Regímenes alimentarios con bajo contenido en grasas para la hipercolesterolemia adquirida

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Actualmente, no existen pruebas sólidas sobre los efectos a largo plazo (al menos a los seis meses) de los regímenes alimentarios con bajo contenido en grasas para las personas con hipercolesterolemia adquirida, que no es la hipercolesterolemia familiar (niveles elevados de colesterol en la sangre) y sin otra patología. Se investigaron diversos regímenes alimentarios con bajo contenido en grasas en los pacientes con enfermedades a largo plazo, sin embargo, se necesita un ensayo de alta calidad de al menos seis de duración en personas con colesterol sanguíneo elevado sin otra patología.

Conclusiones de los autores: 

Se requieren ensayos controlados con asignación aleatoria bien diseñados y con poder estadístico adecuado que investiguen las medidas de resultado relevantes de los regímenes alimentarios con bajo contenido en grasas para las personas con hipercolesterolemia sin otra patología.

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Antecedentes: 

La hipercolesterolemia, caracterizada por un aumento en los niveles de colesterol en la sangre, no es una enfermedad, sino un trastorno metabólico que a menudo participa de muchas enfermedades, especialmente las enfermedades cardiovasculares. En la mayoría de los casos, el nivel elevado de colesterol se asocia con un régimen alimentario con alto contenido en grasas, sobre todo grasas saturadas, junto con un estilo de vida sedentario. Con menos frecuencia, el aumento del colesterol puede estar relacionado con un trastorno hereditario, la hipercolesterolemia familiar. Esta revisión sistemática sólo se ocupa de la hipercolesterolemia adquirida.

Objetivos: 

Evaluar los efectos de los regímenes alimentarios con bajo contenido en grasas para la hipercolesterolemia adquirida e investigar la incidencia de los efectos adversos de las intervenciones alimentarias con bajo contenido en grasas. Se comparó la efectividad relativa de los regímenes alimentarios con bajo contenido en grasas con los regímenes alimentarios restringidos en calorías para la hipercolesterolemia adquirida. Además, se investigó la efectividad relativa de los regímenes alimentarios con bajo contenido en grasas y las intervenciones farmacológicas para la hipercolesterolemia adquirida.

Métodos de búsqueda: 

Los estudios se obtuvieron a partir de búsquedas electrónicas en Cochrane Library, MEDLINE, EMBASE y en bases de datos de ensayos en curso. La fecha de la última búsqueda fue febrero 2010.

Criterios de selección: 

Adultos (a partir de los 18 años) con hipercolesterolemia adquirida (no familiar) y sin otra patología. La hipercolesterolemia se definió como colesterol total mayor a 5,2 mmol/l, colesterol LDL mayor a 3,0 mmol/l, colesterol HDL menor a 1,0 mmol/l o una combinación de estos, aunque también se aceptaron las definiciones de los investigadores. Se incluyó cualquier intervención alimentaria con bajo contenido en grasas, como los regímenes alimentarios con bajo contenido en grasas o con bajo contenido en grasas saturadas, para disminuir el colesterol sérico total y el colesterol LDL o para aumentar el colesterol HDL. Un régimen alimentario con bajo contenido en grasas significó una ingesta calórica de grasas menor al 20% de las calorías totales. La duración mínima de la intervención tenía que ser de seis meses. Se excluyeron los estudios sobre personas con otras patologías.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores planificaron evaluar de forma independiente el riesgo de sesgo y la extracción de los datos.

Resultados principales: 

Ningún estudio cumplió los criterios de inclusión.