La negligencia y el maltrato físico infantil son un problema significativo y el cambio en las prácticas de parentalidad puede ser un método importante para abordarlos. Esta revisión analiza el grado en el que los programas de parentalidad (intervenciones relativamente breves y estructuradas dirigidas a cambiar las prácticas de parentalidad) son efectivos para tratar la parentalidad negligente y el maltrato físico. Se incluyó en la revisión un total de siete estudios de diversa calidad. Los resultados muestran que no hay evidencia suficiente para apoyar el uso de programas de parentalidad para reducir el maltrato físico y la negligencia (es decir, el uso de evaluaciones objetivas de maltrato como los informes de maltrato infantil; los niños en el registro de protección de niños, etc.). Sin embargo, hay evidencia limitada que indica que algunos programas de parentalidad pueden ser efectivos para mejorar algunos resultados que se asocian con una parentalidad maltratadora. Existe una necesidad urgente de evaluaciones rigurosas adicionales de la efectividad de los programas de parentalidad que están diseñados específicamente para tratar la negligencia y el maltrato físico, ya sea de forma independiente o como parte de paquetes más amplios de atención.
No hay evidencia suficiente para apoyar el uso de los programas de parentalidad para tratar el maltrato físico o la negligencia. Sin embargo, hay evidencia limitada que indica que algunos programas de parentalidad pueden ser efectivos para mejorar algunos resultados que se asocian con una parentalidad maltratadora. Se necesita con urgencia investigación adicional.
El maltrato físico y el negligencia de los niños son problemas importantes de salud pública y, actualmente, existen pocos tratamientos eficaces. No es probable que muchos de los factores de riesgo de la negligencia y el maltrato físico infantil cambien a corto plazo. Sin embargo, las intervenciones para cambiar las prácticas de parentalidad pueden ser importantes para su tratamiento. Los programas de parentalidad son intervenciones enfocadas y a corto plazo, dirigidas a mejorar las prácticas de parentalidad por lo que pueden ser útiles en el tratamiento de prácticas negligentes o maltratantes.
Evaluar la eficacia de los programas de parentalidad individuales o grupales para abordar la negligencia o maltrato físico infantil.
Se hicieron búsquedas en una variedad de bases de datos biomédicas y de ciencias sociales, incluyendo MEDLINE, EMBASE, CINAHL, PsychINFO, Sociofile, Social Science Citation Index, ASSIA, the Cochrane Library, Campbell Library (incluyendo SPECTR y CENTRAL), National Research Register (NRR) y ERIC, desde su inicio hasta mayo 2005.
Sólo se incluyeron ensayos controlados aleatorizados o estudios aleatorizados que evaluaran la efectividad de los programas estandarizados de parentalidad en grupo o individual dirigidos al tratamiento del maltrato físico o la negligencia infantil.
Se han presentado los resultados de cada resultado de cada estudio, con intervalos de confianza del 95%.
En esta revisión se incluyó un total de siete estudios de calidad variable. Sólo tres estudios evaluaron la efectividad de los programas de parentalidad sobre las medidas objetivas del maltrato (p.ej. la incidencia del maltrato infantil, el número de lesiones o el maltrato físico informado), y sólo uno de ellos encontró diferencias significativas entre los grupos de intervención y control.
También se extrajeron datos sobre más de cincuenta resultados que se utilizan como medidas predictivas de la parentalidad maltratadora. Éstos midieron una serie de aspectos de la crianza (por ejemplo, el manejo de los hijos por parte de los padres, las prácticas disciplinarias, el potencial de maltrato infantil y la salud mental), la salud infantil (por ejemplo, el ajuste emocional y conductual) y el funcionamiento de la familia, con lo que se excluyó la posibilidad de realizar un metanálisis para la mayoría de los resultados para los que se extrajeron los datos. Aunque ninguno de los programas fue efectivo en todos los resultados medidos, muchos parecieron haber mejorado algunos resultados para algunos de los padres participantes, aunque muchos no lograron alcanzar significación estadística.
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