza muy baja).

En hombres con disfunción eréctil no se sabe si los suplementos de extracto de corteza de pino aumentan las puntuaciones del Índice Internacional de Función Eréctil-5 (International Index of Erectile Function-5) (no agrupado; dos estudios,147 participantes; evidencia de certeza muy baja). En mujeres con disfunción sexual no se sabe si el extracto de corteza de pino aumenta la satisfacción medida mediante el Índice de función sexual femenina (Female Sexual Function Index) (DM 5,10; IC del 95%:3,49 a 6,71; un estudio, 75 participantes; evidencia de certeza muy baja) ni si produce una mayor reducción de las puntuaciones de dolor (DM 4,30; IC del 95%: 2,69 a 5,91; un estudio, 75 participantes; evidencia de certeza muy baja).

En adultos con artrosis no se sabe si el extracto de corteza de pino disminuye las puntuaciones compuestas de los índices de artrosis de las universidades Western Ontario y McMaster (Western Ontario and McMaster Universities Osteoarthritis Index) (DM -730,00; IC del 95%: -1011,95 a -448,05; un estudio, 37 participantes; evidencia de certeza muy baja) o el uso de medicación antiinflamatoria (DM -18,30; IC del 95%: -25,14 a -11,46; un estudio, 35 participantes; evidencia de certeza muy baja). No se sabe si el extracto de corteza de pino aumenta la fosfatasa alcalina ósea en mujeres posmenopáusicas con osteopenia (DM 1,16 ug/l; IC del 95%:-2,37 a 4,69; un estudio, 40 participantes; evidencia de certeza muy baja).

En personas con lesión cerebral traumática no se sabe si el extracto de corteza de pino reduce las puntuaciones de fallo cognitivo (DM -2,24; IC del 95%: -11,17 a 6,69; un estudio, 56 participantes; evidencia de certeza muy baja) o los síntomas posconmocionales (DM -0,76; IC del 95%: -5,39 a 3,87; un estudio, 56 participantes; evidencia de certeza muy baja).

Los estudios incluidos no informaron desenlaces de ingresos hospitalarios ni episodios adversos graves.

Notas de traducción: 

La traducción de las revisiones Cochrane ha sido realizada bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad del Gobierno de España. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con comunica@cochrane.es.

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