Haloperidol versus clorpromazina para la esquizofrenia

La esquizofrenia es una enfermedad crónica a largo plazo, con una prevalencia durante la vida de aproximadamente el 1% a nivel mundial. El tratamiento más frecuente de esta afección es la administración de antipsicóticos. En el mundo desarrollado existe una gran variedad de antipsicóticos, algunos de los cuales son bastante caros, mientras que en el mundo en desarrollo los medicamentos más antiguos y baratos, como el haloperidol y la clorpromazina, aún se utilizan para la mayoría de la población. Además, la mayoría de los fármacos nuevos se prueban para determinar su efectividad contra el haloperidol o la clorpromazina. Esta revisión examina los ensayos clínicos que compararon pacientes con esquizofrenia que recibieron tratamiento con clorpromazina o haloperidol, en forma de comprimidos o como inyección en el músculo, pero no mediante una inyección de acción prolongada. Se identificaron 14 ensayos con 794 pacientes. La duración de los ensayos varió desde "varias horas" a 36 semanas, pero solo dos fueron de seis meses o más. El ensayo más reciente se publicó en 1994 y el primero en 1962. A medida que el diagnóstico de la esquizofrenia ha cambiado a lo largo de los años, algunos pacientes en los primeros ensayos pueden haber tenido diagnósticos distintos a los de esquizofrenia según los criterios actuales.

En general, la salud mental y el funcionamiento general de los pacientes que tomaban clorpromazina o haloperidol han mejorado. En comparación con la actualidad, menos pacientes en ambos brazos del ensayo abandonaron el estudio antes de tiempo, pero los que tomaron clorpromazina fueron estadísticamente más propensos a hacerlo. Este también fue el caso cuando los medicamentos orales se analizaron por sí solos, pero no en el caso de la forma inyectada. Hubo una indicación de que los pacientes pueden haber abandonado el estudio debido a eventos adversos o porque el tratamiento no funcionó bien. El haloperidol tuvo estadísticamente más efectos secundarios relacionados con el movimiento, mientras que la clorpromazina fue estadísticamente más propensa a causar presión arterial baja (hipotensión). Aunque estos ensayos muestran que el haloperidol y la clorpromazina son fármacos efectivos para la esquizofrenia, no fue posible utilizar muchos datos porque no se informó sobre algunas medidas. Por lo tanto, esta área se beneficiaría de un nuevo ensayo con un gran número de pacientes y que durara al menos un año.

(Resumen en términos sencillos preparado para esta revisión por Janey Antoniou de RETHINK, Reino Unido www.rethink.org).

Conclusiones de los autores: 

Debido a que el haloperidol y la clorpromazina son tratamientos antipsicóticos de referencia para la esquizofrenia, es sorprendente que se hayan asignado al azar menos de 800 pacientes a una comparación y que los informes incompletos aún dificulten establecer conclusiones claras sobre los efectos comparativos de estos fármacos. Sin embargo, al parecer el haloperidol causa más trastornos del movimiento que la clorpromazina, mientras que la clorpromazina tiene significativamente más probabilidades de causar hipotonía. Es sorprendente afirmar que se necesitan estudios adicionales amplios, bien diseñados y realizados y con informes adecuados.

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Antecedentes: 

La clorpromazina y el haloperidol son los fármacos antipsicóticos de referencia. Se considera que ambos son igualmente efectivos cuando se administran dosis equivalentes, pero tienen diferentes perfiles de efectos secundarios.

Objetivos: 

Comparar los efectos clínicos del haloperidol y la clorpromazina en pacientes con esquizofrenia y psicosis esquizoides.

Métodos de búsqueda: 

Se hicieron búsquedas en el Registro Especializado de Ensayos Clínicos del Grupo Cochrane de Esquizofrenia (Cochrane Schizophrenia Group) (agosto de 2006). Se realizaron búsquedas en las referencias de todos los estudios incluidos para encontrar ensayos adicionales. Se estableció contacto con las compañías farmacéuticas y con los autores de ensayos relevantes.

Criterios de selección: 

Se incluyeron todos los ensayos controlados aleatorizados que compararon el haloperidol con la clorpromazina en pacientes con esquizofrenia o psicosis esquizoides.

Obtención y análisis de los datos: 

Al menos dos revisores examinaron de forma independiente las citas y, cuando fue posible, los resúmenes, ordenaron los trabajos, los volvieron a examinar y evaluaron su calidad. Los datos se extrajeron de forma independiente. Para los datos dicotómicos se calcularon los riesgos relativos (RR), los intervalos de confianza (IC) del 95% y, cuando fue apropiado, el número necesario a tratar (NNT) sobre la base del análisis del tipo intención de tratar (intention-to-treat analysis) mediante un modelo de efectos aleatorios. Para los datos continuos, se calcularon las diferencias de medias ponderadas (DMP).

Resultados principales: 

Se encontraron 14 estudios relevantes, principalmente de corta duración, con informe deficiente y realizados en los años setenta (n total = 794 participantes). Nueve de estos ensayos compararon formulaciones orales de ambos compuestos y cinco ensayos compararon formulaciones intramusculares.

El haloperidol se asoció con un número significativamente menor de pacientes que abandonaron los estudios antes de su finalización (13 ECA; n = 476; RR 0,26; IC: 0,08 a 0,82). El resultado de eficacia “sin mejoría significativa” tendió a favorecer al haloperidol, pero esta diferencia no fue estadísticamente significativa (nueve ECA; n = 400; RR 0,81; IC: 0,64 a 1,04). Los trastornos del movimiento fueron más frecuentes en los grupos que recibieron haloperidol (“al menos un efecto secundario extrapiramidal”: seis ECA; n = 37; RR 2,2, IC: 1,1 a 4,4; NND 5, IC: 3 a 33), mientras que la clorpromazina se asoció con hipotensión más frecuente (cinco ECA; n = 175; RR 0,31, IC: 0,11 a 0,88; NND 7, IC: 4 a 25). Se encontraron tendencias similares cuando se analizaron por separado los estudios que compararon formulaciones intramusculares y los estudios que compararon formulaciones orales.

Notas de traducción: 

La traducción y edición de las revisiones Cochrane han sido realizadas bajo la responsabilidad del Centro Cochrane Iberoamericano, gracias a la suscripción efectuada por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad del Gobierno español. Si detecta algún problema con la traducción, por favor, contacte con Infoglobal Suport, cochrane@infoglobal-suport.com.

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