Efectos y seguridad de la administración preventiva de suplementos de hierro por vía oral con o sin ácido fólico a embarazadas

Durante el embarazo las mujeres necesitan hierro y folato para satisfacer sus propias necesidades y las de su feto en desarrollo. La preocupación es que si hay deficiencia de estos nutrientes, las embarazadas no se los pueden proveer en cantidades suficientes al feto. El folato bajo antes de la concepción aumenta el riesgo de defectos del tubo neural en el feto. Los niveles bajos de hierro y folato pueden causar anemia, lo que puede provocar que las mujeres se sientan cansadas, se desmayen y aumente el riesgo de infección.

En la revisión se incluyeron 61 ensayos aleatorizados; 44 ensayos con más de 43 274 embarazadas contribuyeron a los análisis. El uso de hierro o de suplementos de hierro y ácido fólico se asoció con una reducción del riesgo de anemia y de deficiencia de hierro durante el embarazo. Hubo algunos indicios de que la administración de hierro a la madre durante el embarazo podría mejorar los resultados para los recién nacidos (peso al nacer y parto prematuro), pero la evidencia no fue de calidad alta. No hay evidencia de que la administración de suplementos de hierro aumente el paludismo placentario.

Conclusiones de los autores: 

La administración de suplementos reduce el riesgo de anemia materna y de deficiencia de hierro en el embarazo, pero el efecto positivo sobre otros resultados maternos e infantiles es menos claro. La aplicación de las recomendaciones sobre la administración de suplementos de hierro puede producir resultados heterogéneos según el riesgo inicial de las poblaciones de tener bajo peso al nacer y anemia, así como el nivel de cumplimiento con la intervención.

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Antecedentes: 

La administración de suplementos de hierro y ácido fólico fue la intervención preferida para mejorar las reservas de hierro y prevenir la anemia en las embarazadas; además, pueden mejorar otros resultados maternos y del parto.

Objetivos: 

Evaluar los efectos de la administración diaria de suplementos de hierro por vía oral en las embarazadas, solo o conjuntamente con ácido fólico, o con otras vitaminas y minerales como una intervención de salud pública en la atención prenatal.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en el registro de ensayos del Grupo Cochrane de Embarazo y Parto (Cochrane Pregnancy and Childbirth Group) (10 de enero 2015). También se buscó en la WHO International Clinical Trials Registry Platform (ICTRP) (26 de febrero 2015) y se estableció contacto con las organizaciones relevantes para identificar estudios en curso y no publicados (26 de febrero 2015).

Criterios de selección: 

Ensayos controlados aleatorizados o cuasialeatorizados que evaluaron los efectos de la administración preventiva de suplementos de hierro por vía oral con o sin ácido fólico, o hierro con otras vitaminas y minerales durante el embarazo.

Obtención y análisis de los datos: 

La calidad metodológica de los ensayos se evaluó mediante los criterios Cochrane estándar. Dos autores de la revisión de forma independiente evaluaron la elegibilidad del ensayo, extrajeron los datos y verificaron su exactitud. Se utilizaron los criterios GRADE para evaluar la calidad de la evidencia de los resultados primarios.

Se previó una gran heterogeneidad entre los ensayos, por lo que los resultados se agruparon mediante un modelo de efectos aleatorios y la interpretación de los resultados agrupados fue cautelosa; el modelo de efectos aleatorios proporciona el efecto promedio del tratamiento.

Resultados principales: 

Se incluyeron 61 ensayos. Cuarenta y tres ensayos con más de 43 274 mujeres aportaron datos y compararon los efectos de la administración diaria de suplementos de hierro por vía oral versus ningún suplemento de hierro o placebo.

La administración preventiva de suplementos de hierro redujo la anemia materna a término en el 70% (riesgo relativo [RR] 0,30; intervalo de confianza [IC] del 95%: 0,19 a 0,46; 14 ensayos, 2199 mujeres, evidencia de calidad baja), la anemia ferropénica a término (RR 0,33; IC del 95%: 0,16 a 0,69; seis ensayos, 1088 mujeres) y la deficiencia de hierro a término en el 57% (RR 0,43; IC del 95%: 0,27 a 0,66; siete ensayos, 1256 mujeres, evidencia de calidad baja). No hubo diferencias claras entre los grupos para la anemia grave en el segundo o tercer trimestres, o la infección materna durante el embarazo (RR 0,22; IC del 95%: 0,01 a 3,20; nueve ensayos, 2125 mujeres, evidencia de calidad muy baja; y RR 1,21; IC del 95%: 0,33 a 4.46; un ensayo, 727 mujeres, evidencia de calidad baja, respectivamente), o la mortalidad materna (RR 0,33; IC del 95%: 0,01 a 8,19; dos ensayos, 12 560 mujeres, evidencia de calidad muy baja), o el informe de los efectos secundarios (RR 1,29; IC del 95%: 0,83 a 2,02; 11 ensayos, 2423 mujeres, evidencia de calidad muy baja). Las pacientes que recibieron hierro tuvieron, como promedio, más probabilidades de presentar concentraciones mayores de hemoglobina (Hb) al término y en el posparto, pero tuvieron mayor riesgo de concentraciones de Hb mayores de 130 g/l durante el embarazo y a término.

En comparación con los controles, las mujeres que tomaron suplementos de hierro con menor frecuencia tuvieron recién nacidos de bajo peso al nacer (8,4% versus 10,3%; RR promedio 0,84; IC del 95%: 0,69 a 1,03; 11 ensayos, 17 613 mujeres, evidencia de calidad baja) y recién nacidos prematuros (RR 0,93; IC del 95%: 0,84 a 1,03; 13 ensayos, 19 286 mujeres, evidencia de calidad moderada). También parecieron dar a luz a recién nacidos con un peso ligeramente mayor (diferencia de medias [DM] 23,75; IC del 95%: -3,02 a 50,51; 15 ensayos, 18 590 mujeres, evidencia de calidad moderada). Ninguno de los resultados fue estadísticamente significativo. No hubo diferencias claras entre los grupos en cuanto a la muerte neonatal (RR 0,91; IC del 95%: 0,71 a 1,18; cuatro ensayos, 16 603 recién nacidos, evidencia de calidad baja), ni a las anomalías congénitas (RR 0,88; IC del 95%: 0,58 a 1,33; cuatro ensayos, 14 636 lactantes, evidencia de calidad baja).

Se realizaron 23 estudios en países que en el 2011 tenían algún riesgo de paludismo en determinadas áreas. En algunos de estos países/territorios, el paludismo está presente solo en ciertas áreas, o hasta una altitud específica. Solo dos de estos estudios informaron sobre los resultados de la malaria. No existe evidencia de que la administración de suplementos de hierro aumente el paludismo placentario. Para algunos resultados la heterogeneidad fue mayor del 50%.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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