Quinina para los calambres musculares

Pregunta de la revisión

Se revisó la evidencia sobre el efecto de la quinina en los calambres musculares.

Antecedentes

Los calambres musculares pueden ocurrir en cualquier lugar y en cualquier persona; sin embargo, los calambres en las piernas son especialmente frecuentes en las personas de edad avanzada. La quinina es un fármaco que se ha utilizado para tratar los calambres durante muchos años. Hay evidencia contradictoria en cuanto a su capacidad de reducir los calambres. Puede causar eventos adversos graves e incluso mortales, especialmente debido a la sobredosis.

Características de los estudios

Esta revisión incluye 23 ensayos con 1586 participantes. Los ensayos compararon quinina o fármacos con quinina con tratamiento inactivo (placebo) u otros tratamientos activos. Cuando se buscó de nuevo en la literatura médica y se actualizó la revisión en 2014 no se encontraron nuevos estudios.

Resultados clave y calidad de la evidencia

El riesgo de sesgo en los ensayos incluidos varió de manera considerable. Los 23 ensayos afirmaron ser aleatorizados, pero muchos no describieron claramente cómo se asignó a los participantes a los tratamientos. Hay evidencia de calidad baja de que la quinina (200 mg a 500 mg diarios) reduce significativamente el número de calambres y los días de calambres y evidencia de calidad moderada de que la quinina reduce la intensidad de los calambres. Existe evidencia de calidad moderada de que hay más eventos adversos leves con la quinina en comparación con placebo, pero no en los eventos adversos graves. Sin embargo, hay informes fiables de otras fuentes que indican que una sobredosis de quinina puede causar efectos perjudiciales graves, incluso la muerte.

Evidencia de calidad baja o moderada muestra que no hay diferencias significativas cuando se compara la quinina con la vitamina E o con una mezcla de quinina y vitamina E. Hay evidencia a partir de un ensayo de que la teofilina combinada con quinina mejora más los calambres que la quinina sola. En un solo ensayo no hubo diferencias significativas al comparar las inyecciones de quinina con las de xilocaína.

Se necesitan estudios de investigación adicionales para determinar la dosis óptima y la duración del tratamiento, así como las alternativas a la quinina para los calambres.

La evidencia está actualizada hasta octubre de 2014.

Conclusiones de los autores: 

Hay evidencia de calidad baja de que la quinina (200 mg a 500 mg diarios) reduce significativamente el número de calambres y los días de calambres y evidencia de calidad moderada de que la quinina reduce la intensidad de los calambres. Existe evidencia de calidad moderada de que con el uso hasta 60 días, la incidencia de eventos adversos graves no es significativamente mayor que con placebo en los ensayos identificados, pero debido a que los eventos adversos graves pueden ser rara vez fatales, en algunos países la prescripción de quinina está muy restringida.

La evidencia de ensayos individuales indica que la teofilina combinada con la quinina mejora los calambres más que la quinina sola, y los efectos de las inyecciones de xilocaína en el gastrocnemio no son significativamente diferentes a los de la quinina en todos los resultados. Evidencia de calidad baja o moderada no muestra diferencias significativas entre la quinina y la vitamina E o la mezcla de quinina y vitamina E. Por lo tanto, se justifica la realización de nuevos estudios de investigación sobre estas alternativas, así como sobre otros tratamientos farmacológicos y no farmacológicos.

No existe evidencia para evaluar la dosis óptima o la duración del tratamiento con quinina. La realización de estudios adicionales con diferentes dosis y la medición de los niveles de quinina sérica permitirá definir un rango terapéutico para los calambres musculares. Debido a que los eventos adversos graves no son frecuentes, se requieren estudios con una gran población para informar con mayor precisión sobre la incidencia. Un seguimiento más prolongado en futuros ensayos ayudará a determinar la duración de la acción tras la interrupción de la quinina, así como los eventos adversos a largo plazo. Debe continuar la búsqueda de nuevos tratamientos farmacológicos y no farmacológicos, y los ensayos adicionales deben comparar la quinina con la vitamina E, la combinación de quinina y vitamina E y la mezcla de quinina y teofilina.

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Antecedentes: 

Los calambres musculares aparecen en cualquier sitio y por muchas razones. La quinina se ha utilizado para tratar los calambres por todas las causas. Sin embargo, continúa la controversia sobre su eficacia y seguridad. Esta revisión se publicó por primera vez en 2010 y las búsquedas se actualizaron en 2014.

Objetivos: 

Evaluar la eficacia y la seguridad de los agentes a base de quinina en el tratamiento de los calambres musculares.

Métodos de búsqueda: 

El 27 de octubre de 2014 se hicieron búsquedas en el registro especializado del Grupo Cochrane Neuromuscular (Cochrane Neuromuscular Disease Group), CENTRAL, MEDLINE y EMBASE. Se realizaron búsquedas en las listas de referencias de los artículos hasta 2014. También se buscaron ensayos en curso en noviembre de 2014.

Criterios de selección: 

Ensayos controlados aleatorizados en personas de todas las edades con calambres musculares en cualquier sitio y de cualquier causa, tratados con quinina o sus derivados.

Obtención y análisis de los datos: 

Dos autores de la revisión, de forma independiente, seleccionaron los ensayos para inclusión, evaluaron el riesgo de sesgo y extrajeron los datos. Se estableció contacto con los autores de los estudios para obtener información adicional. En las comparaciones que incluyeron más de un ensayo, la calidad de la evidencia se evaluó mediante la Grading of Recommendations Assessment, Development and Evaluation (GRADE).

Resultados principales: 

Se identificaron 23 ensayos con un total de 1586 participantes. El 58% de esos participantes procedían de cinco estudios no publicados. La quinina se comparó con placebo (20 ensayos, n = 1140), vitamina E (cuatro ensayos, n = 543), una combinación de quinina y vitamina E (tres ensayos, n = 510), una combinación de quinina y teofilina (un ensayo, n = 77) e inyecciones de xilocaína en el músculo gastrocnemio (un ensayo, n = 24). La dosis de quinina utilizada con más frecuencia fue 300 mg/día (rango: 200 a 500 mg). Cuando las búsquedas se actualizaron en 2014 no se encontraron nuevos ensayos para inclusión.

El riesgo de sesgo en los ensayos varió considerablemente. Los 23 ensayos afirmaron ser aleatorizados, pero sólo una minoría describió adecuadamente la asignación al azar y el ocultamiento de la asignación.

Al compararla con placebo, la quinina redujo significativamente el número de calambres durante dos semanas en el 28%, la intensidad del calambre en el 10% y los días con calambres en el 20%. La duración del calambre no se afectó de manera significativa.

Un número significativamente mayor de personas presentaron eventos adversos leves con el tratamiento con quinina en comparación con placebo (diferencia de riesgos [DR] 3%; intervalo de confianza del 95%: 0% a 6%), principalmente síntomas gastrointestinales. En otros sitios se ha informado de que las sobredosis de quinina causan efectos adversos potencialmente mortales, pero en los ensayos incluidos no hubo diferencias significativas en los principales eventos adversos en comparación con placebo (DR 0%; IC del 95% -1% a 2%). Un participante presentó trombocitopenia (riesgo de 0,12%) al recibir tratamiento con quinina.

La combinación de quinina y vitamina E, la vitamina E sola y las inyecciones de xilocaína en el gastrocnemio no fueron significativamente diferentes de la quinina en ninguno de los resultados, incluidos los efectos adversos. Sobre la base de una comparación de un único ensayo, la quinina sola fue significativamente menos efectiva que la combinación de quinina y teofilina, pero sin diferencias significativas en los eventos adversos.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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